Ganar y ganar

Mario Bango
Mario Bango PERIODISTA

ASTURIAS

08 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los deportes quieren ganadores. Eso de participar es una buena frase de Pierre de Coubertin, pero los medios quieren triunfadores. El deporte se mide en títulos, campeonatos, medallas, récords, éxitos en definitiva. Los medios se vuelcan con los más destacados de los deportes más populares y olvidan el esfuerzo abnegado de otras muchas disciplinas que no son tan atractivas. 

Tanta exigencia está convirtiendo al deporte profesional en una jungla. Hace meses que se ha descubierto el enorme tinglado corrupto de la FIFA, la gran federación mundial del fútbol. Los aficionados ?y muchos jugadores- siguen siendo lo mejor de este deporte en el que han anidado tantos expertos en comisiones varias. Los clubes son meros instrumentos de ese gran negocio en el que no hay sentimientos ni piedad. Los seguidores aprietan ansiosos y en su nombre se perpetran todo tipo de barbaridades que, cuando van mal las cosas, se intentan remediar clamando ante el erario público. Al menos en España: en Asturias el Ayuntamiento de Gijón de Tini Areces tuvo que salvar al Sporting adquiriendo Mareo y, en Oviedo, el alcalde Gabino de Lorenzo intentó sepultar al Oviedo para empezar de cero con otro proyecto en su más grave error. Los dirigentes son amorales, los socios, no.

La máxima exigencia, el afán de triunfo -vease el caso reciente de Rusia y antes de países comunistas como la RDA- orquestan fórmulas de dopaje organizado para brillar más en las competiciones. Todos los grandes acontecimientos deportivos se enfrentan a un problema cada vez más acusado y más difícil de perseguir.

Y es que en el deporte se trata de ganar y ganar, como subrayaba el inolvidable Luis Aragonés. Para conseguirlo vale todo. Cada vez más.