Israel explica que el ataque contra los cooperantes de World Central Kitchen fue por una «identificación errónea»

La Voz REDACCIÓN | EUROPA PRESS

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De izquierda a derecha: Saif Issam Abu Taha (Palestina, 25 años), John Chapman (Reino Unido, 57 años), James Kirby (Reino Unido, 47 años), Jacob Flickinger (Estados Unidos y Canadá, 33 años) , Damian Sóbol (Polonia, 35 años), Lalzawmi Frankcom (Reino Unido, 33 años) y James Henderson (Reino Unido, 33 años)
De izquierda a derecha: Saif Issam Abu Taha (Palestina, 25 años), John Chapman (Reino Unido, 57 años), James Kirby (Reino Unido, 47 años), Jacob Flickinger (Estados Unidos y Canadá, 33 años) , Damian Sóbol (Polonia, 35 años), Lalzawmi Frankcom (Reino Unido, 33 años) y James Henderson (Reino Unido, 33 años) World Central Kitchen

El informe preliminar del Ejército israelí concluye que no tuvo la «intención de dañar a los trabajadores humanitarios»

03 abr 2024 . Actualizado a las 13:58 h.

El informe preliminar del Ejército israelí concluye este miércoles que el ataque contra el convoy humanitario de World Central Kitchen (WCK), en el que murieron 7 de sus empleados, no tuvo la «intención de dañar a los trabajadores humanitarios» y se debió a una «identificación errónea».

«Quiero ser muy claro: el ataque no se llevó a cabo con la intención de dañar a los trabajadores humanitarios de WCK. Fue un fallo por una identificación errónea: de noche, durante una guerra, en condiciones muy complejas. No debería haber sucedido», afirmó el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, al presentar las conclusiones preliminares de su investigación.

Halevi insistió en que una «entidad independiente investigará el incidente exhaustivamente», unas pesquisas más certeras que se completarán en los próximos días, y prometió que el Ejército «aprenderá de sus conclusiones, implementará medidas inmediatas y compartirá esas conclusiones con WCK y otras organizaciones internacionales relevantes». El jefe militar indicó que ya se ha creado un «centro de mando» para mejorar la manera en que se coordina el reparto de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, horas después de que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, lo ordenara, y se comprometió a hacer mayores esfuerzos por proteger a los trabajadores humanitarios.

Casi 200 empleados humanitarios han muerto en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra, lo que demuestra que el ataque al convoy de WCK «no es un incidente aislado», denunció ayer el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Jamie McGoldrick, «Valoramos la importancia de la continua distribución de ayuda humanitaria y haremos todo lo posible para seguir facilitando este esfuerzo vital», aseveró Halevi, pese a que agencias humanitarias le han recriminado en repetidas ocasiones que Israel no facilita esa labor, ya que se niega a abrir más rutas terrestres sobretodo al norte -donde la hambruna es una realidad- que agilicen el reparto y no garantiza la seguridad de los convoyes, que sufren continuos ataques.

«Este incidente fue un error grave. Israel está en guerra con Hamás, no con la gente en Gaza. Pedimos disculpas por el daño no intencionado a los miembros de WCK», aseveró el jefe del Estado Mayor.

Un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de WCK en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, a pesar de que los autos estaban claramente marcados con el logotipo de la organización, ataque en el que murieron cuatro extranjeros y tres palestinos, según detalles del ataque logrados en exclusiva por el diario israelí Haaretz.

Un primer misil alcanzó al auto que lideraba el convoy, y los supervivientes corrieron a refugiarse al siguiente vehículo, que también fue atacado por otro misil segundos después. Un tercer vehículo se acercó a socorrerlos y recibió otro impacto, reveló el diario.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, fue el primero en admitir ayer la responsabilidad de Israel en ese ataque «no intencionado», y el presidente Isaac Herzog llamó anoche al chef español José Andrés, director y fundador de WCK, para disculparse por el incidente.

El Ejército ha encargado una investigación independiente al Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos (FFAM), un cuerpo liderado por un mayor general, encargado de ofrecer la mayor información posible para decidir si se abre una investigación criminal sobre incidentes en combate.

El chef José Andrés responde a Netanyahu: «El ataque es resultado de reducir la ayuda a niveles desesperados»

El cocinero español José Andrés, fundador de World Central Kitchen (WCK), ha respondido este miércoles al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien en la víspera justificó el ataque que mató a siete trabajadores de su oenegé: «No fue solo un desafortunado error», como ha explicado esta mañana el Ejército israelí, sino «el resultado directo de la política de su Gobierno de reducir la ayuda humanitaria a niveles desesperados».

«Los ataques aéreos contra nuestro convoy fueron contra vehículos claramente señalizados cuyos movimientos eran conocidos por las FDI», ha reprochado el cocinero español en un artículo para el periódico israelí Yedioth Ahronoth. «También fue el resultado directo de la política de su Gobierno de reducir la ayuda humanitaria a niveles desesperados», ha subrayado, al tiempo que ha reclamado la aparición de «lo mejor de Israel», pues «no se puede salvar a los rehenes bombardeando todos los edificios de Gaza».

En ese sentido, si bien ha destacado como una buena noticia el anuncio del Ejército de Israel y del Gobierno de poner en marcha una investigación sobre lo ocurrido en lunes, ha señalado que dicha investigación «debe comenzar desde arriba, no solo desde abajo». El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, ha dicho esta mañana que «entidad independiente investigará el incidente exhaustivamente».

«No se puede ganar esta guerra matando de hambre a toda una población», ha enfatizado el fundador de WCK, quien ha recordado a los trabajadores de su oenegé como «lo mejor de la humanidad», quienes «arriesgaron todo por la actividad humana más fundamental: compartir nuestra comida con los demás».

José Andrés ha señalado que «los israelíes, en el fondo de su corazón, saben que los alimentos no son un arma de guerra» y que «Israel es mejor que la forma en que se libra esta guerra». Mejor, ha remarcado, que «bloquear el suministro de alimentos y medicinas» y que «matar a los trabajadores humanitarios».

«El Gobierno israelí necesita abrir rutas terrestres para alimentos y medicinas. Tiene que dejar de matar a civiles y trabajadores humanitarios. Necesita iniciar hoy el largo camino hacia la paz», ha reclamado. Uno de los vehículos de WCK fue atacado el lunes por el Ejército de Israel a su paso por Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, tras al salir de un almacén en el que habían descargado 100 toneladas de alimentos, en un desplazamiento que había sido coordinado con las autoridades israelíes.