Orbán descabeza al servicio de meteorología por equivocarse y provocar la cancelación de los fuegos de la fiesta nacional

Efe BUDAPEST

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Peter Lakatos | EFE

El Gobierno de Hungría ha despedido a dos directores de la entidad por errar al pronosticar mal tiempo para el 20 de agosto; en el 2006 murieron cinco personas a orillas del Danubio durante las fiestas debido a un temporal

23 ago 2022 . Actualizado a las 18:31 h.

El Gobierno húngaro de Viktor Orbán ha despedido a dos directores del Servicio Nacional de Meteorología (OMSZ) tras fallar su pronóstico de tempestades que habrían motivado la cancelación de fuegos artificiales en la fiesta nacional del pasado 20 de agosto, una medida calificada hoy por la entidad de «inaceptable» y «sin fundamentos». «Es inaceptable y sin fundamentos que los directores del OMSZ hayan sido despedidos», afirma el servicio en un comunicado publicado este martes, en reacción a los despidos de la presidenta del servicio, Kornélia Radics, y el vicepresidente, Gyula Horváth, anunciados el lunes por el ministerio de Tecnología e Industria.

Aunque el comunicado del ministerio de Tecnología e Industria no ha justificado el despido, la prensa y los políticos locales dan por seguro que las razones estaban relacionadas con ese pronóstico. Es «indigno que toda la responsabilidad [de la cancelación de los festejos] se haya transferido al OMSZ», añade la nota, recordando que «desde el 19 de agosto hasta la cancelación de los fuegos artificiales hubo presiones y expectativas políticas que ignoraban las inseguridades de los pronósticos».

Un cuerpo operativo creado por el Gobierno en vista de las predicciones de fuertes temporales decidió al mediodía del 20 de agosto cancelar los fuegos artificiales planificados después de que la OMSZ pronosticara unas tormentas que finalmente no han ocurrido. Previamente, el Gobierno del ultranacionalista había prometido que esos fuegos artificiales en Budapest iban a ser «los más grandes de Europa».

El pasado día 21, el OMSZ pidió las disculpas de la población por el pronóstico erróneo, aunque señalando que los datos indicaban una alta probabilidad de tormenta y fuertes vientos. No es de extrañar que los meteorólogos fueran precavidos y lanzaran una alerta, ya que el 20 de agosto del 2006, decenas de miles de espectadores de estos tradicionales fuegos artificiales se vieron sorprendidos por una tormenta que generó pánico y la muerte de cinco personas en las orillas del Danubio. Hungría celebra cada año la beatificación de San Esteban (975-1038), fundador del Estado húngaro, el 20 de agosto de 1083.