Personalidad y excelencia en el corazón de Cudillero

N.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Casona de La Paca
Casona de La Paca

Casona La Paca lleva 19 años ofreciendo a cada huésped una experiencia cálida y memorable de la mano de Montse Abad

30 dic 2017 . Actualizado a las 18:27 h.

Casonas.Casonas
Casonas

Este verano cumplió 19 años en Cudillero. La Casona La Paca casi roza la veintena y Montse Abad se siente tan orgullosa y dedicada a su negocio como si fuera el primer día. Su historia viene dada por la certeza. Cuenta Abad que, después de haber vivido en el Valle de Arán durante muchos años «tenía muy claro que queríamos algo similar a esto». ¿Y dónde? La respuesta fue inmediata: la zona de Cudillero. Allí encontraron diferentes edificaciones de estilo Indiano hasta que se enamoraron de La Paca, un caserío conocido así en Cudillero «de toda la vida». Tras ese primer flechazo consiguieron contactar con el dueño, que era «un señor muy mayor, incluso había sido un hijo natural de uno de los dueños originales de la casa», asegura Abad, y le propuso a todos sus hijos que si querían venderla era un buen momento. El proceso les costó «un montón de reuniones y ponerse de acuerdo pero al final tuvimos suerte y la conseguimos», cuenta. Entonces vino el trabajo de verdad. La casa estaba totalmente en ruinas por dentro, «pero por fuera nos encantó y decidimos hacer el hotel y entrar en Casonas Asturianas desde el principio». Esa es la primera página de la gran aventura en la que decidieron sumergirse Abad y su marido.

Casona de Paca

Muchas cosas han cambiado desde entonces. «Ha habido una gran evolución a muchos niveles. Primero la explosión del mundo de internet. Antes todo se hacía por teléfono, luego por correo electrónico y ahora directamente a través del motor de reservas o de las grandes agencias de turismo online». La otra gran evolución se refiere a la explosión del turismo extranjero que «al principio era puramente nacional pero en los últimos años hemos visto cómo el porcentaje de turistas extranjeros es cada vez mayor». Una afluencia de clientes de diferentes territorios que tienen en común el gusto por acudir a este hotel totalmente acondicionado, coqueto, detallista y sobre todo, acogedor; un hotel que ha sabido mantener el sabor auténtico de las generaciones pasadas.

Casona de La Paca
Casona de La Paca

Todos los que llegan disfrutan de esa parte de Asturias. Cuenta Abad que «al turista nacional le encanta la diferencia con el resto de España, la diferencia de paisaje, la buena gastronomía, la gente asturiana y su carácter. Pero principalmente la naturaleza apabullante y que, mandes donde le mandes, disfrutan de cosas como que la montaña se meta en el mar, algo que no es habitual en muchos sitios. Luego les encanta comer bien y les recomendamos sitios que sabemos que no fallan nunca. Intentamos que el viaje sea redondo no solo por el alojamiento sino por todo lo que hacen y que nos digan que todo ha salido fenomenal». Un cuidado que se nota porque, como dice Abad, «este es un hotel con una gran personalidad que pone muchísimo empeño en tratar bien al cliente desde que entra por la puerta hasta que se marcha». Porque todo esfuerzo es poco con tal de dar a sus huéspedes una experiencia que se diferencie, de verdad, a todo lo conocido hasta entonces. 

Su interior está compuesto por estancias comunes, como el salón principal con chimenea y biblioteca o el comedor de desayunos que se transforma en sala de reuniones, de juegos o de lectura. En el exterior, el aire mantiene la frescura de antaño y la terraza jardín se deja envolver en la fragancia de los árboles centenarios que desprenden de su memoria la historia de los paisajes que les rodean. Este puente de la Constitución será el último fin de semana disponible para conocer el corazón de La Paca hasta febrero.