De hacer televisión en Madrid a promover el turismo sostenible en los Oscos

ASTURIAS

Olga Busom e Iker Nogales dejaron sus respectivos trabajos en Madrid hace ya 12 años para instalarse en Santa Eulalia, en donde organizan cursos de antiguos oficios y han nacido sus dos hijos

14 mar 2017 . Actualizado a las 16:46 h.

Olga Busom e Iker Nogales, catalana y vasco, descubrieron los Oscos en 2005. «Teníamos un amigo que había alquilado una casa por la zona y nos invitó a pasar unos días. Fue un flechazo. Conocimos los Oscos un puente de mayo y en octubre ya habíamos comprado una casa para rehabilitar», explican. Ambos llevaban 15 años viviendo en Madrid, en donde trabajaban en el cine y la televisión, ella como cámara y él como ayudante de dirección. «Decidimos dejar la ciudad y la profesión, y habíamos mirado casas en Soria, en Segovia, pero cuando vimos esta zona (la reserva de la biosfera Oscos-Eo y Terras de Burón), salvaje, original, conservada y con gente muy amable, no lo dudamos y nos quedamos». 

Sus hijos, de 7 y 3 años de edad, han nacido en Asturias. «No nos arrepentimos, si me planteasen volver a Madrid a hacer una película o una serie me daría un mal», confiesa Nogales, que explica que, al rehabilitar también el interior de la vivienda que adquirieron en Santa Eulalia de Oscos, estuvieron viviendo de alquiler hasta que en 2010 las obras terminaron. Cuatro años después pusieron en marcha su nuevo proyecto de vida tranquila y alejada del estrés de las grandes ciudades. A través de Artesanamente, una iniciativa de turismo sostenible que ha contribuido a revitalizar la zona fuera de temporada alta, ofrecen cursos de antiguos oficios para elaborar productos artesanos y para aprovechar los recursos del entorno, del bosque. «Cuando vinimos a vivir a Santa Eulalia queríamos recuperar las tradiciones de los abuelos, los antiguos oficios, sentir la satisfacción de hacer las cosas uno mismo. Tenemos huerta, colmenas, vamos a por setas y hemos probado a hacer las cosas nosotros mismos. Y sabemos que sube mucho la moral cuando haces tu propia cerveza, tus quesos y lo compartes», explica esta pareja de neorrurales, el término que se acuñaba hace décadas para quienes dejan las ciudades y se instalan en el mundo rural, contribuyendo de paso a frenar al menos en esas zonas el abandono generalizado de los pueblos.

Éxito de los talleres de forja en el mazo de Mazonovo

Artesanamente, que cumple su cuarto año de actividad, propone una treintena de cursos desde primavera hasta diciembre. Desde apicultura tradicional, elaboración de jabones y cosmética natural, de cerveza artesana, de plantas aromáticas y medicinales, de iniciación a la forja y de herrajes, entre otros. En algunos cursos, colaboran con artesanos de la zona, como es el caso del ferreiro austríaco Friedrich Bramsteidl, que se encarga de las visitas del antiguo mazo de Mazonovo, del siglo XVIII, en el que también tiene su taller y en donde se imparten los cuatro cursos relacionados con la forja, uno de los éxitos de Artesanamente. «No contábamos con que tuvieran tan buena acogida», indica Nogales, que explica que a los que ya existen de iniciación, herrajes, forma artística y forja de herramientas se sumará este año uno más avanzado «porque nos lo han pedido quienes ya han hecho los cuatro cursos». 

Otra de las novedades de este año será el curso de iniciación a la fotografía, que empieza en mayo y que se desarrolla en un paraje que sin duda merece ser reflejado con el objetivo de una cámara. «El de setas también funciona muy bien», aseguran Busom y Nogales, «se desarrolla en el monte y, después de comer, se realiza en un aula para clasificar las setas para no llevarse nada equivocado». Esta actividad además es abierta al público de manera que cualquiera, aunque no se haya inscrito en el curso, puede comprobar qué setas se lleva para su casa. Además, estos cursos coinciden con las jornadas micológicas y los restaurantes de la zona realizan descuentos en sus menús para los turistas que vienen a realizarlos.

«Algunos alumnos asturianos nos dicen que con la excusa del curso visitan por primera vez los Oscos»

«En el tintero nos quedan los de quesos y pan», dicen, agradeciendo la buena acogida que están teniendo sus propuestas entre quienes vienen de fuera de la comarca de los Oscos y quienes participan en las actividades y ferias que desarrollan ayuntamientos y asociaciones de la zona. «Nos hemos sentido muy apoyados y es algo que además le viene bien al pueblo y a la zona», dicen, explicando que el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos les cede, por ejemplo, un aula de la Casa de Cultura para aquellos cursos que se desarrollan en interior. «Nos coordinamos bien con el ayuntamiento y, además, los alojamientos colaboran y hacen descuentos a los alumnos de los cursos», añaden.

Los talleres suelen ser de uno o dos días, durante los fines de semana, y buena parte de los participantes suelen ser de las tres grandes ciudades asturianas: Gijón, Oviedo y Avilés. «Viene más gente de Asturias, también de Luarca o Navia. Algunos alumnos de Oviedo y Gijón nos decían que nunca habían venido por los Oscos y que, con el curso, tuvieron la excusa perfecta para pasar el fin de semana». Otros alumnos llegan de fuera de Asturias, como por ejemplo de Valladolid, Coruña, Lugo, Santander, Bilbao, Alicante, Barcelona, e incluso de Canarias o de Andorra. Este fin de semana pasado Artesanamente inició su actividad este año con un curso de forja, el próximo será de apicultura y el siguiente de cerveza. «La gente además queda contenta y muchos repiten. Haces amigos incluso», valora Nogales, que explica que todos los cursos son de iniciación, a modo de hobby, pero que hay quienes también descubren nuevas posibilidades laborales.