Daniel, testimonio de la viruela del mono: «Me recuerda al estigma del VIH»

Redacción

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Alejandro Garcia | EFE

Uno de los primeros pacientes de la enfermedad en nuestro país urge sobre la necesidad de cambiar el foco y no atacar a los colectivos vulnerables

05 nov 2022 . Actualizado a las 12:39 h.

Daniel es un joven periodista de Barcelona y uno de los primeros pacientes en España en contraer la viruela del mono. En una entrevista con la agencia EFE explicó que «el estigma de que es una enfermedad de gais» le recuerda «al VIH/Sida de los ochenta» y advierte del peligro de que el resto de la población «se relaje» como si fuera inmune.

«Hay prácticas de riesgo, no grupos de riesgo», apunta el joven, que ve en el tratamiento de algunos medios de comunicación y voces de la ultraderecha una estigmatización del colectivo LGTBI. Considera que hay desinformación alrededor de la viruela del mono y que es necesario tener cuidado con el foco, apuntando hacia los homosexuales.

«No es una enfermedad de transmisión sexual: lo puedes coger por un abrazo, un beso, por compartir una toalla en playa, pero todo forma parte del estigma, como pasaba con el discurso de los 80 del VIH. Se intenta culpabilizar a las personas por estar enfermas. Es culpar a un colectivo que ya es vulnerable por el simple hecho de ser diferente», señala el periodista. En su caso, explica que acudió al festival Pride en Canarias y, tras regresar, empezó a sufrir fiebres altas a las que no dio importancia hasta que empezó a verse ampollas en los tobillos como las que aparecían en la televisión. «Fui al hospital y como aún no había mucha información me llevaron al box de enfermedades tropicales y me pusieron hasta una escafandra. La verdad que sentí miedo, parecía que tenía algo muy grave como el ébola», narra.

El tratamiento se basó en reducir la fiebre y en mantenerse en aislamiento estricto 21 días, apunta. «Por suerte lo pasé más o menos leve, no me dolieron las ampollas; lo peor fue la inflamación de ganglios, fue lo más engorroso», rememora Daniel. Tiene claro que en su caso el contagio fue fruto de una práctica sexual en Canarias con alguien que antes había sido contagiado en Madrid, donde se cree que se inició en España. Tras confirmar su enfermedad, recuerda que tuvo que hacer «la lista» de contactos estrechos para advertirlos. «Es engorroso e incómodo, pero hay que hacerlo para cortar la transmisibilidad», afirma.

Preguntado sobre si no cree que los festivales multitudinarios deberían restringirse hasta que se avance en la vacunación, niega que nadie deba dejar de hacer nada, especialmente en el colectivo. «El problema no son las fiestas, lo que hay que combatir es el estigma gay. Porque si se cree que solo afecta al colectivo, el resto de la población se puede relajar y aumentar ahí el contagio», ha considerado. «Hay que ser prudentes, aprovechar que ahora se vacuna y no dejar de hacer nada por miedo a ponerse enfermo. Hay que convivir con ello», ha añadido.

De que se haya relacionado y estigmatizado la viruela y el colectivo LGTBI desde el principio tiene parte de culpa también, en su opinión, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien hace unas semanas dijo que hasta que se controlara la enfermedad los homosexuales debían limitar sus parejas sexuales. «Esas palabras fueron muy desafortunadas y estigmatizadoras y no ayudan a concienciar al conjunto de la sociedad», ha señalado Daniel.

Los casos confirmados de viruela del mono en España siguen aumentando y ya se han notificado 5.162, lo que supone 585 más que la pasada semana, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). Hasta el momento, la mayoría de los pacientes detectados en España y el resto de países no endémicos relacionados con este brote son leves, con una proporción baja de ingreso hospitalario y de letalidad.