El abuelo atracador no se jubila

Pilar Campo OVIEDO

ASTURIAS

El solitario de Avilés

El avilesino Manuel Ángel Álvarez, de 76 años, acumula 40 años de carrera delictiva asaltando entidades bancarias camuflado con perilla y bigote falsos y lleno de tiritas en los dedos para evitar su identificación por las huellas. Ahora regresa a la cárcel tras ser retenido por su última víctima

08 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El atracador asturiano más longevo ocupa una celda de la cárcel cántabra de El Dueso, en Cantabria, tras ser identificado por las últimas víctimas de su prolija actividad delictiva. Manuel Ángel Álvarez Riestra, nacido en Avilés, hace 76 años, acumula un currículum delictivo de cuatro décadas que se interrumpió al ser detenido cuando trataba de culminar un nuevo atraco a una entidad bancaria en Santander. Su arresto ha permitido esclarecer sendos atracos perpetrados en Oviedo el año pasado.

Su pintoresca forma de actuar, camuflado habitualmente bajo una perilla y un bigote falsos, disfrazado con una peluca, y con los dedos cubiertos de tiritas, para no dejar huellas. Iba siempre armado y trabajaba sin ayuda de cómplices; unas circunstancias que desembocaron en su bautizo policial con el apodo de «El Solitario de Avilés», para diferenciarle del delincuente Jaime Giménez Arbe, el auténtico y genuino solitario, que trajo de cabeza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a quien emulaba en su «modus operandi».

Un amplio historial delictivo

El septuagenario atracador ha pasado encarcelado más de un tercio de su vida, pero ni el cumplimiento de las condenas, ni su edad le han hecho reinsertarse alejado de su único oficio reconocido en los ambientes policiales y penitenciarios. El único cambio apreciable, con el paso de la edad, ha sido la incorporación de colaboradores en sus atracos. De hecho, su último cómplice, mucho más joven que él y con el que perpetró el atraco en la entidad bancaria de la localidad de Liencres, en el municipio cántabro de Piélagos, logró huir.

Manuel Ángel Álvarez acumula más de una docena de delitos entre sus antecedentes policiales. Sus primeros pasos en el mundo de la delincuencia comenzaron con una falsificación en el año 1976. Nueve años después se inclinó hacia la comisión de robos. En su historial consta una sustracción de material de una joyería por valor de 720.000 euros.

Muy reivindicativo en sus reclamaciones sobre los derechos penitenciarios que le amparaban, aprovechó un permiso de salida para cometer un nuevo robo; lo que constataba, según describen fuentes policiales y penitenciarias, que no estaba rehabilitado, ni reinsertado.

Proclamaba su inocencia

En Asturias se le atribuyen un robo a punta de pistola en una entidad bancaria de Carbayín (Siero), donde obtuvo un botín de 90.000 euros, y sendos atracos en la sucursal del Banco Herrero de Las Vegas, en Corvera, y en la Caja Rural de Lugo de Llanera, donde logró apoderarse aproximadamente de 4.000 euros. La Policía también le identificó como el autor de un intento de robo en la provincia de Huelva.

Él proclamaba su inocencia en estos asaltos y apoyaba sus alegatos en sentencias absolutorias de otros atracos que también se le habían añadido a su carrera delictiva y de los que él se desentendía y su defensa había logrado desvincularle.

La víctima logró zafarse y retenerle

Sin embargo, esta vez no ha tenido tanta suerte. La semana pasada era identificado junto a un cómplice como los dos asaltantes que habían atacado con un espray a un empleado de banca en su coche, poco después de que este saliese de la urbanización en la que reside, en la localidad de Liencres. La víctima logró zafarse de «El Solitario de Avilés» y ayudado por otros vecinos logró retenerle hasta la llegada de la Guardia Civil. Los dos delincuentes le habían rociado con una sustancia química para cegarlo e intentar meterlo en el coche. Según explican fuentes policiales, la habilidad de la víctima y la rapidez con la que consiguió neutralizarle fueron decisivas para evitar un nuevo asalto. Tras ser arrestado, pasó a disposición judicial y el titular del juzgado acordó su ingreso en prisión. Fuentes penitenciarias han confirmado que actualmente se encuentra ingresado en la cárcel cántabra de El Dueso.

Su arresto ha propiciado su identificación en otros dos atracos perpetrados en Asturias. La Jefatura Superior de Policía de Asturias ha confirmado que Manuel Ángel Álvarez ha sido identificado como el presunto autor del atraco a sendas entidades bancarias, ubicadas en la calle Tito Bustillo, en Ciudad Naranco, y en Fray Ceferino, cometidos en octubre y diciembre de 2016, en Oviedo.

Los reconocimientos de las cámaras y fotografías

Su imagen, al igual que ocurría con el «Solitario» Giménez Arbe, también había sido grabada por las cámaras de seguridad de los bancos. En estas imágenes, según ratificaron fuentes policiales, «se observa a un individuo armado con un cuchillo y con el argumento de que alguien le había exigido una cantidad de dinero, amenaza a los trabajadores y se apodera de 25.000 euros, contabilizando ambos atracos». Los testigos también fueron una pieza fundamental en la investigación, al describir al atracador como «una persona de edad avanzada», por lo que las pistas se encaminaron hacia delincuentes que fueran «viejos conocidos» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por su reincidencia delictiva.

La Policía, una vez que tuvo conocimiento de la detención del atracador asturiano, en Cantabria, realizó un estudio de las imágenes comparándolas con una fotografía actual de Álvarez Riestra y llegó a la convicción de que se trataba de la misma persona. Igualmente se realizaron reconocimientos a través de fotografías que mostraron a los trabajadores de las entidades bancarias que fueron asaltadas, reconociéndolo todos ellos. Si bien, algunos dudaban dado el tiempo transcurrido.

Una vez realizados todos los trámites de la investigación por parte del Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta de la Jefatura Superior de Policía, las diligencias fueron remitidas al Juzgado. Dos robos con violencia e intimidación se han sumado en esta ocasión a la dilatada carrera delictiva del abuelo atracador que, pese a su edad, aún no se jubila.