«Aquí no hemos empujado, Pablo Casado se cayó solo»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Acto del PPdeG en O Pino al que acudió Casado tras un mal resultado electoral.
Acto del PPdeG en O Pino al que acudió Casado tras un mal resultado electoral. PACO RODRÍGUEZ

Un repaso a las relaciones entre Génova y la dirección del PPdeG

01 mar 2022 . Actualizado a las 06:00 h.

«Aquí no hemos empujado, Pablo Casado se cayó solo». Desde el PPdeG rechazan que la presidencia del partido que previsiblemente asumirá Feijoo en abril sea fruto de un maquiavélico plan maquinado por el de Os Peares. Más bien, todo lo contrario. Los populares gallegos trasladan a La Voz que Feijoo siempre lo ha respaldado, y que esos «fantasmas» en el noroeste sobre los que le alertaban en su entorno no eran más que fruto de unas inseguridades que le acabaron por costar el puesto. «Nunca se creyó el presidente», lamenta una persona vinculada al PP gallego.

El 21 de julio del 2018 Pablo Casado Blanco (Palencia, 1981) fue proclamado presidente del PP tras imponerse en primarias. En buena medida lo consiguió «gracias al apoyo de Feijoo», recalcan, quien en la ronda final le prestó un respaldo decisivo que le permitiría derrotar a Soraya Sáenz de Santamaría.

Pendientes de Vox

Casado triunfó en ese proceso con un mensaje de pureza, de inyectar al PP una carga ideológica que, a su modo de ver, se había esfumado con Rajoy. Feijoo le aconsejó desde el primer momento que no se podía desatender el centro, que es desde ahí donde se ganan las elecciones. Pero el nuevo inquilino de la séptima planta de Génova 13 estaba demasiado preocupado por frenar a los de Abascal. Tanto, que acabó cediendo un importante espacio a su izquierda que fue aprovechado en su día por Ciudadanos. Los de Rivera se quedaron a un puñado de escaños de sorpasar al PP en las primeras elecciones en las que Casado se presentó como cabeza de lista. El líder del PP alegaba en esta última etapa que con él al mando el partido crecía, que había heredado 66 escaños, comentaba, sin mencionar a Rajoy. Sin embargo, Casado asumió el cargo con 137 parlamentarios. El discurso podría haber sido válido si no hubiese sido él quien reclamara a Sánchez unas elecciones con tal insistencia.

Aquellas elecciones de abril del 2019 constituyeron otro momento clave en las relaciones entre Génova y San Lázaro. «El liderazgo de Casado se tambalea», comenta un diputado popular. «No tenía casi donde ir. Y Feijoo le regala su apoyo invitándole a una romería popular en O Pino levantándole el brazo ante 5.000 afiliados», indican.

El nombramiento de Cayetana

Otro punto de desencuentro llegó con la decisión de Casado de nombrar a Cayetana Álvarez de Toledo portavoz parlamentaria. Sin cuestionar la capacidad intelectual de la diputada por Barcelona, desde Galicia advirtieron de los riesgos que conllevaba dicho nombramiento.

Desde las autonómicas de mayo del 2021 los fantasmas comenzaron a asomar también por Madrid. En el PPdeG consideraron que Casado falló al enfrascarse en una disputa con Ayuso. «La necesita para llegar a la Moncloa. No sobra nadie. Que le dé la presidencia del PP de Madrid», trasladaba en su día a La Voz un alto cargo del PPdeG. Otro desencuentro llegó con la reforma laboral. Mientras Casado, pendiente de Vox, apostaba por rechazar lo que presentara el Gobierno, en Galicia consideraban que un acuerdo entre patronal y sindicatos podía haber merecido la abstención, o incluso un apoyo, ya que así se erosionaría más a la coalición. La gota que colmó el vaso llegó con la retransmisión en directo de la crisis final con Ayuso. El móvil de Feijoo se llenó de mensajes pidiéndole un paso al frente como única salida para que el PP cortase su hemorragia.