Los precios de la alimentación y los carburantes empujan el IPC al alza y obligarán a subir las pensiones un 2,5 %
29 nov 2021 . Actualizado a las 14:38 h.La inflación continúa su escalada. Según los datos adelantados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa registrada en noviembre ascendió un 5,6 % en el último año, lo que supone una subida de dos décimas en comparación con el dato interanual de octubre y marca un nuevo máximo histórico que no se veía desde septiembre de 1992, hace casi 30 años.
Así se desprende del avance del IPC publicado por el organismo que, a la hora de explicar a qué se debe esta nueva subida, exculpa a los sospechosos habituales. Los precios de la electricidad han bajado este mes, según el INE. La factura de la luz sigue por las nubes en comparación con el 2020, pero se ha frenado el ritmo trepidante de subida con el que entró en el otoño. No obstante, el encarecimiento acumulado de la electricidad en los últimos meses ya se ha contagiado a toda la cadena de producción. La subida de los precios de los alimentos está detrás de este nuevo repunte. Y, en menor medida, también el alza de los carburantes y lubricantes para vehículos personales están presionando el IPC.
La cesta de la compra sigue encareciéndose a las puertas de la Navidad. La inflación subyacente -la subida del IPC excluyendo la energía y productos frescos- ya se sitúa en el 1,7 % por encima del umbral del año pasado y avanzando tres décimas respecto a octubre.
Conscuencias
La consecuencia inmediata que se va a sentir en la economía es la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, al menos de los ahorradores y asalariados a quienes no les actualicen la renta conforme a la subida del IPC. También habrá repercusiones por el flanco del gasto público en pensiones, que aumentará. El Gobierno central se comprometió a revalorizar estas prestaciones que perciben 9.899.198 españoles en función del incremento de la inflación, aunque lo hará con una media ponderada del IPC de los últimos doce meses, no la que se anote al cierre del 2021. De esta forma, las pensiones subirán un 2,5 %.
La revalorización también se tendrá en cuenta a la hora de abonar la última paguilla a los pensionistas, una compensación que percibirán por la pérdida de poder adquisitivo que han experimentado este año al calor de la inflación. En los Presupuestos Generales del Estado para este año se fijó una subida de las pensiones del 0,9 %, pero el IPC ya ha superado de largo ese umbral.
Cada jubilado gallego ingresará de media 580 euros de más el año que viene si el Gobierno sube la prestación un 2,5 %, como se comprometió en los Presupuestos, y desembolsa en el mes de enero esa última paguilla para suplir la depreciación de sus rentas en el 2021.
¿Podría afectar al consumo? Eso es lo que teme la Comisión Europea, que en sus últimas previsiones económicas alertó del riesgo a que una inflación sostenida en el tiempo -se prevé que dure más de lo esperado- pueda cercenar la recuperación. Todavía no se ha cuantificado el impacto que podría tener la propagación de la nueva variante sudafricana del covid.
Francia ataja la inflación a golpe de cheque
Los pensionistas y, en menor medida los funcionarios, serán a los que más compense el Estado por la subida de los precios. Hasta ahora, el Gobierno de Sánchez no ha anunciado ninguna propuesta para compensar a los asalariados de menos renta. En Francia, el Ejecutivo de Emmanuel Macron lucha contra la inflación a golpe de chequera. Han desplegado un subsidio de 100 euros para compensar la subida del IPC a 38 millones de franceses que ganan menos de 2.000 euros netos al mes, sin importar cuánto ingrese la unidad familiar al mes.
