Autenticidad y pasión en las raíces de una casa

Natasha Martín REDACCIÓN

ASTURIAS

Apartamentos Sierra

Los Apartamentos Sierra se erigen sobre un hogar con 250 años de historia

09 oct 2017 . Actualizado a las 12:05 h.

 

La casa de siempre. Eso es lo que piensan los huéspedes que se alojan en los Apartamentos Sierra, un alojamiento rural regentado por Ángela Sierra, quien vive cada día llena de pasión. Esta casa, situada en Cangas del Narcea, para ser concretos en Palacio de Naviego, descansa sobre 250 años de historia en los que la familia Sierra dio vida a su hogar. «Las raíces tiran fuerte», asegura Sierra, y por ello decidió que no quería marchar a la villa sino seguir en el pueblo.

Antiguamente la actividad primaria era la agraria «pero hubo un momento en el que ya nadie se pudo ocupar de esta tarea», cuenta Sierra, por lo que hace diez años decide cambiar la actividad por el turismo para poder seguir allí, en su casa; casa que convertiría en el hogar de muchos.

Apartamentos Sierra

Tras cada estancia, lo que la gente agradece es la autenticidad. Así lo explica Sierra: «los apartamentos están en la zona del pajar y la recepción está dentro para que los clientes puedan ver lo que es una casa típica de pueblo, con corral y panera». Y esa recepción tiene algo especial. Localizada donde estaban antes las cuadras, Sierra ha montado un pequeño museo con los detalles y recuerdos de sus antepasados que cuando el huésped entre se encuentre con un alojamiento diferente, vivo y con unas fuertes raíces. «La gente valora que sea de verdad y que puedan volver hasta tan atrás. La estancia siempre gusta y marchan a gusto», asegura Sierra.

Apartamentos Sierra

Rodeada de densos bosques de castaños, robes y abedules, Palacio de Naviego es una aldea enclavada en el Parque Natural de las Fuentes del Nancea . A diez minutos de la Estación de Esquí de Leitariegos y a poco más de media hora de Muniellos, se deja tocar por las aguas del río Naviego, un caudal apto para la pesca de la trucha de alta montaña, situado dentro de la zona de paso del oso pardo. El reclamo perfecto para quienes buscan el sosiego que otorga la naturaleza en estado puro y la gastronomía de un paraje con siglos de historia a sus espaldas.

Esta tranquila aldea, que apenas cuenta con quince casas, tiene un encanto personal que ha hecho que Sierra quiera seguir trabajando «para que la aldea siga; que no muera».

Una autenticidad sin artificios y unas raíces vivas que Sierra transmite a sus clientes porque «es la pasión que tengo por la casa, lo traslado y lo notan».