Acoso a un guardia civil en el cuartel: «Maripili», «fresita»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

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Imagen del cuartel de la Guardia Civil de Noia
Imagen del cuartel de la Guardia Civil de Noia MARCOS CREO

El Tribunal Supremo confirma que el agente fue humillado por cuatro compañeros en Noia y los condena a 10 meses de prisión

05 jun 2022 . Actualizado a las 09:52 h.

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo acaba de ratificar la pena de 10 meses de prisión para cada uno de los cuatro guardias civiles que acosaron y humillaron durante años a un compañero en el cuartel de Noia con insultos, bromas, motes y comentarios homófobos y despectivos sobre su aspecto y sobre su valía profesional. Se referían a él con expresiones como «maricón», «maripili», «fresita» o «la mujer del Puesto». El Supremo desestima el recurso de casación presentado por los procesados y confirma la sentencia del Tribunal Militar Territorial Cuarto, con sede en A Coruña, dictada en junio del 2021. Además, incluye al Estado como responsable civil subsidiario en el pago de la indemnización de 10.000 euros a la víctima por daños psíquicos y morales causados por el delito de abuso de autoridad.

El caso se remonta al 2010, año en el que el guardia civil que fue humillado se incorporó al cuartel de Noia. Los hechos probados de la sentencia relatan que desde su incorporación al destino comenzó a percibir un trato distante e inadecuado por parte de un cabo primero y tres guardias civiles más veteranos que él. La sentencia señala que se hicieron comentarios como «los maricones no deberían estar en la Guardia Civil», «arriba España y muerte a los maricones» o «prefiero tener un hijo muerto o drogadicto que maricón».

El tribunal añade que esas expresiones se alternaban con bromas y mofas, y que también se hacían comentarios sobre la valía profesional del agente con descalificaciones como «vago» o «inútil». Dice la sentencia que esa situación se mantuvo de manera continuada desde el 2010 hasta el 30 de noviembre del 2014, día en el que el guardia civil tuvo que ser atendido al sufrir una crisis de ansiedad. Desde esa fecha permanece de baja para el servicio, precisa la intervención de profesionales de salud mental y recibe atención psicológica y psiquiátrica por un cuadro crónico y complejo de larga duración.

«Está de baja y pendiente de pasar un tribunal médico que evalúe su estado actual», explica Esther Diz, abogada del guardia civil acosado, quien recuerda el calvario que sufrió su defendido durante los años que duraron las humillaciones. «Hasta que se dictó la sentencia condenando a los acosadores, en el 2021, nadie le creía. Sus compañeros no querían meterse en problemas».

La abogada dice que el proceso ha sido complicado y afirma que su cliente, que ahora tiene 38 años, lo pasó muy mal: «En la Guardia Civil le decían que tenía problemas de autoaceptación y como solución le recomendaban que no hiciese caso a quienes lo insultaban». Diz sostiene que «la Guardia Civil se portó fatal con él y que nadie lo apoyó». Y lamenta que no le ofrecieran ninguna salida laboral para estar alejado de quienes lo acosaban.

Respuesta de la Guardia Civil

Desde la Guardia Civil matizan esa última afirmación, pues el coronel jefe de la Comandancia de A Coruña, Francisco Javier Jambrina, recuerda que en el mismo momento en que tuvo conocimiento del problema se trasladó al cuartel de Noia y se reunió con el agente. Tras conocer su situación lo destinó a las oficinas de Santiago mediante una comisión de servicio temporal «para alejarlo del foco del problema». Pero una vez en Santiago, el guardia civil también causó baja médica, por lo que no se le renovó la comisión de servicio.

El alto mando también afirma que se activó el protocolo antiacoso para este caso, pero que se cerró con la conclusión de que no se pudo acreditar la persistencia del acoso y que este había sido un hecho puntual. El coronel Jambrina señala que ahora la Guardia Civil está analizando si jurídicamente hay que tomar alguna medida interna con los cuatro condenados.