Albares desmiente las negociaciones con Caracas para la salida del líder opositor

María Salgado
María Salgado REDACCIÓN / LA VOZ

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La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, sostiene que hubo «amplias conversaciones y contactos», y señala que «la falsaria no es buena consejera»

10 sep 2024 . Actualizado a las 12:15 h.

«Ninguna negociación, solo contactos operativos». El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, desmintió este lunes desde China, donde se encuentra de viaje oficial, a la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien aseguró que para facilitar el exilio del opositor Edmundo González los Ejecutivos de Sánchez y Maduro mantuvieron «amplias conversaciones y contactos», e incluso llegó a insinuar que el jefe de la diplomacia española miente: «La falsaria no es buena consejera».

Albares, que ya el domingo negó cualquier tipo de acuerdo con el régimen chavista, insistió este lunes, en una entrevista en Onda Cero, en que el Gobierno no ha aceptado «ninguna exigencia ni ha habido ninguna negociación. Con Edmundo en Caracas o en Madrid no vamos a reconocer la supuesta victoria» de Maduro, advirtió, antes de pedirle a este que entregue las actas electorales de los comicios presidenciales del pasado 28 de julio. «No ha habido ninguna contrapartida para que Edmundo González pudiera salir. Si alguien conoce alguna no tiene más que decirlo», concluyó

También la ministra de Defensa, Margarita Robles, negó «categóricamente» ningún tipo de negociación con el Ejecutivo del país sudamericano, más allá de «cuestiones puramente técnicas», como autorizaciones para sobrevuelos, para que la aeronave de las Fuerzas Armadas españolas pudiera aterrizar en el aeropuerto de Caracas y para que el opositor y su esposa subieran a bordo. «No ha habido absolutamente ninguna negociación política con el Gobierno de Venezuela, diga el Gobierno de Venezuela lo que quiera decir», sostuvo Robles, quien habló por teléfono con el líder antichavista, que le transmitió su agradecimiento y los «terribles momentos» vividos por la «persecución que ha sufrido estos días». La ministra tachó su situación de inaceptable e inasumible, y coincidió con Albares en reclamar las actas electorales.

Desde Caracas, Rodríguez contradijo, a través de Telegram, la versión española: «La falsaria no es buena consejera. Amplias conversaciones y contactos tuvieron lugar para operativizar la partida del opositor González Urrutia del país con las plenas garantías que ofrece un salvoconducto, producto del acuerdo entre ambos gobiernos». La Fiscalía venezolana, por su parte, dio por cerrado judicialmente el caso contra el antichavista y describió irónicamente su exilio como el «capítulo final» de una obra hecha con «sangre, sudor y lágrimas».

El papel «decisivo» de Zapatero durante ocho días de diplomacia

La capacidad diplomática de José Luis Rodríguez Zapatero es proporcional a su discreción. Pese a que el ministro de Exteriores no confirmó ayer, en una entrevista en Telecinco, el rol crucial del expresidente socialista en la salida de Edmundo González de Venezuela, sí reconoció que el leonés «tiene una interlocución fluida con el Gobierno y la oposición [venezolanas], y en estos momentos una figura así siempre es útil, siempre es positiva y siempre es necesaria». Su papel en el exilio del líder antichavista, a quien la Fiscalía del régimen citó tres veces antes de emitir una orden de arresto, fue «decisivo», según fuentes consultadas por El Diario. Refugiado más de un mes en la embajada neerlandesa en Caracas y, desde el 5 de septiembre, en la residencia del embajador español, Ramón Santos, el temor a que fuera encarcelado crecía y la oposición pidió a Zapatero su intermediación con altos mandos del régimen para facilitar su salida del país. Un proceso diplomático que ha durado ocho días y que ha permitido que llegara sano y salvo a Madrid.