Más de 17 millones de europeos han sufrido síntomas persistentes de covid

María Viñas Sanmartín
maría viñas LA VOZ

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Lauren Nichols, paciente de covid persistente
Lauren Nichols, paciente de covid persistente STRINGER | REUTERS

Las mujeres tienen el doble de posibilidades de padecerlos que los hombres

16 sep 2022 . Actualizado a las 15:01 h.

Aunque depende de cada individuo, una persona sana, sin problemas de salud previos, suele recuperarse del covid-19 en unos 15 días. Hay quienes sin embargo arrastran síntomas durante meses, aún dando negativo, e incluso quienes se recuperan y, tiempo después, vuelven a sentirse mal. A finales del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió oficialmente el covid persistente como aquella afección que suele aparecer tres meses después del contagio, que se prolonga como mínimo dos y que no se puede explicar con un diagnóstico alternativo. Ahora, además, desglosa cifras: al menos 17 millones de europeos la han sufrido en los dos primeros años de pandemia.

«Se estima que al menos un 10 % de todos los que se contagian desarrollan covid persistente —explica Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)—, pero no quiere decir que 17 millones de personas hayan estado o estén en estado grave; algunas presentan más síntomas, con alteraciones funcionales importantes, y otras menos». «Lo que sí es cierto —advierte— es que estamos ante una entidad que, aunque reciente, supone una gran afectación».

El estudio que hizo público ayer la OMS, llevado a cabo por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, muestra un llamativo incremento de casos entre el año 2020 y el 2021. La gran cantidad de infecciones que dejó la tercera ola, más todos los contagios registrados el segundo año de pandemia dispararon los afectados en un 307 %. La experta interpreta este dato: «Es acumulativo, van apareciendo pacientes que pueden llevar meses y meses peregrinando por el sistema con una afección a la que no le encuentran causa, sin saber a qué responde. No quiere decir que todos esos casos se hayan contagiado tres meses antes. Y a medida que vamos sabiendo más, los diagnósticos se van mejorando».

Por qué les afecta más a ellas

El trabajo sugiere que las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir covid de larga duración que los hombres. El riesgo aumenta dramáticamente entre los casos graves que necesitan hospitalización, añade el estudio, con una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres propensos a desarrollar esta enfermedad de forma prolongada. ¿Por qué les afecta más a ellas? «Por una parte está el tema hormonal, que puede hacer que los síntomas que persisten en el tiempo sean mayores, pero también está el hecho de que muchas enfermedades que se asocian a alteraciones de la inmunidad son más frecuentes en mujeres, la inmunidad tiene unas condiciones diferentes en el hombre y en la mujer —observa Rodríguez Ledo—. Tampoco se puede desdeñar que la alteración funcional y la repercusión que produce puedan ser ligeramente diferentes según el sexo, tanto por los roles que desempeñan uno y otro como por la afectación en sí misma».

Haber pasado bien la enfermedad no es garantía de nada

Relajarse es peligroso, a pesar de que a medida que avanzan las olas la prevalencia del covid persistente es —probablemente gracias a las vacunas— cada vez menor. «Puede ser que una persona no desarrolle síntomas de larga duración tras un primer contagio, pero sí en contagios posteriores, tras alguna reinfección», advierte Pilar Rodríguez Ledo. Haber pasado sin problema la enfermedad no es garantía de nada, como tampoco uno está protegido frente a futuras infecciones por sufrir esta afección prolongada. Hay pacientes que luego se han vuelto a contagiar, y en esos contagios posteriores suele agravarse la sintomatología previa. La doctora reivindica el abordaje integral y su homogeneización: «No es justo que un paciente sea tratado diferente según la comunidad, la provincia o incluso el profesional que le atienda. Es importante que se conozca, se reconozca y se iguale la atención».