Condenado el ITMA por castigar a dos científicos que publicaron en una revista internacional

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Laboratorio de Fotónica de la Fundación ITMA.Laboratorio de Fotónica de la Fundación ITMA
Laboratorio de Fotónica de la Fundación ITMA ITMA

El juzgado de lo social da la razón a los investigadores que pasaron todos los filtros para publicitar un récord mundial en el aprovechamiento de colorantes luminiscentes

27 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Área de Fotónica del Instituto de los Materiales de Asturias (ITMA) cruzó en 2016 una nueva frontera en la investigación sobre la energía solar. Consiguió un récord internacional en el aprovechamiento de colorantes luminiscentes usados en materiales arquitectónicos como el vidrio, superando a un equipo holandés que hasta entonces lideraba este campo. Así lo publicitaron los autores en una revista especializada, Journal of Photonics for Energy, perteneciente a la SPIE (Society of Photo-Optical Instrumentation Engineers), en noviembre de ese año. La dirección no les dio ninguna palmada en la espalda. Más bien, lo contrario. Impuso una sanción muy grave a dos científicos, por indisciplina y desobediencia y también por transgresión de la buena fe y abuso de la confianza. Ahora los juzgado de lo social de Avilés han obligado a rectificar. Una sentencia de noviembre revoca la multa y condena al ITMA a pagar los salarios que no abonaron durante el tiempo que les castigaron sin empleo ni sueldo.

Esta es la enésima sentencia favorable que consiguen los investigadores del Área de Fotónica del Instituto de los Materiales de Asturias (ITMA) en un conflicto con la dirección que dura ya años y que ha dejado un rastro de juicios y alguna que otra renuncia. El tema también ha sido tratado repetidamente en la Junta General del Principado sin que, hasta el momento, haya visos de solución.

¿Por qué se sancionó a los científicos?

Qué ha pasado para que el ITMA castigue a dos científicos que consiguen un recórd mundial en su campo y lo publicitaron en una revista especializada. Fuentes consultadas por La Voz explican que el desencadenante fue que un investigador de la firma Abengoa vio el artículo y solicitó información sobre los trabajos. Abengoa había tenido contratos en vigor con el Instituto y pretendía saber si había algún tipo de conflicto de intereses. Se propuso, entonces, una reunión por videoconferencia con todas las partes implicadas, coordinada por la directora de recursos humanos del ITMA, Julia García. Los autores consideraron que ese era un buen medio para ofrecer todo tipo de explicaciones ya que no existía ningún tipo de interferencia entre el trabajo expuesto en el artículo y el realizado para la compañía. Esa videoconferencia nunca se celebró.

En cambio, en enero de 2017, les fueron comunicadas las dos sanciones graves, que incluyeron una suspensión de empleo y sueldo. Los científicos, sorprendidos, recurrieron a los tribunales para defender su actuación. Ya con la sentencia en la mano, han quedado probados diversos hechos. En primer lugar, Abengoa nunca llegó a presentar ninguna queja. Fue solo una consulta verbal. Eso supone que el proceso de sanción se abrió a instancias del propio Instituto de los Materiales. Los investigadores lamentan, además, que la dirección aireara el castigo, filtrándolo a algún medio de comunicación y que remitiera un burofax a los implicados pidiéndoles que admitieran sus faltas.

El ITMA presentó como prueba un informe elaborado por el anterior responsable del área. La sentencia no lo tiene en cuenta, entre otras razones, porque «no explicita la manera en que se vulneraría la cláusula de confidencialidad» con la publicación del artículo. El fallo también recoge que no se puede concluir que exista convergencia con el contenido de los proyectos de Abengoa y que, por tanto, no se ha afectado a la confidencialidad de dichos proyectos.