IU quiere trasladar su «actitud negociadora» a los presupuestos

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Alberto Morante

La coalición presenta la renuncia de los socialistas a la incineradora como un éxito para implicar a Podemos en acuerdos parlamentarios

25 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo apunta a que la próxima negociación presupuestaria será una reedición de los episodios vividos en los dos últimos años de legislatura; después de un infructuoso acercamiento entre las tres fuerzas progresistas de la cámara asturiana, las cuentas se prorrogan o se salvan con un acuerdo paralelo. PSOE e IU llegaron a un pacto el primer año de legislatura que no fraguó tras presentar Podemos una enmienda a la totalidad, lo que abocó a la prórroga; mientras que el segundo año, tras fracasar los intentos de negociación con la coalición y los morados, los socialistas llegaron a un acuerdo con el PP para dar paso al proyecto a cambio de una rebaja en el impuesto de sucesiones. De momento ninguno de los implicados ha mostrado sus primeras cartas para esa negociación, aunque hay dos diferencias respecto a los veranos anteriores: está en marcha un proceso de diálogo entre Podemos e IU y en el calendario de los socialistas no hay de momento otra fecha que la del 17 de septiembre, cuando se celebrarán las primarias de la FSA. Sólo después comenzarán a moverse las posiciones.

En el PP, su presidenta en Asturias ha dejado caer la sospecha de que en esta ocasión el gobierno asturiano buscará la prórroga directamente. Mercedes Fernández criticó los «líos» de unos partidos de izquierda que, a su juicio, se pierden «enredando» sin rematar la faena. Y también disparó contra el Ejecutivo autonómico criticando que aún no hubiera definido sus objetivos para el techo de gasto. Se trata de un requisito que suele cumplirse al finalizar el verano y comenzar de nuevo el curso político, el año pasado se demoró aún más por el hecho de que el Gobierno central no lo había definido en estas fechas y venía además de una prórroga presupuestaria en el Estado. Sin embargo, el retraso asturiano no es singular: apenas tres comunidades, La Rioja, Galicia y Castilla La Mancha han fijado ya su techo de gasto.

El verano pasado, a mediados de agosto, IU había propuesto celebrar una mesa tripartita para negociar junto a PSOE y Podemos un acuerdo sobre política fiscal que sirviera de base a los presupuestos, y contó con el apoyo de los socialistas, pero ante la renuencia de Podemos nunca llegaron a celebrarse. En esta ocasión, la ofertas de diálogo son de nuevo cruzadas pero diferentes. El presidente asturiano lanzó la suya propia antes de empezar el verano, pero no encontró (aún) respuesta e IU ofertó por su parte una propuesta a Podemos para sumar las fuerzas de los escaños de ambos grupos antes de negociar con los socialistas. Y se han celebrado los primeros contactos, el problema es que lo que para IU está siendo un encuentro para llegar a acuerdos en esta legislatura, para Podemos es otra cosa totalmente distinta, la base de una convergencia futura que se plantee como «alternativa» al  PSOE. 

De momento, IU ha planteado a Podemos un acuerdo sobre el salario social y sobre pobreza energética que debería servir de base para aprobar en septiembre una ley de emergencia social. Tras esos primeros contactos no ha vuelto a celebrarse más reuniones ya que los morados han encontrado «problemas técnicos». Pese a todo, el coordinador de la coalición, Ramón Argüelles, señaló este miércoles que las relaciones eran «fluidas» y dobló su apuesta con una nueva oferta para los morados: un pacto sobre iniciativas legislativas populares y también sobre la oficina anticorrupción.

En IU se sintieron reforzados por el hecho de que en este mismo miércoles, el Gobierno asturiano anunciara que su plan de residuos renuncia definitivamente a la incineradora en Serín, lo que es una larga aspiración de la coalición y que Argüelles señaló que servía de ejemplo «que demuestra que la actitud negociadora de IU tiene sus frutos». Desde su punto de vista, esta lógica debería poder trasladarse también a la negociación presupuestaria en el caso de que sea el gobierno quien inicie el primer movimiento. Llamazares apuntó en su comparecencia que le constaba que los socialistas podrían ser receptivos a un acuerdo sobre la ILP e incluso sobre la oficina anticorrupción tomando como base la antifraude que incluye la Ley de Transparencia del Gobierno.

En este sentido, y respecto a los argumentos de problemas técnicos aducidos por Podemos desde IU se han señalado que obstáculos de esa índole se resuelven con «un acuerdo político» y añadieron que la negociación «también es ceder» y que la falta de acuerdos después de los últimos años puede hacer «que la sociedad piense que el pluralismo no funciona y el bipartidismo era más fiable». También desde IU han considerado poco probable que se reedite un pacto entre PSOE y PP para los presupuestos después del resultado de las primarias aunque manifestaron su temor a que finalmente los acuerdos naufraguen por el «síndrome de Gijón», de manera que la hostilidad entre Podemos y socialistas resulte insalvable.