Un hotel de obra moderna, empatía y un entorno mágico

Roberto Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El Carmen está situado a 3 kilómetros de Ribadesella y ofrece toda una variedad de actividades

01 oct 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

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A apenas 3 kilómetros de Ribadesella, en uno de los puntos más turísticos del Principado, el moderno hotel El Carmen ofrece un trato personalizado para hacer las vacaciones de sus clientes lo más placenteras posibles. Así lo cuenta su gerente y propietaria, Sandra Ruisánchez, quien afirma que «en el turismo rural el trato es imprescindible. Es algo que te da la experiencia. Tienes que tener la empatía de notar quien quiere estar a su bola en el jardín y quien quiere descubrir Asturias, para mostrarle todo lo que nos rodea. Les facilito rutas, restaurantes… lo que necesiten». En El Carmen el trato es lo que destaca, aunque su propietaria nos indica que triunfa mucho el jardín, que tiene una gran variedad de árboles, y los desayunos caseros, que nos hechos con productos naturales y elaborados por el propio personal del hotel.

Por esto El Carmen es un hotel que suele recibir más visitas de parejas. Ruisánchez comenta que «en esta época ya suelen venir más parejas de comunidades que nos rodean, como Cantabria o País Vasco. En verano viene mucha gente de Madrid, pero ahora ya menos». En la época estival que ahora acaba El Carmen suele recibir más volumen de familias, ya que el hotel tiene unas fantásticas habitaciones para padres e hijos. Ruisánchez destaca que «también recibimos en temporada alta a muchos andaluces y catalanes, pero ahora ya las visitas suelen ser de los alrededores de Asturias».

El Carmen cuenta con ocho habitaciones y, aunque es de obra nueva, está construido con material recuperado, como por ejemplo piedra de la antigua cárcel de El Coto de Gijón. Las habitaciones están orientadas al sur, donde menos da el sol, y todas tienen balcones y ventanal exterior. El mobiliario es restaurado, de echo Ruisánchez apunta entre bromas que «tardamos más en restaurarlo que en hacer la obra. Estuvimos un año y pico restaurando muebles». Las habitaciones cuentan con dos dúplex, más destinadas a las familias, y seis que son dobles. Todas tienen calefacción, televisión de pantalla plana, minibar y caja fuerte.

Pero fuera de las paredes del hotel el turista encontrará un entorno mágico. La propietaria destaca que «la estrella es Tito Bustillo. Está a la altura de Altamira, pero además aquí se visita la original todavía, no una réplica. Siempre recalco a los huéspedes que no dejen de verla». Pero además, El Carmen está a tiro de piedra de paisajes natural como los acantilados de Castru Arenes, los bufones de Llanes o la cuevona de Cueves. «Es una zona muy rica tanto en montaña como en costa», recalca Ruisánchez, que prosigue afirmando que «las playas de Llanes son pequeñitas pero una maravilla. La de Vega es un paisaje protegido, es muy salvaje, con dunas. Muy bonita, como la de Ribadesella, con toda su arquitectura. Son una maravilla». Además, el Ayuntamiento de Ribadesella organiza visitas guiadas por diferentes puntos de la villa que «es muy interesante y se ofrece gratis. Está muy bien».

Por último, El Carmen también gestiona actividades de turismo activo para sus clientes. Y, como se puede esperar por su localización, la que más triunfa es el Descenso del Sella. Ruisánchez indica que «tenemos un acuerdo con una empresa que si se reserva a través nuestro te recogen en el hotel y te hacen un descuento sobre la tarifa habitual». Además, también se pueden reservar actividades como rutas a caballo o paseos en lancha por los acantilados. Una gran variedad de oportunidades para soltar adrenalina y disfrutar al máximo de un paraje único en toda Asturias.