Carla dio la vuelta al mundo en 80 días: «Al despedirme del trabajo, me hicieron el gran favor de mi vida»

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Carla Llamas con su pareja, Adrián, con quien dio la vuelta al mundo y con quien sigue recorriendo el mundo.
Carla Llamas con su pareja, Adrián, con quien dio la vuelta al mundo y con quien sigue recorriendo el mundo. FOTOS: La Maleta de Carla

Siguió los pasos de Willy Fog con su pareja gracias a un sorteo, pero la lotería ya le había tocado antes. Su boleto fue el despido. Esta viajera que hoy recorre en familia, con su bebé de dos años, el sureste asiático nos cuenta cómo se lo ha currado para ser un referente de turismo sostenible

26 abr 2023 . Actualizado a las 08:09 h.

Maletas como la suya hay muy pocas. Rebosante de viajes que comenzaron dos décadas atrás. La maleta de Carla Llamas (Hospitalet de Llobregat, 1988) se abrió para volar lejos a un lugar de cine cuando tenía 16 años y partió a Los Ángeles con su clase por una profe de inglés del instituto, Susana, que no olvidará jamás.

Veinte años después de esa aventura adolescente, Carla sigue, con su hija, el deseo de sus pies. Siempre ha tenido claro que ser madre no la iba a parar, a menos que las circunstancias fueran muy crudas. Cuando nació Lucía, solo hubo que suavizar el paso y seguir adelante. «Justo ahora estamos viajando con ella por el sureste asiático. Y es un regalo que nos hacemos como familia. En general, cuando tienen cuatro meses los niños van a una escuela infantil. Nosotros nos estamos dando el lujo de pasar este tiempo viajando en familia. Es un privilegio. Lucía tiene 2 años ahora y no los va a volver a tener. Esto es intenso, duro a ratos, pero también es muy gratificante. No lo cambiamos por nada», asegura esta mamá viajera que abrió su blog de viajes en el 2011 cuando ni pensaba en la maternidad.

El 2016 fue para ella especial. Marcó un antes y un después. Ese año lo empezó diciendo: «Este va a ser mi año. Voy a hacer lo que quiero hacer». El 2016 echó a rodar y Carla a cumplir su plan, pero atada a un trabajo en márketing digital en Madrid. «Era un trabajo que no me hacía feliz. Estaban despidiendo a mucha gente y yo tenía esa sensación de ‘¿seré yo la siguiente?’». En este contexto, «que te echen es un favor». Así que «me hicieron el favor de ponérmelo fácil». Tras el despido, el paro. «Eso hizo que pudiera contar unos meses con una prestación que me permitió dedicarme a lo que me quería dedicar: viajar y contarlo. Al despedirme me hicieron el favor de mi vida, porque me lo pusieron fácil», explica la hoy organizadora del festival Mama Travel Fest, para familias viajeras.

Su pareja, Adrián, su compañero de viaje y de vida, lo tuvo algo más difícil. En junio del 2016, los dos decidieron que dejaban Madrid. «Decidimos que lo dejábamos todo para irnos de viaje. A mí me despidieron, pero él dejó el trabajo. Lo de él fue lo difícil: dejar un trabajo que te da una estabilidad», cuenta Carla. Se lanzaron y fue el comienzo de otra manera de vivir.

La suerte sonrió de lado y Carla buscó la sonrisa entera. Hubo mucho trabajo previo a ese despido en Madrid y ha habido un gran trabajo posterior para llegar donde está. La Maleta de Carla tiene más de 43.000 seguidores en Instagram. Desde el 2016, su autora no ha vuelto a trabajar en oficina. Vive dedicada a crear contenido para su blog, su pódcast y sus redes.

TRAS WILLY FOG

La primera semilla de su maleta fue aquel descubrir Los Ángeles a raíz de la iniciativa de su profe de inglés. «Una niña de 16 años que aterriza en Estados Unidos... ¡con los pajaritos que tenía en la cabeza! Fue espectacular. Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Los Ángeles, pensé: ‘Esta es una sensación que quiero tener más veces’». Así que se puso las pilas con el inglés y a buscarse la manera de viajar a bajo coste. Se enteró de que había un programa interesante de la UE y a los 18 montó en su pueblo una asociación juvenil para poder pedir bajo este programa proyectos y subvenciones para viajar a cierto países «a coste prácticamente cero». El inglés, subraya, le ha abierto muchas puertas: «Lo aprendí viendo películas en DVD y la serie Embrujadas en versión original [además de sacarse el First de Cambridge]». Dio clases de verano en inglés a niños y dominar el idioma le permitió, entre otras cosas, hacer un Erasmus en Escocia y ganar una beca en Boston. Fue la clave.

La vuelta al mundo la dio nueve años después de aquel primer vuelo a L.A. Otra suerte perseguida. «Participé en un sorteo. No tenía que hacer nada más que participar en Facebook. El premio era una vuelta al mundo para dos personas valorada en más de 30.000 euros. Te daban los vuelos y hoteles (todos de tres, cuatro y cinco estrellas). Mis amigas me decían: ‘Carla, estás loca, ¿pero dónde vas?, ¡estas cosas no tocan!’. Para mi sorpresa, me llaman (va a hacer ahora diez años) y me dicen que me ha tocado». Se espabiló en llamar enseguida a Adrián («entonces ya éramos pareja») para preguntarle si se iba con ella. «Fue el primer viaje largo que hicimos juntos. Él es de Asturias, yo de Barcelona, él estaba terminando sus estudios, yo acabando mis primeros trabajos y al final se lanzó», resume la viajera.

Fueron tres meses largos siguiendo la aventura de Willy Fog. «Yo siempre digo que un viaje es la prueba de fuego en una pareja», dice. La superaron: 80 días juntos de aquí para allá, como «dos pipiolos». Aquel primer viaje fue especial, fue la primera vez que pisaron Asia. Cada uno llevaba una maleta de 25 kilos. Hoy viajan ligeros, 20 kilos más ligeros. La evolución en su manera de moverse ha sido grande: «Ahora intentamos practicar un turismo de lo más responsable y sostenible. Hemos aprendido».

Carla con su hija, Lucía, una pequeña viajera todoterreno.
Carla con su hija, Lucía, una pequeña viajera todoterreno.

Los viajes desde que llegó la pequeña Lucía son otra historia. Otra vuelta al mundo diferente. En el 2018, la pareja hizo su último viaje largo antes de estrenarse como padres. Un viaje de nueve meses «muy low cost, muy local». Más fácil que un embarazo... «Siempre hemos viajado lento —dice Carla— , y ahora viajamos ¡pero que muy lento! Es una de las cosas que tiene viajar con niños... No puedes ir a la velocidad de antes, tus necesidades han cambiado. Pero me gusta cómo saboreamos ahora los sitios donde estamos».

¿Viajera o turista? Mejor sin etiquetas. Le encanta hacer tours guiados y le encanta hacer dedo. «Me encanta subirme a transportes locales, me encanta tener un hotel en condiciones con piscina para refrescarnos cuando estamos a 37 grados, me encanta comerme una pizza de vez en cuando... Las etiquetas viajero-turista no sé si son positivas. Para mí, es más importante hablar de turismo responsable, sostenible, consciente», despeja.

En enero de este año, emprendió en familia, con Adrián y Lucía, un viaje indefinido por Asia. Tienen previsto volver a Barcelona en verano «y parar un poco». Maldivas, Tailandia, Vietnam, Camboya ya están en la maleta de este viaje, y para completarlo les quedan Hong Kong, Corea del Sur y Japón.

¿Su filosofía? «Priorizar vivir. Pero no quiero edulcorarlo, que esto no suene a ‘si quiere, puedes’, a Mr. Wonderful. Nosotros hemos trabajado en la dirección de estar donde estamos». Nunca han tenido hipoteca. Miden cada gasto que hacen. ¿Su receta?: «Trabajar, ahorrar y priorizar», concluye Carla. Se oye de fondo a la pequeña Lucía, que en 2 años de vida, ha dado muchos más pasos por el mundo que yo...