Biden y Putin no logran alejar la guerra

Rosa Paíno
R. Paíno LA VOZ

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Más de 5.000 persona se sumaron en Kiev a la Marcha por la Unidad para expresar su disposición a resistir a una eventual agresión rusa
Más de 5.000 persona se sumaron en Kiev a la Marcha por la Unidad para expresar su disposición a resistir a una eventual agresión rusa SERGEY DOLZHENKO | Efe

El presidente de EE.UU. advierte a Putin de que su país está preparado para otros escenarios si fracasa la vía diplomática y decide atacar Ucrania el día 16, como prevé la inteligencia

24 feb 2022 . Actualizado a las 23:06 h.

Joe Biden y Vladimir Putin hablaron este sábado por teléfono durante una hora y dos minutos en lo que se considera un último esfuerzo para evitar una invasión rusa de Ucrania. El contacto entre los presidentes ruso y estadounidense no parece haber alejado el peligro de la guerra. La llamada fue «profesional y sustantiva», dijo un alto cargo de la Administración Biden a la cadena CNN, pero «no hubo un cambio fundamental en la dinámica que se ha desarrollado durante las últimas semanas».

Los dirigentes de las dos potencias mundiales se enrocaron en los mismos mensajes de los últimos días. Desde su residencia de Camp David, Biden avisó a Putin de que, si bien EE.UU. está dispuesto a seguir con la vía diplomática, se encuentra «igualmente preparado» para afrontar otros escenarios. Así advirtió que, si Rusia invade Ucrania, Washington y sus aliados responderán con «costes rápidos y severos».

El Kremlin, por su parte, denunció que la «histeria» de Occidente sobre una invasión inminente «ha llegado a su clímax», en palabras del asesor del presidente ruso para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov. «Incluso dieron fechas de esa invasión», dijo.

Después de que Washington apuntara el viernes que el ataque podría producirse antes de que finalicen el día 20 los Juegos de Pekín, el medio digital estadounidense Politico fijó en el miércoles 16 el inicio del ataque, citando a las agencias de inteligencia.

No obstante, las fuentes recogidas por The New York Times reconocen que fijar una fecha en particular podría ser parte de un plan de desinformación ruso. Sobre el detonante de la invasión, las agencias de inteligencia vuelven a valorar la excusa rusa de un ataque falso para lanzar la ofensiva, una posibilidad que se discutió en una reunión la noche del jueves en la sala de crisis de la Casa Blanca, según The Washington Post.

Reiterada denuncia

Ushakov reiteró el mensaje ruso de los últimos días: que Estados Unidos y la OTAN siguen ignorando las principales preocupaciones de seguridad de Moscú, mientras en «paralelo inflan [con armas] al Ejército ucraniano».

La de este sábado fue la primera conversación directa entre Putin y Biden desde el 30 de diciembre, cuando ya dejaron patentes sus diferencias sobre Ucrania.

El contacto telefónico se produjo horas después de que el Departamento de Estado de EE.UU. comenzara la evacuación de la embajada en Kiev —solo permanecerá un pequeño núcleo de diplomáticos—, tras instar el viernes a sus ciudadanos a que abandonasen cuanto antes el país.

Salen los asesores militares

Al mismo tiempo, el Pentágono ordenó la salida de 160 miembros de la Guardia Nacional de Florida (uno de sus cuerpos de reserva militar), contingente que llegó en noviembre para asesorar y entrenar a las Fuerzas Armadas ucranianas.

Antes de la conversación entre Biden y Putin, el presidente Emmanuel Macron mantuvo una charla telefónica con su homólogo ruso en la que le advirtió de que «el diálogo sincero es incompatible con la escalada» militar, según el Elíseo.

Mientras, el Kremlin resaltaba las criticas de Putin a las «especulaciones provocativas» sobre una invasión de Ucrania. Declaraciones que Francia se toma con «prudencia» puesto que el despliegue militar en la frontera ucraniana está «listo para el ataque». Sin embargo, el lenguaje utilizado por París no es tan tajante como el de Washington en lo que se refiere a las intenciones de Putin, ya que sigue considerando que aún no ha tomado una decisión.

En otra conversación telefónica, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, trasladó a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que la vía diplomática sigue abierta, pero también pidió a Moscú una prueba de buena fe para una desescalada. Lavrov acusó, por su parte, a EE.UU. de promover «una campaña de propaganda» sobre un supuesto ataque ruso, que anima a las autoridades en Kiev a «sabotear los acuerdos de Minsk».

El Gobierno de Kiev insta a la calma y a no sembrar el pánico entre la población 

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió este sábado a los ucranianos que no se dejen llevar por el pánico ante el drástico incremento de las informaciones sobre la inminencia de un ataque ruso y el aumento del número de países que recomiendan a sus ciudadanos salir de Ucrania cuanto antes.

«Como presidente tengo que decir la verdad a la población. Y la verdad es que tenemos diferentes informaciones. Y ahora el mejor aliado de los enemigos es el pánico en nuestro país. Y toda esta información solo ayuda al pánico y no nos ayuda a nosotros», dijo en una comparecencia en la región de Jersón, limítrofe con la península de Crimea, anexionada por Rusia, que recoge la agencia Efe.

Zelenski, quien supervisó ejercicios militares en la zona, dijo que no puede decir si Rusia atacará Ucrania en los próximos días. Admitió que podría ser «cualquier día», como lo hizo en el 2014, pero insistió en la necesidad de analizar toda la información disponible. «Hay demasiada información» sobre una invasión de Rusia a Ucrania, insistió e instó a los que tengan datos certeros sobre una nueva agresión rusa a proporcionarlos a Kiev. Aunque agradeció a EE.UU. compartir información con Ucrania, subrayó que el país eslavo tiene «su propia inteligencia» y que el Gobierno recibe «mucha información de diversas fuentes».

Con banderas ucranianas y carteles de «Gloria a los héroes» y «Crimea es Ucrania», más de 5.000 personas se sumaron en Kiev a la marcha por la unidad para expresar su disposición a resistir a una eventual agresión rusa, en momentos en que Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados cerca de las fronteras ucranianas y lleva a cabo maniobras en la vecina Bielorrusia y el mar Negro.

Los Acuerdos de Minsk, el camino al que se aferran París y Berlín contra la invasión 

C. Aemisegger

Los Acuerdos de Minsk para la paz en el este de Ucrania, firmados hoy hace siete años, son la principal esperanza de Francia y Alemania para evitar una guerra entre Rusia y el país vecino, aunque en la práctica se encuentran desde hace tiempo en un punto muerto.

«A día de hoy [los Acuerdos de Minsk] son el único camino que permitirá lograr una paz duradera» en el Donbás, donde se enfrentan desde el 2014 los separatistas prorrusos apoyados por Moscú y el Ejército ucraniano, dijo esta semana Emmanuel Macron, tras sus reuniones con los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodimir Zelenski.

El mandatario galo aseguró que había recibido de los dos líderes su compromiso con estos acuerdos, pactados el 12 de febrero del 2105 en la capital bielorrusa en una maratoniana cumbre entre Putin; el antecesor de Zelenski, Petró Poroshenko; la entonces canciller alemana, Angela Merkel, y el entonces presidente francés, François Hollande. El objetivo de los acuerdos era poner fin a una guerra que, casi ocho años después de su comienzo, se ha cobrado la vida de 14.000 personas, según la ONU.

El canciller alemán, Olaf Scholz, que mantendrá el lunes y martes en Kiev y Moscú encuentros con Zelenski y Putin, espera recabar también el apoyo de los dos líderes a los Acuerdos de Minsk, que el eje franco-alemán ha intentado revivir en las últimas semanas en el llamado Formato de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) 

Esfuerzo, sin avances

Pese a los esfuerzos de Francia y Alemania por lograr así una desescalada en torno a Ucrania por el despliegue de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con el país vecino, con sendas reuniones de los asesores de los líderes del Formato de Normandía el 26 de enero y el pasado día 10 en Paris y Berlín, aún no han conseguido avances.