La alerta social por el avispón asiático llega a Asturias

Juan M. Arribas REDACCIÓN

ASTURIAS

Un operario retira un nido de avispa asiática
Un operario retira un nido de avispa asiática

La especie afecta al sector apicultor y al cultivo de manzanas y kiwis

17 nov 2017 . Actualizado a las 07:40 h.

El avispón asiático se está convirtiendo en uno de los grandes problemas de la apicultura en Asturias y de producciones agrícolas como la manzana o el kiwi, altamente dependientes de la polinización de las abejas. El fallecimiento además de un hombre de 54 años en Pontevedra atacado por un enjambre de avispas velutinas ha puesto de nuevo el foco en una especie que se sigue extendiendo por el Principado.

La diputada de Foro, Carmen Fernández, asegura que el avispón avanza imparable en Asturias y ha preguntado al Gobierno regional, con qué medios se están eliminando reinas y retirando nidos «porque solo hay incertidumbre. Fernández ha señalado que la especie está afectando al  equilibrio ecológico y medio ambiental de Asturias, al igual que cualquier otra invasora, «pero la desidia del gobierno socialista ha permitido su expansión y asentamiento».

¿Es tan agresiva la avispa asiática? La Vespa velutina no ataca si no se ve en peligro, pero cuando siente cualquier amenaza sobre su nido se defiende y puede llegar a ser muy agresiva, perseguir a mayores distancias que otros insectos y con un ataque masivo. Además, el ser humano cada vez estará más expuesto a su picadura, pues este insecto, que se expande en España a un ritmo de unos 50 kilómetros al año, busca la humedad y las temperaturas suaves, lo que le acerca a las áreas urbanas y a la franja litoral.

El fallecimiento de un hombre de 54 años atacado por un enjambre de avispas asiáticas que le propinaron una veintena de picaduras cuando podaba un manzano ha puesto el foco de nuevo en la especie. «Con esa cantidad de picotazos de cualquier insecto con veneno las posibilidades de fallecer son bastantes altas», ha explicado Marcos Negrete, presidente de la Asociación Española de Apicultores (AEA), quien ha matizado que las abejas no suelen atacar de manera masiva al estar la mayoría de las colmenas en el campo.

La avispa asiática construye su nido de hasta un metro de alto y 0,8 de diámetro próximo a viviendas, interactúa con el ser humano y «cuando incidimos sobre ella de forma voluntaria o involuntaria, se defiende», ha señalado este experto, quien ha recordado que su mayor tamaño conlleva también mayor cantidad de veneno que la abeja.

Por su parte, Gustavo Ferreiro, biólogo de SEO/BirdLife, ha explicado que «el radio de acción en el que las avispas asiáticas se consideran atacadas es más amplio y su ataque suele ser más masivo». Además, «persiguen hasta más distancia y se sienten atacadas desde más lejos», ha añadido el biólogo, quien ha matizado que, aunque se cree que su picadura provoca un colapso en el corazón, «hay muy poca investigación sobre los efectos sobre el ser humano y el tipo de compuestos del veneno».

No obstante, «una persona alérgica puede morir incluso con menos cantidad de picaduras, algo que ha ocurrido en algún caso con abejas o avispas comunes, y depende de la zona del cuerpo que reciba el ataque».

Marcos Negrete ha retirado en un año más de cien nidos de avispa asiática en un municipio de  apenas diez kilómetros cuadrados y nunca ha sido atacado; «la clave está en retirar los nidos de noche, por el día la avispa te ve, tiene más capacidad de reacción y el avispero está más a la defensiva». Sin embargo, el pasado año retiró en esa localidad unos 80 nidos y recibió avisos de dos o tres personas con más de una picadura y este año son ya 150 los nidos retirados y más de 15 personas aseguran haber sido atacadas por más de un insecto.

Ha lamentado que desde la administración central «no se está haciendo casi nada para detener la expansión de esta especie invasora que dibuja un panorama gravísimo y un desequilibrio en la naturaleza de consecuencias imprevisibles», ya que cada ejemplar captura entre 25 y 50 abejas cada día.