Los viajeros se sienten agradecidos por librarse del calor y vienen preparados para disfrutar de sus vacaciones llueva o no
10 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los asturianos se quejan mucho por el tiempo que les está acompañando en este verano otoñal. Llueve demasiado, apenas ven el sol y hay días que (teniendo en cuenta que en Asturias no son muy frioleros) incluso hace frío. En el Principado quieren un tiempo más benévolo pero, ¿pensarán igual los turistas? Parece que no. El tiempo del norte, siempre tan impredecible, es, en muchas ocasiones, una de las principales razones que empuja a los viajeros procedentes de las zonas más cálidas de España a pasar unos días en Asturias «al fresco». Si bien, no todos se lo toman con tanta actitud. Hay quien se cansa de esa lluvia tan fina que al final moja o de que por la mañana haga sol y que a las dos horas vuelvan las nubes, porque esa inestabilidad puede entorpecer sus planes vacacionales. Aunque, si hay algo positivo es que, para dormir, ese clima es una bendición.
En Oviedo, Paola Colás, sevillana, cuenta su opinión en cuanto a las temperaturas que se ha encontrado y lo cierto es que llega a Asturias muy agradecida por un tiempo, que es «totalmente un aliciente si lo comparamos con Sevilla». Los madrileños Eva Guarda y Félix Queipo coinciden con ella, asegurando que «como ya teníamos la casa rural reservada desde mayo íbamos a venir haga el tiempo que haga. Con más sol puede ser mejor pero hay que arriesgarse».
Y es que hay que adaptarse o perecer. Por eso, ser precavidos en estos casos es lo más adecuado. Así es Jordi Terrés, que viene con su mujer y su hijo de tres años a disfrutar de sus vacaciones desde Girona. «Estábamos convencidos del clima que tendríamos», comenta, «aquí es muy cambiante pero hay mucha información. Además, en el hotel nos están guiando muy bien para hacer planes en función de la lluvia». Tan precavido es también Juan Nicolás, de Barcelona, que ha venido con su familia sabiendo que el tiempo no acompañaría «pero hemos venido preparados. No es un impedimento una vez estamos aquí. Además, no hace bueno pero tampoco hace malo».
Se dice que este año se está viviendo uno de los períodos estivales más duros por la gran ausencia del sol, en comparación con veranos anteriores. ¿Será que al final es todo una exageración? Diego Benceno, sevillano, cree que «no es para tanto. Nos lo imaginábamos y al menos no hace calor». Tan positivo lo ve también Cristina Rodríguez, de Barcelona, donde llevaban «dos meses a más de 30 grados. Sé que quizás los asturianos quieren otra cosa pero dormir tapados es un lujo», afirma divertida.
De otro modo se lo toman Fran Ballesta y Ana Antequera, que vienen de Granada a pasar unos días por el paraíso natural asturiano. Para ellos, la temperatura «nos ha pillado por sorpresa». Sabían a lo que se atenían, no esperaban temperaturas como las del sur, «pero, sobre todo, no esperábamos el frío», cuenta Ballesta, «algún día está bien pero ya basta», matiza. Así de negativo lo ve también Nuria García, de Madrid: «Nos hemos arriesgado porque yo odio la lluvia a muerte. No me espero un verano así». La italiana Elena Generali coincide con esas opiniones y asegura encontrarse «muy sorprendida», por las temperaturas de este agosto asturiano. «Paso dos días en Oviedo y hace mucho frío», comenta.
Al final, a pesar del tiempo, hay algo que invita a venir a Asturias y a repetir. María del Pino, de las Palmas, ya había visitado el Principado y esta vez ha vuelto para realizar el Camino de Santiago. Para ella y sus amigas «el clima es estupendo porque en las Palmas estábamos con calima y no queríamos eso aquí. Para caminar esta temperatura es perfecta». Entonces, ¿los asturianos se estarán quejando de más?