El PSOE se queda solo en la defensa de la cuestión del Sáhara y las nuevas relaciones con Marruecos

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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El presidente del Congreso, Pedro Sánchez, junto al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el Congreso de los Diputados.
El presidente del Congreso, Pedro Sánchez, junto al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el Congreso de los Diputados. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Ninguno de los partidos de dentro y fuera del Gobierno ha defendido el giro en la posición histórica de España respecto a la autonomía saharaui

08 jun 2022 . Actualizado a las 13:08 h.

Tras unas semanas agitadas por el caso del espionaje con el programa Pegasus y las nuevas relaciones con Marruecos establecidas por el Gobierno unilateralmente el pasado mes de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debía comparecer ante el Congreso de los Diputados sobre dichas medidas, con especial atención al Sáhara Occidental. Si bien España mantenía una posición favorable a la soberanía saharaui, el actual Ejecutivo cambió su postura para reconocer la soberanía marroquí sobre dicha región y convertirla en una provincia autónoma encajada en el territorio de Mohamed VI.

Sánchez ha explicado qué logros se esperan alcanzar con las nuevas relaciones bilaterales con el vecino del norte de África. Transparencia y comunicación permanente para mantener la confianza y resolver incidentes. Compromiso de respeto mutuo. Apertura de fronteras terrestres. Reconocimiento de la soberanía de Ceuta y Melilla. Protección de las aguas de Canarias. Controlar los flujos migratorios. «Las nuevas relaciones son un hecho, y queda mucho por hacer», ha señalado. No quiso cerrar el discurso al respecto sin referirse a la cuestión saharaui, y ha vuelto a insistir en que el acuerdo con Rabat es la más «seria y creíble» y que cuenta con apoyo internacional.

«Francia apoya esta posición, el presidente de Alemania también, EE. UU. Dice que el plan es serio y realista. Las nuevas relaciones son un hecho, y queda mucho por hacer», afirmó el jefe del Ejecutivo, quien insistió también en la necesidad de mantener los «lazos históricos y humanos» que España tiene con Marruecos y desarrollarlos a través de la cooperación.

La oposición exige responsabilidad y soberanía

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha sido crítica con Sánchez y le ha exigido que «España merece un Gobierno que se tome en serio las cuestiones de Seguridad», refiriéndose al caso del espionaje de Pegasus y la poca cooperación del Gobierno con Ucrania. «A día de hoy sabemos sin conocer quién negoció la famosa carta y quién se la entregó a Mohammed VI. Tampoco si está relacionado o si tuvo que ver con el espionaje con Pegasus y qué archivos les fueron sustraídos», ha enunciado. Además, Gamarra ha solicitado que Sánchez responda sobre si el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, asumirá responsabilidades tras ser llamado por el juez que investiga el supuesto espionaje de Marruecos a ministros a través de Pegasus y ha concluido que «ha estropeado las relaciones con Argelia deteriorando nuestra economía. Usted ha sido quien ha roto las relaciones con Argelia y son los españoles los que lo pagan».

Más duro se ha mostrado el líder de Vox, Santiago Abascal: «Ha de saber Marruecos que su posición con el Sáhara solo le atañe a usted, no a esta Cámara ni al próximo Gobierno de España», ha alegado. Ha reclamado que «le exija a Marruecos que reconozca la soberanía española sobre ellas» y que acabe con las «políticas de sumisión», ajenas a los despachos de Marruecos y Bruselas: «Exigimos soberanía, que significa que las personas y las familias puedan retomar el control sobre sus vidas y su futuro», ha concretado. 

Por su parte, Ciudadanos, a través de su presidenta, Inés Arrimadas, ha recalcado también que las medidas tomadas por el Gobierno son «increíbles» y ha destacado el desgaste con Argelia, fruto de las nuevas relaciones con Marruecos. También se ha referido a Ceuta y Melilla como dos ciudades a las que, respecto a su soberanía, los miembros del Gobierno «han dejado tiradas» por no conseguir que Rabat reconozca que son españolas abiertamente.

Rectificaciones por las «víctimas»

Los partidos socios de Gobierno de Sánchez han sido unánimes en su discrepancia con respecto al Sáhara. ERC, Bildu, PNV y el resto de formaciones políticas socias del Ejecutivo han pronunciado un sonoro «no» respecto a que el Sáhara Occidental pueda ser una provincia autónoma encajada dentro del territorio gobernado por Mohamed VI.

El portavoz del grupo de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha sido claro: «Sobre el Sáhara ya conoce nuestra posición porque es la misma de siempre. Nuestra posición es defender el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Marruecos es la potencia invasora y el Sáhara es la agredida». Además, ha recordado que el giro de EE. UU. respecto a la independencia de la excolonia española lo dio el expresidente Donald Trump y que, de ser más «firmes» con Marruecos, «tendría el positivo efecto secundario de pararle los pies a la ultraderecha».

El dirigente de ERC, Gabriel Rufián, ha reprochado al Gobierno sus políticas con respecto a la OTAN y ha remarcado que el aumento de hambre en el mundo será algo que afecte a la cuestión de Marruecos y el Sáhara: «Lo que significa el cambio de postura del Gobierno es que la gendarmería marroquí dé palos a esa hambruna que se pegará a la valla cuando no tengan qué comer. Rabat quiere vender miles de kilómetros en el desierto para invertir en energías renovables. Pero esos kilómetros tienen nombre y dueño: Sáhara occidental», ha remarcado.

El PNV ha querido añadir a todo el debate un matiz sobre la transparencia del Gobierno de Sánchez en todo el caso y su líder, Aitor Esteban, ha querido afearle que sea poco claro al respecto: «Se hackearon los móviles de Exteriores, Interior, Defensa y Agricultura, y este último es la prueba del nueve, porque el ministro fue embajador en Marruecos. Ya sabemos todos quienes estaban detrás del hackeo, pero díganlo». No obstante, ha aludido a la «hipocresía» del PP en sus declaraciones sobre el Sáhara, alegando que se posicionarían igual que el PSOE de estar gobernando: «Sepan los saharauis que esa bancada y esta bancada van a hacer lo mismo, porque están de acuerdo», ha alegado.

El diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, ha pedido a Sánchez que haga honor a su compromiso con Marruecos con el resto del Congreso: «En la carta a Mohamed VI hacen una afirmación chistosa que las relaciones se basarán en la transparencia y seguimos sin conocer el contenido de la carta. ¿Puede usted reconocer que el Sáhara es un territorio ocupado con derecho a autodeterminación? Si es así, dígalo». Ha criticado también que se haya dado este giro y que no se haya negociado con el polisario: «El polisario ha roto las relaciones y dice que su posición dificulta la resolución del conflicto. ¿Por qué no se va a los campamentos de Tinduf para explicarles que su posición es la correcta y que ellos están equivocados?», ha concluido.