Ni cámaras, ni acoso: una agresión mató al urogallo oscense

Oriol López
Oriol López REDACCIÓN

ASTURIAS

Ejemplar de urogallo macho en Benasque
Ejemplar de urogallo macho en Benasque Gobierno de Aragón

La necropsia del animal ha revelado que murió debido a un golpe «intencionado» que le provocó una hemorragia interna

31 may 2017 . Actualizado a las 20:01 h.

Las cámaras de los turistas, finalmente, han resultado ser inocentes de la muerte del ejemplar de urogallo que, a principios de mes, tuvo lugar en Benasque (Huesca), tal como ha revelado la necropsia practicada al animal. El estudio, efectuado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, ha revelado que el macho fallecido el pasado día 5 de mayo murió a consecuencia de un golpe, supuestamente «intencionado», en el pecho. El impacto se produjo cerca del cuello y fue causado por una persona, según las conclusiones extraídas. Esta agresión le provocó una hemorragia interna de consecuencias fatales, tal como confirmó el servicio de Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Rural a medios como El Heraldo de Aragón o El País. «El golpe es intencionado y no por una colisión natural», explicó Manuel Alcántara, responsable del servicio de Biodiversidad. Las investigaciones se encaminan ahora mismo a tratar de averiguar quién lo agredió, aunque en su opinión «es difícil que se pueda saber qué ocurrió y quién fue el responsable». 

Aunque el comportamiento de un ejemplar macho de urogallo encelado puede ser agresivo, no se le considera una amenaza para las personas. «No deja de ser un animal que solo pesa 3 kilos», resaltó Alcántara al Heraldo de Aragón, refiriéndose a un hipotético caso de que se acercase en actitud agresiva a una persona y esta respondiese. El Gobierno de Aragón ha apelado a la conciencia ciudadana, ya que los intentos por obtener imágenes o la falta de control sobre los perros pueden provocar incidentes fatales, tal y como se pensaba que había sido en esta ocasión. Según el jefe de Biodiversidad, «nunca se ha pretendido criminalizar al turismo» sino apercibir a los ciudadanos sobre los comportamientos nocivos para una especie tan delicada.

Una pérdida «irreparable»

«Cuando las poblaciones son tan reducidas como en este caso, la muerte de un solo animal representa una pérdida irreparable por su posible aportación genética al conjunto de la población», aseguraba la Administración aragonesa los días en los que el animal falleció. El ejemplar, en celo, estaba ofreciendo un comportamiento errático, acercándose a zonas con presencia humana donde quedó a merced de los turistas y sus cámaras. Cuando el día 26 de abril fueron conscientes de ello, los agentes para la Protección de la Naturaleza pusieron en marcha un operativo para capturarlo y evitar un desenlace como el acaecido. A pesar de ello, en aquel momento el macho ya había sido objeto de fotografías y «persecuciones».

Al día siguiente el animal fue trasladado a una zona apartada y tranquila, situada a varios kilómetros de distancia, pero cuál sería su sorpresa cuando pocos días después -el 5 de mayo- apareció de nuevo en el mismo lugar donde había sido avistado y capturado inicialmente. Allí, una vez más, se repitió el «acoso» de los turistas. La cercanía del fin de semana hizo necesario un nuevo traslado del animal para evitar que los incidentes tuvieran lugar una tercera vez y que tuvieran repercusiones en el urogallo, que se encontraba ya «bastante alterado por la situación». Sin embargo, al intentar este nuevo traslado el animal falleció antes de poder ser liberado, lo cual fue atribuido al estrés en aquél momento.