Suprimir sucesiones sólo beneficiaría a los 4.000 asturianos más ricos

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Manifestación contra el impuesto de sucesiones ante la Junta General
Manifestación contra el impuesto de sucesiones ante la Junta General

Los técnicos de Hacienda alertan de que su eliminación tendría que compensarse con alzas en el IBI o IRPF que afectan a las «clases medias»

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En pleno debate mediático sobre el impuesto de Sucesiones, con Andalucía tentada de devolver el tributo al Estado para que se haga responsable de su recaudación y Murcia anunciando que extenderá sus bonificaciones a la totalidad de los herederos directos hasta casi suprimirlo, los expertos del sindicato de Técnicos de Hacienda, Gestha, han denunciado que la eliminación del impuesto sólo supondría un beneficio tangible para los patrimonios más ricos, y es más, auguran que a medio plazo los grandes perjudicados serían las clases medias porque para compensar la caída de la recaudación tendrían que subirse «la escala autonómica del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio» para garantizar los fondos de las comunidades autónomas.También expresan su temor de incrementos en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) «que pagan todos los propietarios de viviendas, cualquiera que sea su renta, para compensar a los ayuntamientos de la pérdida recaudatoria del impuesto de incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana (IIVTNU), conocido popularmente como plusvalías que se liquida en cada transmisión incluida la hereditaria».

Para hacer este cálculo, los técnico de Hacienda advierten de que suprimir sucesiones «tendría un impacto limitado». Así, explican que «los grandes beneficiados de la reducción o supresión de la tributación de este impuesto» serían sólo el 0,7% de los contribuyentes,«titulares de grandes fortunas». Según el informe de Gestha, el total de lo recaudado por sucesiones en todo el estado asciende a alrededor de 2.700 millones anuales, «lo que supone que apenas representa el 0,3% del PIB». En el caso de Asturias, los técnicos de Hacienda hacen notar que los declarantes del impuesto de patrimonio en la comunidad -con una fortuna de más de 700.000- son (con cifras del año 2014) un total de 3.784. Entre los grandes patrimonios de Asturias, la media de los declarado son fortunas de 2.298.333 y en total, el patrimonio neto declarado en Asturias, sin deuda, por ese conjunto de contribuyentes asciende a 8.697 millones de euros.

En Asturias, entre los años 2012 y 2015, apenas 4.191 personas pagaron el impuesto de sucesiones por recibir una herencia directa, esto es los descendientes de primer grado pero mayores de 21 años. En los presupuestos de 2017 se ha incrementado la exención para las herencias a partir de 200.000 euros y en abril se concretará el acuerdo firmado entre PP y PSOE (que facilitó la aprobación de las cuentas regionales), para aumentar esa exención hasta los 300.000 euros. Según cálculos de la Consejería de Hacienda, son alrededor de 800 asturianos los que tiene que pagar este impuestos cada año, una cifra que se vería reducida hasta los 400 cuando se amplíe la exención a las herencias de 200.000 y hasta los poco más de 200 cuando se incremente a 300.000. Aunque las comunidades autónomas cobran de forma muy distinta este impuesto a los herederos directos, esas diferencias son muy pequeñas para los colaterales (para herencias de hermanos, primos o sobrinos) y en el caso de que el causante de la herencia haya fallecido en el extranjero, el pago se realiza a la Hacienda estatal que es igual para el conjunto del país y no se aplican diferencias territoriales.

Hablando en términos nacionales, Gestha afirma que en el caso de que la supresión de sucesiones llevara a tener que aumentar otros tributos como el IBI o el IRPF « sería tanto como aceptar que buena parte de las ventajas fiscales de los herederos de las grandes fortunas las paguen las personas de clase media que sean propietarias de uno o dos inmuebles, como el 77,7% de los españoles que poseen una vivienda o una vivienda y un garaje». 

Como ejemplo de esta posibilidad, los técnicos de Hacienda señalan los casos de Reino Unido, Suiza, Grecia o Chipre, países que «con tasas del Impuesto sobre Sucesiones sobre el PIB más bajas que España, donde es del 0,3% del PIB, registran una fiscalidad muy dura por el IBI y el Patrimonio, superando la tributación española por estos tres impuestos». El informe desta que, dentro de los países de la UE no hay impuesto de sucesiones explícito en Suecia, Letonia, Estonia, República Checa, Austria, Rumania, Bulgaria, Chipre, Malta, Eslovaquia y Eslovenia, pero advierte de que «estos países pueden gravar las herencias en otros tributos, como el impuesto sobre la renta». Y señala los casos concretos de Letonia, Austria, Chipre, Malta, Eslovenia y Bulgaria que «registran ingresos por otros conceptos como donaciones, tasas a fundaciones u otros impuestos sobre la transferencia de inmuebles». Además, añaden que República Checa y Portugal tienen una disposición sobre sucesiones en otros impuestos.