Tensión a la salida del exdirectivo del ADIF del juicio del Alvia: «Tienes 80 muertos a tus espaldas, no tienes vergüenza»

Xurxo melchor / Pablo González SANTIAGO / LA VOZ

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Las víctimas abuchearon a Andrés Cortabitarte cuando abandonaba la Cidade da Cultura y uno de ellos llegó a darle un manotazo

06 oct 2022 . Actualizado a las 20:04 h.

Entró por una puerta trasera porque no quería ver cara a cara a las víctimas del accidente de Angrois, pero a Andrés Cortabitarte, exdirector de la Seguridad del ADIF y uno de los dos acusados en el juicio por el descarrilamiento de un tren Alvia el 24 de julio del 2013, no le quedó más remedio que salir por la puerta principal cuando finalizó la primera sesión de la vista. Lo hizo custodiado por un buen número de agentes de la unidad antidisturbios de la Policía Nacional, la UIP, y se encontró con un pequeño grupo de padres de fallecidos que le gritaron «tienes 80 muertos a tus espaldas, no tienes vergüenza», «mataste a mi hija» o, mostrándole una foto de su hijo, «ahí lo tienes, 27 años, su muerte cargará en tus espaldas para siempre, da igual lo que diga la sentencia».

Fruto de esa enorme tensión, una de las víctimas, padre de una de las fallecidas aquella trágica tarde en la curva de Angrois, en Santiago, le dio un manotazo por la espalda a Andrés Cortabitarte, que se quedó parado y pareció marearse, seguramente más por la situación que por el impacto del golpe. La Policía Nacional identificó al autor del manotazo, mientras sus compañeros le pedían a los agentes que les protegieran a ellos, y no al exdirectivo del ADIF. «Nosotros somos las víctimas, no él», reclamaban.

El padre de una víctima del accidente, increpando al exdirectivo del ADIF.
El padre de una víctima del accidente, increpando al exdirectivo del ADIF. XOAN A. SOLER

Los agentes de la UIP escoltaron a Cortabitarte hasta que se subió al coche en el que abandonó la Cidade da Cultura, donde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y la Xunta han habilitado la sala de vistas en la que se desarrollará la macrocausa. Antes había salido el otro acusado, el maquinista del tren, Francisco Garzón. También escoltado por la Policía Nacional, aunque en su caso solo tuvo que abrirse camino entre la maraña de cámaras de televisión y periodistas que querían saber cómo afronta el juicio. No respondió ninguna pregunta y se marchó sin problemas porque las víctimas aprecian que haya reconocido su error y haya pedido perdón.

La llegada de Andrés Cortabitarte al edificio judicial habilitado en la Cidade da Cultura fue mucho más tranquila para el exdirector de la Seguridad del ADIF, ya que le permitieron entrar por una puerta trasera. Un privilegio que no sentó bien a las autoridades judiciales, por lo que después se vio obligado a abandonar el recinto por el mismo acceso que el resto de participantes en el juicio.