«Si pasas de los 30 ni te leen los currículum»

Natasha Martín REDACCIÓN

ASTURIAS

Ana Castañón, dos años en paro
Ana Castañón, dos años en paro

Nieves, Ana y Covadonga llevan más de dos años sin encontrar empleo y, como muchos otros asturianos, ven que sus esfuerzos por encontrar trabajo «no sirven para nada». Ese es el drama de los parados de larga duración

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias es una de las comunidades autónomas con más parados de larga duración de toda España. Hasta un 49% de la ciudadanía del Principado lleva sin incorporarse al mercado laboral más de dos años, según un informe de Randstad; una situación que acaba por tornarse desesperante cuando ven que, por razones de edad, ni siquiera leen sus currículum.

Ana Castañón tiene 38 años y lleva dos sin trabajar. Al hablar con ella lo primero que dice es «no te preocupes, puedo hablar, no estoy esperando a que me llamen para ningún trabajo». Castañón, natural de Gijón, se incorporó muy joven al mercado laboral como auxiliar de enfermería. «Entonces hacía prácticas en una residencia, después me puse a cuidar a una señora. Ahí todo iba bien». Después se metió en el mundo de la hostelería, donde, como asegura, «trabajé mucho, no me faltaba trabajo».

El problema vino cuando cumplió los 35. Según el informe de la empresa de recursos humanos, por tramos de edad, los mayores de 45 años son los que registran el mayor índice de desempleo de larga duración, con un 54,4%, seguido de los profesionales entre 25 y 45 años (36,9%) y, por último, de los menores de 25 años (18,4%). Castañon, con menos de 40, siente que «a esta edad ya no valemos para nada, no nos llaman, les cuesta». Incluso ha tenido que dejar de poner su edad en el currículum para ver si así consigue alguna entrevista, de momento, sin éxito.

Sus esfuerzos por intentar reincorporarse al mercado laboral en Asturias han abarcado todas las posibilidades. «Mira, creo que estoy apuntada a todas las plataformas que hay y he hecho cursillos, hasta uno de restauración de muebles, por si servía», cuenta. El problema es que su teléfono sigue sin sonar para ofrecerle alguna oportunidad.

«Da igual el perfil que tengas, da igual la experiencia que tengas», comenta con desgana. Según Castañón, en algunas de las plataformas de empleo, como Infojobs, hay ofertas en las que descartan a algunos candidatos sin leer su currículum. «Si pasas de los 30 ni te leen. Tienen un filtro y adiós», asegura, «yo estoy desesperada ya».

Ante esta situación, Castañón piensa que en «las empresas deberían mirar menos para sus bolsillos y empezar a contratar a gente que sabe. Porque si contratan a personas con menos de 30 es porque está subvencionado y a mí me tendrían que pagar el sueldo completo».

Lo que no significa que no haya que apoyar la incorporación de los jóvenes al tren del empleo, quienes, por su parte, también viven una situación cruda. Como comenta Castañón, «las compañías pretenden que alguien recién salido de la facultad tenga también experiencia, porque se la piden». Una postura que califica de «horrible», ya que no se hay empleo «ni para unos ni para otros».

¿El futuro? «Negro pero no pierdo la esperanza». Castañón sigue enviando correos, habla con gente, se apunta a cada oferta que aparece. De momento subsiste con ayuda de su familia y está en trámite de solicitar el salario social. También se plantea abrir un negocio pero, de nuevo, la falta de ingresos mitiga sus posibilidades. «Hasta para hacer muñequitas de trapo y venderlas necesitaría dinero para material... No pierdo la esperanza pero a veces tengo el ánimo muy bajo».

El caso de la avilesina Nieves de las Peñas es todavía más severo, ya que a sus 47 años lleva ocho sin trabajar más que «horas extra alguna vez». Su último empleo fijo fue en la hostelería, donde estuvo cinco años trabajando sin ningún parón. Ahora tiene un sentimiento claro: «A esta edad ya no les valemos para trabajar».

Intenta encontrar empleo como los demás, dejando currículum en aquellas ofertas donde cree que puede tener posibilidades, y hasta en las que no. Si bien, no obtiene ninguna respuesta positiva. Los grupos que circulan por las redes sociales, donde se comparten diversas oportunidades de empleo, suelen ser un complemento a las plataformas al uso. Si bien, De las Peñas sigue topándose con la misma traba entre donde entre: sus años vividos.

Nieves de las Peñas, ocho años en paro
Nieves de las Peñas, ocho años en paro

Viendo en el horizonte que se acerca a la década en situación de desempleo, esta constante «me baja la moral. Hay días que estás bien, otros días no, y así». Su único medio de ingresos, desde hace dos años, es el que percibe del salario social, que aun siendo una ayuda es «pan para hoy y hambre para mañana, porque no da para nada», comenta.

De cara al futuro, no ve ninguna esperanza, «ya no tengo ningún ánimo». A las empresas que desechan su candidatura De las Peñas les diría «que valoren, que a una persona que tiene más edad no la tienes que enseñar; ya tiene experiencia».

También de Gijón es Covadonga Hórreo, que a sus 33 años lleva desde 2012, año en el que trabajó como reponedora en Ikea, sin acceder a un empleo. A lo largo de este tiempo ha intentado realizar cursos para completar su formación; sin embargo, «me rechazan». Sus currículum llegan a todas las ofertas del mundo comercial, tanto en las que piden experiencia como en las que no, pero los resultados no se ven. «Yo ya... hay días que pienso que no valgo para nada».

Actualmente Hórreo subsiste gracias al apoyo de su pareja, aunque tiene la confianza de que en el futuro «mejorará». Hasta entonces, el presente se llena de tiempo libre, de miradas a foros de empleo y de un pequeño proyecto web de una amiga suya, dedicado a las manualidades, en el que participa de manera gratuita. «Al menos me siento útil. Se lo agradezco porque solo con sentirme útil me está ayudando», sostiene.

Covadonga Hórreo, cinco años en paro
Covadonga Hórreo, cinco años en paro

Aunque se trata de una situación que lleva a la desesperación, no vale trabajar a cualquier precio. Hórreo ha experimentado ciertos episodios de explotación. Uno de ellos tuvo lugar este verano, cuando trabajó en un quiosco en el que, de primeras, «decían que me querían enseñar pero que no me pagaban. Después, decían que me pagarían la hora y media a 10 euros. La última vez cogieron y me dijeron que no podían pagar 10 euros la hora y media, que tenían que ser cinco». Y todo ello sin asegurar. Ante este hecho Hórreo decidió rechazar esta oportunidad de oportunistas pues, «necesito trabajar pero tampoco que me pisen».

Para esta gijonesa, las empresas deberían centrarse más en el lado humano y no darle tanta importancia al papel. «El currículum es algo informativo, lo que necesitamos es tener, al menos, la oportunidad de citarnos en persona».

Los datos del informe

Asturias (49%), Extremadura (48,6%) y Andalucía (42,8%) son las regiones que registran mayor tasa de desempleo de larga duración respecto del total de parados. En el lado inverso, Comunitat Valenciana (40,7%), Murcia (39,9%), Cantabria (39,7%) y Madrid (39,7%) se sitúan inmediatamente por debajo de la tasa registrada en España. A continuación, están Canarias (39,1%), Aragón (39,1%), Catalunya (38,2%) y Castilla y León (37,5%). En las últimas posiciones, se encuentran La Rioja (36,7%), Navarra (31,2%) y Baleares (20,6%).

En análisis también tiene en cuenta la situación de los desempleados de más de dos años según el nivel de formación alcanzado. Es a destacar que a mayor formación, menor es el índice de desempleados de larga duración respecto del total de profesionales en esta situación. Es decir, los trabajadores con formación académica superior tardan menos tiempo en reincoporarse al empleo tras quedarse en paro. A continuación se encuentran los profesionales con educación secundaria y, por último, aquellos que cuentan con educación primaria como nivel formativo máximo alcanzado.

El 44% de los desocupados con formación básica se encuentran en paro desde hace más de dos ejercicios, siendo la cifra más alta. A continuación se sitúan los que han cursado estudios secundarios (38,2%) y, en última posición, los que tienen estudios superiores (29,6%).