El ya exdiputado Alberto Rodríguez abandona Unidas Podemos

La Voz REDACCIÓN

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Alberto Rodríguez, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, el pasado día14 de octubre.
Alberto Rodríguez, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, el pasado día14 de octubre. Eduardo Parra | Europa Press

Rodríguez carga contra el PSOE, le acusa de «robar su acta» y anuncia que tomará medidas judiciales

24 oct 2021 . Actualizado a las 08:13 h.

Alberto Rodríguez se va de Unidas Podemos después de que su inhabilitación provocase uno de los choques más graves en el seno del Gobierno de coalición.«Abandono la militancia partidista y abandono Podemos», dijo el ya exdiputado morado a su llegada este sábado al aeropuerto de Tenerife, arropado por simpatizantes. «Toca cerrar un ciclo», añadió. En la terminal fue recibido por más de un centenar de personas al grito de «justicia» y «todas somos Alberto».

Rodríguez ha defendido su inocencia y cargado contra el PSOE, después de que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le comunicara la pérdida de su condición de diputado. Así ha acusado directamente al PSOE de «robar su acta» y de «plegarse a las presiones del poder judicial».

«Tengo clara mi inocencia, esto ha sido una cacicada a la voluntad popular y al pueblo canario y haré todo lo que esté en mi mano jurídicamente, por supuesto», agregó Rodríguez, condenado por el Tribunal Supremo por agredir a un policía durante una manifestación en La Laguna en el 2014, antes de anunciar que no descarta llevar su caso al Tribunal Europe de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Rodríguez, al que Rajoy miró con perplejidad por sus rastas el día que prometió su cargo como diputado en la Cámara Baja, ha sido un militante de Podemos desde los mismos inicios del partido. Gracias a él la formación morada ha logrado un escaño por Tenerife. Fiel a Pablo Iglesias en la escisión errejonista que trituró al partido, fue elevado a la Secretaría de Organización, puesto en el que no pudo, al igual que Pablo Echenique antes, poner orden a los díscolos territorios de Podemos y sus diferentes sensibilidades.