Zelenski, en el primer aniversario de la guerra en Ucrania: «Ha sido un año de dolor, tristeza y unidad»

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN

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Atlas | Europa Press

El presidente ucraniano resalta que el 24 de febrero del 2022 «millones» de ucranianos «hicieron una elección» al defender la bandera azul y amarilla.  Y confía en que «el 2023 sea el año de nuestra victoria»

24 feb 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

Un año después de que las alarmas antiaéreas comenzaran a sonar en Ucrania, un desafiante Volodímir Zelenski proclamó que «la victoria será inevitable» si la coalición internacional anti-Putin permanece unida «como un puño» y sigue entregando armamento para combatir la invasión.

En el día del aniversario, los aliados respondieron con mensajes de apoyo a Kiev, anunciaron la entrega de más ayuda militar y reforzaron las sanciones a Rusia.

«Ha sido un año de dolor, tristeza, fe y unidad. Y este año nos hemos mantenido invencibles. ¡Sabemos que el 2023 será el año de nuestra victoria!», escribió en las redes sociales, acompañándolo de un vídeo con imágenes de las víctimas de la guerra, de los heridos y desplazados, de la feroz defensa de sus soldados y de las manifestaciones en todo el mundo en apoyo a Kiev.

Después de encabezar a primera hora un acto en Kiev en homenaje a los «héroes» de la guerra, el presidente ucraniano recordó en un discurso a la nación aquel 24 de febrero del 2022: «Aquella mañana entendimos claramente que había que luchar. Y peleamos. Fue el día más largo de nuestras vidas. El día más duro de nuestra historia moderna. Nos despertamos temprano y no nos hemos dormido desde entonces». No dejó de resaltar la resistencia de su país ante la agresión de Rusia: Ucrania, dijo, «no cayó en tres días», sino que «paró al segundo ejército del mundo».

No se olvidó de recordar los crímenes de guerra en Bucha, Irpin y Mariúpol. «El mundo entero se dio cuenta claramente de lo que realmente significa el mundo ruso, de lo que Rusia es capaz», denunció.

Por la tarde, Zelenski respondió durante más de una hora a las preguntas de periodistas extranjeros. En ese encuentro, evitó criticar el plan de paz de China, pero afirmó que la idea de negociar con Moscú en este momento no tiene sentido. Antes de cualquier conversación, dijo, Rusia debe detener la destrucción y la matanza, y respetar el derecho de los ucranianos a vivir en su tierra. 

Los primeros Leopard

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegó este viernes a Kiev con los cuatro primeros carros de combate Leopard prometidos a Ucrania y aseguró que en los próximos días les seguirán otros 60 más. El Gobierno alemán anunció, por su parte, que elevaba a 18 el número de tanques puestos a disposición de las autoridades de Kiev.

Casi a la vez, tenía lugar el anuncio por Estados Unidos de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 2.000 millones de dólares, que incluye misiles Himars, munición de artillería y drones, e impuso más sanciones al Gobierno de Vladimir Putin y a sus aliados.

Horas después, los aliados occidentales, encabezados por EE.UU., anunciaron una de las baterías de sanciones contra Rusia más duras desde el inicio de la guerra. La Administración Biden, en coordinación con el resto de países del G7, acordó sanciones contra más de un centenar de individuos y entidades asociadas a los sectores metalúrgico, minero, financiero, tecnológico y militar de Rusia, así como contra 30 ciudadanos y entidades de terceros países acusados de colaborar con Moscú.

En una enérgica declaración redactada después de la reunión virtual, que incluyó la intervención de Zelenski, el G7 prometió continuar ayudando a financiar y armar a Kiev en su esfuerzo por derrotar a las fuerzas rusas. Mientras, persistía la falta de acuerdo entre los socios de la UE para lanzar el décimo paquete de sanciones.

La solidaridad con el país invadido recorrió gran parte del planeta, con monumentos iluminados de azul y amarillo, concentraciones y minutos de silencio. Y actos como los de dos activistas que plantaron un carro de combate destruido en la batalla de Kiev ante la Embajada rusa en Berlín.