La Guardia Civil provoca un incendio (político)

L.O. REDACCIÓN

ASTURIAS

Los incendios forestales de Asturias, desde Ribadeo.
Los incendios forestales de Asturias, desde Ribadeo. FOTO MIGUEL

Las declaraciones de coronel Almiñana vinculando los fuegos con el pastoreo hacen reaccionar a los partidos que piden evitar «criminalizar» a los ganaderos

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue el primero en decirlo y tampoco el que lo hizo de manera más contundente, pero las palabras del coronel de la Guardia Civil Javier Almiñana vinculando la plaga del fuego en Asturias en las últimas semanas con las reformas de la ley de acotamientos de pastos, provocaron un incendio, político en esta ocasión, hizo posicionarse a distintos grupos y de forma particular al principal promotor de la medida: el partido popular. Almiñana había hablado la mañana del martes en la COPE sobre las investigaciones sobre la autoría de los incendios ya que en su práctica totalidad son provocados. «No podríamos decir aún cuál ha sido el fin, pero pensamos que es por el tema del pastoreo, que se hace para recurar pastos, porque con la modificación de la norma ahora se pueden explotar los pastos una vez quemados, cosa que antes no se podía», señaló el coronel según el texto de la agencia Europa Press que recogió sus declaraciones, las mismas en las que matizaba que, en todo caso, «puede ser una de las causas» porque podría haber varias ya que las investigaciones no están concluídas.

Por la tarde, la presidenta del PP, Mercedes Fernández, en un acto en Llanes, señalaba que quería pensar que de algún modo se habían descontextualizado las palabras del mando de la benemérita y que aún así la reforma de los acotamientos se aprobó a instancias de su grupo, sí, pero con el respaldo de todos los partidos de la cámara menos Podemos y añadió que, en todo caso, «no tiene nada que ver porque las características  de esos terrenos no permiten llegar a esa conclusión de ninguna de la maneras». Después de alabar la labor de la Guardia Civil, la presidenta popular consideró «desafortunadas» las valoraciones de Almiñana y afirmó que una investigación no se puede «empezar por el final». El pasado lunes, al término de la Junta de Portavoces, Mercedes Fernández ya cargó contra el alcalde socialista de Allande por hacer un análisis similar, algo que consideró «intolerable» y también «acusaciones veladamente hacia esta cámara y en concreto hacia mi grupo parlamentario».

No le gustaron tampoco las valoraciones del coronel de la Guardia Civil al consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez que consideró que la reforma de los acotamientos es «muy reciente» y que no podría relacionarse llegado el caso con los incendios que también se han declarado en estas fechas en otras comunidades autónomas. Además, Martínez  destacó que no todos los terrenos incendiados son de uso ganadero. Sí llegaron a insinuar esa conexión desde la patronal maderera de Asturias, Asmadera, que en un comunicado sobre los fuegos mencionó la reforma y el malestar en el sector agrario con los daños ocasionados por los lobos. El dedo acusador lo han dirigido y en varias ocasiones, las asociaciones ecologistas. Todavía esta misma semana, desde Equo se afirmaba que «sabemos por los informes de la Fiscalía de Medio Ambiente del tribunal Superior de Justicia de Asturias y por los datos de las Brigadas de Investigación de Incendios del Principado de Asturias (BRIPAS) que casi el 75 % de los fuegos en Asturias están relacionados con la regeneración de pastos y la quema de rastrojos», y que «el SEPRONA informaba que el 90% de los incendios investigados en marzo en Asturias se relacionan con esa causa».  

En rigor, la mayor oleada de incendios reciente de Asturias, la que provocó la apertura de una comisión de investigación en la Junta General y que se cerró con un balance de de más de 10.000 hectáreas calcinadas se produjo en diciembre de 2015, muchos meses antes de que se aprobara la reforma de esa ley de acotamientos. La norma recibió el respaldo mayoritario del parlamento asturiano en marzo de este 2017 y lo que permite es aprovechar de forma inmediata por parte de los ganaderos los terrenos quemados por un incendio para pastos. El acotamiento se aplica ahora en todo caso a zonas quemadas de arbolado y aprovechamiento maderero y el propietario del monte incendiado tendrá la responsabilidad de cercarlo para evitar la entrada del ganado. La norma se cambió pensado en el aprovechamiento inmediato de hasta 15.000 hectáreas que estaba acotadas y suprimía las sanciones vigentes para los ganaderos que habían permitido entrar a sus animales en esas áreas durante el periodo en que estaba prohibido.

Pero lo cierto es que, pese a la polémica, ningún grupo con representación en la Junta General ha señalado en ningún momento a los ganaderos y el consenso absoluto es evitar la «criminalización» del colectivo. Así lo señalaron los conservadores, también los socialistas o Izquierda Unida cuyo portavoz, Gaspar Llamazares advirtió contra la tentación de buscar demasiado rápido a un culpable cada vez que se declara un incendio. Tampoco lo hizo Podemos, cuyo portavoz Emilio León insistió en que los ganaderos deberían ser «los últimos señalados porque son los que viven allí. La crítica de Podemos --que recordó en todo caso que se habían opuesto a la reforma de los acotamientos-- se dirigió principalmente a los recortes presupuestarios que hay, en su opinión, en materia de prevención ya también respectoa la falta de estabilidad laboral de las plantillas de bomberos.

Con la llegada de la lluvia en la tarde del martes, el tiempo permitió dar un respiro a los efectivos desplegados durante días contra los incendios, en una sucesión inabarcable de puntos activos y concejos que día a día se contaban por decenas. Cuatro de ellos, según explicó el consejero de Presidencia, tendrán la consideración de grandes fuegos por superar de largo las 500 hectáreas de superficie quemada cada uno. En semanas de cielos despejados, vientos intensos y sin tormentas eléctricas, en este abril de 2017 al igual que en diciembre de 2015, la evidencia señala que la práctica totalidad «más del 90%» según el consejero, de los fuegos tiene su origen en la mano del hombre. Lo que no está nada claro es de quién es esa mano.