El Gobierno asumirá las bajas por dolor de regla desde el primer día

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María Pedreda

Tras una tensa negociación entre los ministros, finalmente la ley del aborto que se aprobará el martes incluirá esta medida

14 may 2022 . Actualizado a las 10:05 h.

Si uno sufre cólicos, dolores fuertes de espalda o, por ejemplo, migrañas puede cogerse una baja por incapacidad temporal y quedarse en casa descansando. Los tres primeros días no los cobrará y, a partir del cuarto, recibirá el 60 % de su salario. La empresa asumirá hasta el día 15 y de ahí en adelante la que paga es la Seguridad Social, es decir, el Gobierno. De la baja por reglas dolorosas —que, tras una tensa negociación entre ministerios, se incluye finalmente en el anteproyecto de la nueva ley del aborto que el próximo martes debatirá y aprobará el Consejo de Ministrosse hará cargo por completo el Ejecutivo y, además, desde el primer día, principal diferencia con el permiso ya contemplado en la legislación actual al que aluden los que defienden que no era necesaria una norma específica.

Si Igualdad ha hilado fino no ha sido para cerrar la boca a los que torcieron el morro cuando se filtró el borrador, sino para garantizar que esta no será de ninguna manera una medida discriminatoria, que una empresa no va a contratar a un hombre antes que a una mujer porque, quizá, a ella tendrá que pagarle varios días de baja al mes durante años. «Que el Gobierno asuma el coste de esta baja es una medida positiva para evitar la discriminación porque, si no hay ningún coste empresarial directo, no va a suponer perjuicio alguno para la compañía», resume el experto en derecho laboral Fabián Valero, preocupado por cómo será la redacción final de la norma.

La letra pequeña es importante: tiene que ser una fórmula cuidadosa a la hora de definir qué dolor se considera incapacitante y debe garantizar bien que la mujer no va a ser penalizada en el acceso al empleo, lo que —en teoría— quedaría descartado al asumir la baja la Seguridad Social. Pero, ojo, porque aunque el empresario no va a tener que pagar la baja, sí va a estar tres días al mes sin la empleada que la solicite. ¿Coloca esto en desventaja a la mujer a la hora de acceder a un trabajo? El experto advierte de otra arista aquí: «Esto va suponer un problema en cuanto a protección de datos. Se va a crear un sistema donde solo un tipo de baja —esta, la de las reglas dolorosas— será sufragada por el Estado, con lo cual las personas que están haciendo las nóminas en las empresas van a tener conocimiento de un dato personal que afecta a la salud de la trabajadora».

Los días que cada mujer necesite

La propuesta final no fija una duración determinada para la baja, que en un primer momento se había concretado entre tres y cinco días. Según los pocos detalles que trascendieron este viernes, será el mismo médico que valide la situación de incapacidad el que considere cuántas jornadas deberá guardarse reposo en cada caso y, para facilitar que la medida llegue a todas las mujeres que lo necesiten, no se exigirá un mínimo de tiempo cotizado a la Seguridad Social. La medida costará 43 millones anuales a las arcas públicas, revela la memoria de impacto que acompaña al anteproyecto, a la que ha tenido acceso el diario ABC.

Cree el también abogado laboralista Miguel Arenas que el tema está levantando tantas ampollas porque afecta a las mujeres. Según datos de la Seguridad Social, en toda España hay aproximadamente 950.000 incapacidades permanentes reconocidas, apunta, y más de 600.000 son de hombres. «¿También vamos a ponerles trabas para acceder a una incapacidad temporal tan específica?», se pregunta. «Un hombre y una mujer pueden tener ambos una artrosis o una lumbalgia, pero solo las mujeres pueden menstruar —completa Fabián Valero— Es un dolor intrínseco a la condición femenina que puede penalizar su desarrollo profesional». Igual que hay situaciones de desigualdad donde el Estado interviene —por ejemplo, con las bonificaciones para la contratación de personas con discapacidad—, «esta es una situación que solo se puede producir en el caso de la mujer», señala este experto, «y es entendible que tenga un trato diferenciado, sin ser esto discriminatorio con el hombre».

¿Pero cómo se llevará a la práctica? ¿Podría ser esta una baja definitiva, reconocida para repetirse todos los meses? «Sí podría ser —responde Arenas—, lo que pasa es que, aunque hubiese esa previsión de futuro de un daño que se reproduce en el tiempo, exigiría un control médico actualizado cada cierto tiempo, como de hecho ocurre con las incapacidades temporales. Un médico de familia cuando da una baja médica no la da con carácter definitivo, la da sujeto una prescripción determinada y a unos controles».