Alimentos y energía espolean de nuevo los precios en febrero hasta el 6,1 %

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

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VIOLETA SANTOS MOURA | REUTERS

El IPC general subió dos décimas y el subyacente llegó a un histórico 7,7 %

28 feb 2023 . Actualizado a las 19:08 h.

Los bolsillos de la ciudadanía apenas han notado la tregua. Por segundo mes consecutivo, después de experimentar una bajada progresiva desde el máximo de julio (10,8 %, más del 11 % en Galicia), los precios han vuelto a encarecerse en febrero. Según los datos adelantados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que tendrán que confirmarse en dos semanas, el índice de precios de consumo (IPC) escaló dos décimas respecto a enero y volvió a rebasar el 6 %, situándose concretamente en el 6,1 % interanual. Los responsables de esta nueva subida son ya los sospechosos habituales: los alimentos y la electricidad, sensiblemente más caros que doce meses atrás.

Pero junto con el índice general de precios está la escalada sin precedentes de la inflación subyacente, la que excluye del cálculo precisamente alimentos frescos y productos energéticos, por su mayor volatilidad. Y es que después de que rebasara al IPC general el pasado diciembre, ahora se ha disparado hasta un insólito 7,7 %, su mayor nivel en más de 40 años.

Esto significa que el encarecimiento de los precios se ha trasladado ya a todos los productos y servicios, más allá de los directamente afectados por el impacto de la guerra de Ucrania, a través de un incremento general de costes de producción. Esto implica que bajar de nuevo el coste de la vida será más difícil y lento de lo inicialmente esperado.

Sin embargo, el Gobierno confía en que la rebaja y eliminación del IVA en algunos alimentos básicos, que entró en vigor en enero, comience a notarse próximamente. De hecho, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, calificó ayer de «pequeña» la subida avanzada por el INE y aseguró que «se irá corrigiendo en las próximas semanas y meses». Y lo hará principalmente por el efecto base, es decir, al compararse con meses del 2022 en los que los precios ya habían comenzado a subir por la guerra, como fue el caso de marzo, en el que el IPC se disparó un 8 %.

Precisamente por ello, el Ejecutivo no tiene previsto tomar —por ahora— nuevas medidas para enfriar una cesta de la compra que echa humo y para la que tanto la oposición como sus socios de coalición —especialmente la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz— insisten en actuar ya y de forma contundente. Podemos reclama o una cesta básica o bonificar el 14 % de su importe, como se hizo con los combustibles.

Pero el ala socialista se resiste, subrayando que, pese a la subida de precios, España tiene la inflación más baja de la UE. Es así en la tasa general (la media europea de enero fue del 8,6 % frente al 5,9 % nacional), pero no así en la subyacente, en la que España aventaja en más de dos puntos al promedio europeo.

En términos mensuales (febrero sobre enero), el IPC registró un aumento del 1 %, su mayor alza mensual desde el pasado mes junio, cuando subió un 1,9 %.