Los alimentos no dan tregua y se disparan casi un 16 % en doce meses

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

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La energía modera al 5,7 % el IPC general, pero la subyacente escala al 7 %

15 feb 2023 . Actualizado a las 21:11 h.

Los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que los precios subieron dos décimas en diciembre respecto a noviembre, pero que moderaron su escalada anual. Cayeron más de un punto, cerrando el año con un incremento interanual del 5,7 %, su tasa más baja desde noviembre del 2021.

Sin embargo, el vaso puede verse medio lleno, pero también medio vacío. Y es que el alivio del índice general del IPC, achacable a la moderación de la energía (gracias a las medidas públicas de contención y subvención), no supone un respiro mínimamente perceptible para los bolsillos de los consumidores, ya que el precio de los alimentos no ha dejado de encarecerse, hasta alcanzar niveles históricos. En concreto, en diciembre la escalada en la cesta del súper del súper frisó el 16 % (15,7 %) de subida respecto al mismo mes del 2021.

Galicia no solo repite la tendencia nacional, sino que incluso registró un alza más acusada del coste de la vida. Así, mientras que el IPC general avanzó una décima mensual en diciembre (la mitad que el conjunto del Estado), en términos interanuales los precios escalaron en la comunidad siete décimas más, hasta el 6,4 %. De nuevo volvió a ser la alimentación el componente que más tiró de la inflación, encareciéndose nada menos que un 16,2 % en doce meses, seguida de restaurantes y hoteles, por encima del 9 %.

La comida, en niveles récord

Si en términos generales, con los alimentos cada vez más caros (casi un 16 % de media, el récord de la serie histórica, que comenzó en 1994), llenar el carro de la compra es un quebradero de cabeza para muchas familias, la escalada de algunos básicos es desorbitada y descuadra las economías domésticas.

Como muestra el gráfico que acompaña la información, es el caso, por ejemplo, del azúcar, que en el último año ha subido nada menos que un 50,6 % (un aún más abultado 63,4 % en Galicia).

Le siguen otros productos tan básicos en la compra habitual como el aceite o la leche, con alzas cercanas al 40 %, los huevos (casi un 30 % en España y un 38,2 % en la comunidad) o los derivados lácteos, los cereales y las patatas, todos ellos con subidas superiores al 22 %.

Los persistentemente altos precios de los alimentos —un fenómeno que se agudizó con el estallido de la guerra de Ucrania— llevaron al Gobierno a adoptar medidas en el último Consejo de Ministros del año para aliviar la presión sobre los hogares. A ese objetivo responden tanto el cheque de 200 euros para las familias más vulnerables, como la bajada y supresión temporal del IVA de algunos alimentos básicos, aunque la rebaja sea mínima y si los súper la aplican o no esté ahora generando polémica.

Más subida para enero

A la espera de que las medidas públicas relajen los precios de los alimentos —como el pasado año lo hicieron con los de la energía y los combustibles—, las previsiones inmediatas del IPC no son optimistas. El Instituto Galego de Estadística (IGE) avanzó ayer que para enero espera que la inflación suba. En concreto, adelantó una tasa interanual del 6,8 % en la comunidad, lo que supone cuatro décimas más que la de diciembre, mientras que en comparativa mensual no prevé cambios.

La subyacente, disparada

Aunque el IPC interanual de diciembre está más de cinco puntos por debajo del pico del 10,8 % registrado en julio (en Galicia rebasó el 11 %) —el nivel más alto desde septiembre de 1984—, lo que más preocupa en este momento es la evolución de la inflación subyacente, es decir, la que excluye los alimentos frescos y los productos energéticos.

Este índice, que el INE fijó en el 6,9 % en su avance de diciembre, finalmente subió una décima más, hasta el 7 %. Esa tasa es siete décimas más alta que la de noviembre y la más elevada desde noviembre de 1992. La subyacente rebasa al índice general por primera vez desde febrero del 2021 y abre una brecha con él de 1,3 puntos porcentuales.

La subyacente preocupa especialmente a los expertos porque supone la traslación a los precios del aumento de los costes de producción y, dado que es difícil de rebajar, se cronifica con facilidad.

El INE también publicó el índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que es el que se utiliza para compararlos de forma homogénea en todos los países europeos. En diciembre, el IPCA cerró en el 5,5 % interanual, lo que supone más de un punto por debajo del registro del mes anterior.

La fuerte caída de la electricidad, de un 30,8 %, evita que la cesta sea todavía más cara

F. F. / Redacción / La Voz

La inflación empezó a despegar en España en marzo del 2021 con un entonces tímido 1,3 % en comparación con el mismo mes del año anterior. Eran los primeros síntomas de una crisis de precios energéticos que todavía no dejaba adivinar la virulencia con la que atacaría los hogares y las industrias españolas (y europeas). Y son esos mismos productos relacionados con la energía los que ahora están manteniendo en vereda el índice de precios al consumo. La cesta de la compra no es más cara todavía gracias precisamente a la moderación de estos bienes al final de año. Especialmente, la electricidad, que, según datos del INE, bajó en diciembre un 30,8 % en cómputo anual. Ese producto encadenó así tres meses seguidos de caídas, que comenzaron en octubre, con un 15,4 %, y siguieron en noviembre con un 22,4 %. Atrás quedaron meses de lo más negro, como marzo del 2022, cuando experimentó un meteórico incremento de un 107 %.

Pero esa moderación de los costes de la electricidad no contagió al resto de bienes energéticos. Así, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), el capítulo genérico de productos energéticos experimentó en diciembre pasado una bajada anual en España del 6,9 %, que en Galicia fue menor, del 5 %. Dentro de ellos, el grupo integrado por electricidad, gas y otros combustibles descendió un 13,5 % en todo el país, mientras que en la comunidad lo hizo algo menos, un 10,3 %. Sin embargo, se encarecieron carburantes y combustibles, un 5,7 % en España y un 7 % en Galicia.

Dentro de los más detallados datos del INE del IPC nacional (que no están disponibles por comunidades autónomas), frente al fuerte desplome de la electricidad destacan el encarecimiento del gas natural o gas ciudad, que aumentó un 10,6 %; o el de los hidrocarburos licuados (butano y propano), con un 9,9 %.

Hay que tener en cuenta que el INE hace sus cálculos sobre la inflación en la electricidad y en el gas natural tomando como referencia solo una parte del mercado: la de aquellos consumidores que, en ambos casos, tienen tarifa regulada; en el caso eléctrico son minoría, y mayoría en el del gas.