Rosalía reflexiona sobre el celibato, el significado de «La perla» y su futura gira en «La revuelta»
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La cantante catalana ha dado su primera gran entrevista en televisión al programa de David Broncano: «Chúpate esa, Jimmy Fallon». La visita de la artista da un récord histórico de audiencia al programa
11 nov 2025 . Actualizado a las 12:01 h.Rosalía es la mujer del momento, aquella de la que todo el mundo habla. Y ha sido David Broncano quien se ha llevado el gato al agua con su primera entrevista en un programa de entretenimiento en televisión. «Chúpate esa, Jimmy Fallon», ha dicho el presentador al conocer, de la boca de la propia artista catalana, que el estadounidense todavía tardará unos días más en recibirla.
La decisión de Rosalía Vila de acudir al programa de TVE no podía ser más apropiada, especialmente tras la caótica e imprevisible campaña previa a la promoción de Lux, que llegó a paralizar la vida cotidiana del centro de Madrid hasta el punto de que el propio alcalde de la capital la acusó de poner en riesgo la integridad de las personas. No cabía duda, dados los antecedentes, de que el plató del Teatro Príncipe Gran Vía, a apenas unos metros de donde se gestó aquella caótica performance, era el lugar natural para su primera gran aparición televisiva tras el lanzamiento de «Lux».
El programa estuvo a la altura en ese sentido. A Broncano nunca le ha preocupado la fama o la expectación que haya sobre la visita de tal o cual invitado. «Es la entrevista en la que más cómoda he estado, es como si estuvieras en el sofá de tu casa charlando con un amigo», le confesó la catalana de 33 años a punto de acabar una velada que estuvo imbuida por el particular espíritu de La revuelta.
Rosalía llegó ya de aquella manera. Pocos minutos después de comenzar la emisión, llegó, aparentemente, la sección de Jorge Ponce, que le indicó a David Broncano que tenían una reunión en la comunidad del edificio, estaba compuesta por un elenco de vecinos de primer nivel. Con la presidenta, la exalcaldesa Manuela Carmena, estaban reunidos los directores Pedro Almodóvar y Javi Calvo —la mitad de Los Javis—, la actriz Carmen Machi, la futbolista Alexia Putellas, la cantante La Zowi, los componentes de Estopa, David y José Manuel Muñoz, y el culturista Joan Pradells. La orden del día tenía un punto importante: tomar una decisión sobre «la vecina que canta». Era Rosalía, en un guiño al primer videoclip de su nueva era, Berghain, en el que la cantante está asediada por una filarmónica de instrumentos de cuerda que la acompañan en sus quehaceres diarios.
Tras la presentación, Rosalía se dirigió con David Broncano al interior del Teatro Príncipe Gran Via, ante la atenta mirada de los curiosos, que ya habían compartido fotos de ese momento por la tarde, durante la grabación del programa, que se emite horas después en diferido. Una vez en plató, el surrealismo continuó durante buena parte del tiempo de duración de la entrevista. Rosalía obsequió a Broncano con un bizcocho preparado por ella misma que compartió con todos los miembros del público para revelar posteriormente el verdadero regalo: un plato de estilo nupcial con los rostros entrelazados del presentador y la cantante. Las preguntas aún tardarían en llegar. Ambos se midieron primero en un pulso que ganó la artista, Broncano le regaló un aspirador de mano para limpiar la arena de la casa, y después tuvieron tiempo todavía para dar paso a un recurso habitual de La revuelta: el espectáculo de intermedio en el que le regalaron a la catalana una camiseta que ponía: «La entrevista de Rosalía».
Tardó, pero la entrevista acabó poniéndose más trascendente cuando el tema pasó al propio trabajo artístico de la cantante. Rosalía admitió estar acostumbrada a escuchar de las discográficas una misma frase: «Esto no puede sonar en la radio». Oyó esa opinión incluso con Malamente, la canción que la catapultó a la fama mundial, y con cada nuevo proyecto. Por suerte, la evidencia le ha dado siempre la razón a ella y no a los directivos de despacho. «La gente siempre nos ha apoyado un montón, con Motomami también y con Lux está pasando», dijo, ilusionada ante la recepción de un disco tan exigente para el oyente.
«Los singles los veo como algo para divertirme, no los hago con tanta exigencia, pero los discos me los tomo muy en serio», destacó sobre su nuevo álbum, que recomienda escucharlo del tirón. «No es un disco para despiezar», explicó sobre la ausencia de verdaderos sencillos.
No hubo la esperada gran actuación de la cantante, aunque se animó a cantar a capela varios versos de La perla, que ya se ha convertido en un símbolo del despecho, con su ritmo de vals de ranchera. «El problema es que no hay un perla, todos conocemos más de un perla», contestó, evitando revelar si, como se había sospechado, está dedicada a su exprometido Rauw Alejandro. Y eso a pesar de la insistencia de Broncano. «Eso sí, me he quedado a gusto», le confirmó la cantante.
Sobre Berghain, reconoció que aunque el título se corresponde con un famoso local de electrónica de Berlín, nunca ha ido al lugar, «Tengo muchas ganas, pero me da algo de miedo», ha confesado. Pero decidió usar el nombre alemán por lo evocador de la unión de dos palabras que significan «arboleda de la montaña». «Es como una metáfora de tu mente, las voces de la cabeza, que te puedes perder ahí dentro. Tus voces y tus contradicciones, y los pensamientos intrusivo», reflexionó Rosalía.
También se enfrentó también a las preguntas clásicas, aunque esquivó la del dinero y en la del sexo, aprovechó para recalcar que practica el celibato voluntario. «Va por épocas. Cuando tengo mucho trabajo y estrés, mi libido baja mucho», confesó, aunque dejando claro que defiende una sexualidad libre. «Cada uno lo vive a su manera», expresó.
Rosalía concretó poco sobre la gira de Lux, que ella misma puso en tela de juicio en una entrevista reciente. Ahora dejó claro que sí se celebrará. «Para qué voy a decir no. Tengo que honrar a la gente», destacó.