El cruce de datos de muertes y PIB sitúa a España como el país que peor gestionó la pandemia

Jorge Casanova
jorge casanova REDACCIÓN / LA VOZ

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JOSE PARDO

Los países nórdicos consiguieron la combinación más positiva, mientras que los mediterráneos lo hicieron peor

11 abr 2021 . Actualizado a las 18:26 h.

La gestión de la pandemia durante el año 2020 estuvo condicionada por una dicotomía perversa: o salvamos la economía o salvamos a las personas. Durante la mayor parte del año, las estrategias anticovid se movieron en ese debate. Algunos países decidieron inmediatamente no tumbar sus dinámicas económicas pese al avance de la infección, en tanto que otros optaron por frenar el virus paralizando la economía con severos confinamientos que pretendían poner a salvo al mayor porcentaje de la población posible. ¿Quién salió mejor parado?

Un joven estudiante de Comercio Internacional de Vigo, Jorge Alonso, apasionado de la estadística, ha llevado adelante un ejercicio sencillo pero revelador. Ha cruzado los datos de 27 países, la mayor parte europeos, para comprobar el éxito de las distintas estrategias anticovid. De un lado, el exceso de mortalidad calculado a través de los datos de los últimos cinco años que recogen los institutos nacionales de estadística de estos países. Del otro, la caída del PIB estimada por el FMI en el 2020.

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El resultado desnuda la gestión española que, pese a sus esfuerzos, no consiguió ninguno de los dos objetivos: ni protegió adecuadamente a sus ciudadanos de los horrores del covid ni fue capaz de mantener en pie su economía. De todos los países analizados en este estudio, España es el que lo hizo peor: 1.700 fallecimientos de más por millón de habitantes y una caída del producto interior bruto del 13 %

España ha visto lastrada su gestión por los pésimos datos económicos en los que ha tenido mucho que ver su dependencia del turismo. Prácticamente paralizado durante todo el año pasado, su PIB se desmoronó. De hecho, de entre los países analizados para este estudio, España es el que mayor porcentaje de descenso ha experimentado en este apartado. A mucha distancia están Italia, Portugal e Inglaterra, que también vieron una caída porcentual de su PIB de dos dígitos.

En cuanto a la protección de la salud, el estudio no ha tenido en cuenta el número de infecciones, muy condicionado por la cantidad de pruebas. Se ha basado en el exceso de mortalidad. Y en ese apartado, España también se ha destacado, aunque no tanto como en el apartado económico: hay seis países, de los 27 analizados, que tuvieron un índice mayor de mortalidad, cuatro de ellos con caídas del PIB por debajo del 6 %, es decir, países que no protegieron adecuadamente a sus ciudadanos pero al menos apostaron por no frenar su actividad económica.

Los países que salieron mejor parados en este cruce de intereses y fueron capaces de aunar los dos objetivos fueron Finlandia, Dinamarca, Estonia y Suecia. En este último caso, la estrategia de dejar actuar casi libremente al virus para lograr inmunidad de grupo, muy cuestionada en el resto de Europa, le permitió a los suecos mantener una caída de su PIB menor al cinco por ciento a costa de padecer un exceso de muertes de 700 individuos por millón de habitantes. En general, los países del norte consiguieron resultados más equilibrados que los del sur, donde la influencia del turismo en sus economías desbarató cualquier previsión.

Es curioso también el caso de Brasil, uno de los países con la gestión anticovid más cuestionada pero que fue capaz de frenar la caída de su economía sin mostrar un exceso de mortalidad escandaloso: apenas superó los mil muertos por millón.