La cesta de la compra de los españoles ya es un 6,7 % más cara que hace un año

C. P.

ACTUALIDAD

Foto de archivo de un supermercado
Foto de archivo de un supermercado ALBERTO LÓPEZ

El IPC continúa su mayor escalada en casi 30 años, propulsado por los precios de la electricidad y los alimentos

30 dic 2021 . Actualizado a las 18:34 h.

Los españoles se preparan para recibir el 2022 y lo hacen con dos grandes sombras acechando su futuro inmediato: la expansión de ómicron y la escalada sin fin de la inflación. A pesar de la incertidumbre que ha generado la nueva ola de contagios, ante un eventual escenario de restricciones y menor actividad empresarial, lo cierto es que los precios siguen sin dar tregua. La cesta de la compra se ha encarecido en el último año un 6,7 %, la mayor subida en España desde el año 1992

El Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que bienes y servicios se han disparado un 1,3 % solo en el mes de diciembre. El organismo señala que detrás de esta escalada está la subida de la factura de la luz -la electricidad marcó récords consecutivos a mediados de diciembre, cuando se superó la barrera de los 300 euros el MWh en el mercado mayorista-. Ese alza hará que el recibo de la luz a final de año sea un 12 % más caro que en el 2018, a pesar de la promesa del Ejecutivo de Sánchez de rebajarlo a umbrales de ese año. 

«También influye, aunque en menor medida, el aumento de los precios de la alimentación, frente al descenso del año pasado», alerta el INE. En otras palabras: la subida de los costes de producción, por el aumento del precio de la energía y de los insumos, se está trasladando a los lineales del supermercado. Aceite, pan, huevos, leche, pescado fresco, carne y también productos tradicionalmente más asequibles, como la pasta, siguen experimentando alzas difíciles de recordar. De hecho, los alimentos ya son un 4,9 % más caros que hace un año

Repostajes más caros

«Cabe reseñar además, aunque en sentido contrario, la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, que se incrementaron en el 2020», sostiene el INE. Eso se debe a la subida pronunciada de los precios a finales del año pasado, en comparación con este año. Sin embargo, según las estadísticas del Ministerio de Transición Ecológica, llenar un depósito de 55 litros de gasolina en Galicia cuesta a estas alturas 15,73 euros más que hace un año. Unos 14,74 euros más si se trata de un vehículo diésel. 

Ni siquiera las bonificaciones han servido para aplacar el impacto de la subida entre colectivos de profesionales como el de los transportistas, quienes no solo han visto aumentar los costes de repostaje. Se han disparado los precios del caucho, así que los recambios de ruedas les cuestan un 200 % más. Los precios de los servicios de mantenimiento también han subido, por eso se espera que, tras el acuerdo alcanzado con el Gobierno, las tarifas de transporte aumenten en el 2022

Pensiones, alquileres y vivienda

La subida generalizada de los precios se notará inmediatamente en el bolsillo de los españoles. No solo al repostar o hacer la compra en el supermercado. Importar productos para abastecer las tiendas y comercios o iniciar obras nuevas en casa ya es más caro. De igual modo, en la renegociación de contratos, como los alquileres, se podrá acomodar la renta a la subida del IPC, encareciendo el coste de acceder a una vivienda

¿Afectará este último dato del IPC del año al cálculo de las pensiones? No. El Gobierno toma como referencia la subida media anual hasta el mes de noviembre, por lo que este nuevo alza de la inflación se tendrá en cuenta para la revalorización de las pensiones el año que viene. 

Con el último dato del IPC, la inflación media acumulada en el 2021 se sitúa ligeramente por encima del 3 %, dejando obsoleta la subida de las pensiones contributivas decretada por el Gobierno (2,5 %) para 8,9 millones de ciudadanos en el 2022. Eso significa que la Seguridad Social tendrá que aumentar el gasto para financiar la última paguilla de estos pensionistas —una compensación que percibirán a finales de enero por la pérdida adquisitiva del 2021—. No obstante, los beneficiarios perderán poder de compra el año que viene. Las pensiones no contributivas y el ingreso mínimo vital (IMV) sí se revalorizarán de forma casi pareja al IPC real (3 %).

Preocupación

Con el dato de diciembre, el IPC interanual encadena su duodécima tasa positiva consecutiva y no parece que la cosa se vaya a quedar ahí. Tanto el Gobierno como el Banco de España y organismos internacionales apuntan a que la presión alcista continuará, como mínimo, en el primer semestre del 2022, mientras persistan los problemas de suministro. Hasta hora no existía una gran preocupación por la inflación al alza, que se consideraba coyuntural, pero el Banco Central Europeo (BCE) tiene los ojos puestos en la creciente inflación subyacente -excluyendo el componente energético y los productos frescos- que en España ya se sitúa en el 2,1 %, una décima por encima de lo deseado. 

Es por ello que el organismo comandado por Christine Lagarde decidió en la última reunión del año ir retirando de forma progresiva sus estímulos monetarios. Eso significa que reducirá poco a poco la compra de deuda soberana, para no inundar el mercado de dinero barato, una estrategia que ha servido para amortiguar el impacto económico de la pandemia, pero que podría provocar presiones inflacionarias si persisten en el tiempo. 

Los datos definitivos de diciembre se publicarán el próximo 14 de enero.