Una casona del siglo XVIII entre el Cantábrico y la Sierra del Sueve

Roberto Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El Babú ofrece tranquilidad y un maravilloso contraste entre mar y montaña en el Oriente del Principado

25 sep 2017 . Actualizado a las 17:28 h.

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Una antigua casona asturiana del siglo XVIII en el Oriente del Principado es ahora uno de los hoteles con más encanto de la zona. Se trata de El Babú, un hotel boutique a los pies de la Sierra del Sueve que, como nos indica su comercial, Irene Mañas, «es ideal para todo tipo de clientes, desde familias hasta grupo de amigos o parejas de novios. Por su entorno, tenemos todo tipo de visitas».

Mañas cuenta que los clientes «se suelen ir encantados con las habitaciones, que ofrecen unas buenas vistas. Están en un entorno rural, cerca del mar pero con el contraste de las montañas. Es un sitio muy tranquilo», aunque reconoce que  «también nos agradecen siempre la atención personalizada y la calidad de los productos en los desayunos y las cenas».

El Babú trata de ser un hotel ecológico, por lo que realiza una serie de peculiaridad para demostrar su compromiso con el medio ambiente. La caldera es de biomasa, menos contaminante, y se usa para agua caliente y calefacción. Además el hotel tiene una pequeña huerta de la que se seleccionan los productos más óptimos para los clientes. Mañas además explica sobre la decoración que «en el 2000 contratamos a una decoradora y la hemos ido actualizando desde entonces. Es moderna y sencilla. Nada recargada. Es más de estilo minimalista».

«La luz es muy importante en nuestro hotel, por eso tenemos estas cristaleras. Aquí en Asturias es muy importante aprovecharla», prosigue la comercial de El Babú. Además en este hotel se gestionan actividades cercanas que los clientes pueden realizar, como ir a alguna reserva, rutas de senderismo o incluso centros de equitación. «Damos todo tipo de información e incluso a veces hacemos reservas si nos lo piden», continúa Mayas.

Por último, fuera de las paredes del hotel, El Babú se encuentra en un entorno único. «Por aquí hay pueblos muy característicos, como Lastres, Tazones o, ya más grande, Ribadesella», cuenta Mañas, aunque recuerda que también hay muchas actividades culturales en la zona, como conciertos, y eventos deportivos, especialmente rutas senderísticas.