La subida de los precios rebasó el doble dígito en Galicia en marzo

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

MARCOS MÍGUEZ

El INE confirma que el IPC se disparó en España el 9,8 % por el tirón de la energía, los carburantes y los alimentos, la tasa más alta en casi cuatro décadas

14 abr 2022 . Actualizado a las 13:53 h.

El temor se ha hecho realidad: los precios subieron en Galicia por encima de la barrera psicológica del doble dígito en marzo, según ha confirmado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúa la inflación interanual en la comunidad en el 10,5 %, su tasa más elevada desde octubre de 1984 (entonces estaba en el 10,9 %) y por encima de la media del conjunto del país.

Y es que el Índice de Precios de Consumo (IPC) en Galicia, que se se disparó un 10,5 %, es siete siete décimas más elevado que la media estatal que, con un 9,8 %, se queda también a las puertas del doble dígito, aunque sin rebasarlos, en su nivel más alto en 37 años, desde mayo de 1985. 

En relación con el mes anterior, la inflación subió en marzo en España un 3 % y en Galicia lo hizo tres décimas más. Tras este insólito rali de los precios, que comenzó el pasado verano y que no ha dejado de intensificarse desde entonces, están el incremento de los costes de la energía, los combustibles y los alimentos, como consecuencia de las tensiones que la invasión rusa de Ucrania está provocando en los precios del gas, el petróleo y las materias primas.

Con el dato de marzo, que coincide con las cifras avanzadas a finales del mes pasado por Estadística, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva en el país.

En el caso concreto de Galicia, en términos interanuales todos los productos se han encarecido, con la única excepción de las comunicaciones, que han retrocedido medio punto. Las mayores subidas porcentuales las han experimentado la vivienda, con un escalada del 38,9 % por el impacto de la energía (luz y gas para calefacción); el transporte (por el tirón de los combustibles) un 19,1 %; y los alimentos, un 6,7 %, debido al repunte de precios de las materiales primas y del mayor coste de su elaboración. También hoteles, cafés y restaurantes se encarecieron un 5,5 % por idénticas razones.

Comparados con el mes anterior, en la comunidad la mayor subida de precios le corresponde, de nuevo, a la vivienda (11,6 %), seguida del transporte (7,5 %), hoteles y restauración (1,4 %) y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2 %), mientras que solo el ocio y la cultura moderaron una décima su coste respecto a febrero.

Abriendo el foco al conjunto del país, según el INE, la subida interanual del IPC hasta el 9,8 % se debe al repunte de los precios de la electricidad y del gasoil para calefacción; al incremento de los precios de los carburantes para vehículos personales; al aumento de los precios de la restauración y los servicios de alojamiento, y al encarecimiento «generalizado» de los alimentos, especialmente del pescado y el marisco, de la carne, de las legumbres y hortalizas, y de la leche, el queso y los huevos.

A doble dígito sin la bajada de impuestos energéticos

Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en marzo el 10,7 %, nueve décimas más que la tasa general del 9,8 %. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.

En sentido contrario, la inflación subyacente, que es la que no contabiliza los alimentos no elaborados ni los productos energéticos, muestra un comportamiento más contenido, ya que aunque aumentó en marzo cuatro décimas, su tasa se situó en el 3,4 %, es decir, casi un tercio de la general (más de seis puntos por debajo del IPC general). Aún así, es su valor más alto desde septiembre del 2008.

En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 68,3 %; los aceites y grasas han elevado sus precios un 32,1 % y el transporte personal es un 19,3 % más caro por el mayor coste de los carburantes. También registran alzas de dos dígitos los huevos y la leche (un 11 % más caros que hace un año) y la carne de ovino y el pescado fresco y congelado, con repuntes del 10,1 % en ambos casos.

El IPC dispara su tasa mensual al 3 %

En tasa mensual, el IPC registró en marzo un incremento del 3% respecto a febrero, su mayor alza mensual en cualquier mes desde el 2002, cuando se cambió la metodología de esta estadística para recoger mejor la evolución del mercado. Echando la vista más atrás, tomando series anteriores, el repunte mensual de marzo es el más elevado desde agosto de 1977.

En el tercer mes del 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 9,8 %, más de dos puntos por encima de la de febrero. Por su parte, el indicador adelantado del IPCA avanzó un 3,9 % en tasa mensual.

Los sindicatos desoyen al Banco de España y exigen cláusulas de garantía salarial en los convenios

Clara Alba / Colpisa

Con las negociaciones por un pacto salarial encalladas, los sindicatos vuelven a presionar para lograr un acuerdo que incluya cláusulas de revisión que eviten la pérdidas de poder adquisitivo ante el alza de la inflación. La secretaria de Acción Sindical de CC.OO., Mari Cruz Vicente, pidió ayer a los empresarios que «superen su miopía del corto plazo», confiando en que la «preocupante subida de la inflación» será transitoria. «El riesgo está en que el no mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios repercuta de manera importante en el crecimiento», advirtió.

Las cláusulas de garantía salarial se han convertido en uno de los principales focos de fricción en la negociación con la CEOE, con organismos como del Banco de España respaldando a la patronal al asegurar que ligar los salarios al IPC podría suponer un riesgo para la buena marcha del mercado laboral, por el peligro de alimentar una espiral de subidas.

Desde CC.OO. apuntan, no obstante, que el alza de la inflación subyacente demuestra que el efecto de segunda ronda viene de «la decisión de los empresarios de subir los precios para mantener los márgenes de beneficios».

Los expertos calculan que el IPC terminará el año en el entorno del 7 %

Edurne MarTínez / Colpisa

Hay previsiones más optimistas que otras, pero en lo que coinciden los expertos es en que la inflación terminará el año por encima de la tasa del 2021, que fue del 6,5 %, debido a las tensiones comerciales y energéticas que está suponiendo la invasión de Ucrania. La luz sigue en valores altísimos debido a su vínculo con el precio del gas, y los carburantes tiran al alza por los problemas de suministro del petróleo.

La mayoría de economistas consideran que España no llegará a los dos dígitos y que la inflación de marzo (9,8 %) será la más alta del año, ya que el mecanismo para topar el precio de la luz (pendiente de la luz verde de la Comisión Europea) y la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante harán que el IPC se vaya moderando los próximos meses. Los precios de los alimentos frescos, también muy tensionados, se irán relajando una vez finalizado el paro del transporte.

Las previsiones más optimistas son las de la Autoridad Fiscal (AIReF), que apuntan a una inflación a final de año del 6,2 %. Por encima se sitúa la estimación de Funcas, que sube la apuesta al 6,8 %, y BBVA Research, que considera que los precios finalizarán el año en el 7 %. Por su parte, Fedea suma un punto a la tasa del año pasado, con el 7,5 % para e 2022, el mismo cálculo que hace el Banco de España. Hay que remontarse a 1986 para dar con valores de inflación superiores al 7 %.

La consecuencia directa de la subida de precios es el recorte de poder adquisitivo. Según los cálculos de Funcas, los consumidores perderán 16.700 millones en capacidad de compra por la elevada inflación, lo que hará que muchos empiecen a tirar de ahorros incluso para adquirir los productos más básicos. Los que por ahora no perderán poder de compra serán los pensionistas, para los que el Gobierno ha garantizado la revalorización de sus nóminas conforme al IPC.