La cárcel baraja trasladar al «violador del estilete» por el riesgo de represalias de otros presos

Pilar Campo REDACCIÓN

ASTURIAS

El violador del estilete en Oviedo
El violador del estilete en Oviedo

Félix Vidal permanece separado del resto, por orden de la dirección, para proteger su integridad física, ante la existencia de  «un riesgo objetivo»

30 ene 2018 . Actualizado a las 07:31 h.

Félix Vidal Anido podría tener las horas contadas en la cárcel de Asturias. La Junta de Tratamiento del centro penitenciario valora actualmente la posibilidad de solicitar su traslado a otra prisión del país al considerar que puede existir «un riesgo objetivo» para su integridad física si permanece en el Principado, según pudo confirmar La Voz de Asturias en fuentes penitenciarias.

Los «códigos de conducta» con los violadores

El conocido como el «violador del estilete», apodo con el que se le bautizó popularmente por el arma blanca que utilizaba para amedrentar a sus víctimas en sus agresiones sexuales, está actualmente separado del resto de la población reclusa por orden de la dirección de la cárcel asturiana para proteger su vida, en aplicación del artículo 75 del reglamento penitenciario.

Esta medida se adopta ante el «riesgo objetivo» que, según ratificaron fuentes penitenciarias, se produce cuando se dan circunstancias como las que concurren en este caso, donde el interno es reconocido por sus antecedentes en delitos de esta naturaleza y gravedad y ante la alarma social que se crea. En la cárcel, los internos condenados por delitos sexuales tienen una condena sobrevenida ya que no son casos aislados los «códigos de conducta» no escritos que pueden llegar a emplear otros reclusos. «Las violaciones son delitos muy mal vistos dentro de las prisiones y ahora todo el mundo sabe quién es el violador del estilete», reconocen fuentes penitenciarias.

«Muy callado y reservado».

Félix Vidal Anido se encontraba actualmente libre de todo cargo tras haber cumplido 32 de los 73 años de condena que le impusieron los tribunales de justicia por su autoría en la agresión sexual e intentos de violación a 54 mujeres. El jueves, día 25 de enero, era de nuevo encarcelado tras haber sido identificado por una mujer como el presunto autor de una agresión sexual registrada en Oviedo el pasado 22 de diciembre. La joven también identificó a la actual pareja sentimental de Félix Vidal como presunta autora de un robo con intimidación y, ésta, tras declarar en comisaría durante tres horas por estos hechos, fue puesta en libertad con cargos.

Su historial delictivo, la alarma social combinada con la presión mediática y la connotación del nuevo delito imputado ha aconsejado la separación de Félix Vidal del resto de reclusos. Fuentes penitenciarias explicaron que en las primeras horas que ha permanecido en el módulo de Ingresos se ha mostrado «muy callado y reservado. Apenas ha pronunciado muy pocas palabras».

Su negativa a ser tratado

A este mismo módulo de Ingresos fue trasladado Vidal Anido durante el cumplimiento de una condena anterior, en vísperas de su salida en libertad en el año 2013, cuando se vio beneficiado por la anulación por el Tribunal de Estrasburgo de la «doctrina Parot», por la que obtenía reducciones de condena en cada una de las penas impuestas y no de forma global.

Durante su estancia en la prisión asturiana, Félix Vidal se desmarcó de cualquier opción de tratamiento y rechazó incorporarse al programa específico para agresores sexuales que le ofrecía la dirección del centro. El hecho de que este tipo de programas sea voluntario, impide al equipo de tratamiento realizar cualquier actuación encaminada a mejorar sus pautas de conducta y abordar su problemática, lo que retrasa su rehabilitación y empeora las posibilidades de una auténtica reinserción social futura. De hecho, su salida en libertad ha estado acompañada desde su inicio por el rechazo social en todas las ciudades asturianas donde ha sido visto en los últimos meses, como en Oviedo, Moreda o Belmonte de Miranda. 

La petición de traslado

Tras salir del centro penitenciario asturiano, volvió a reincidir en el año 2014 y fue condenado por un intento de agresión sexual a 21 meses de prisión. Había quedado de nuevo libre el 31 de diciembre de 2015. Pero apenas dos años después, la misma tipología delictiva le ha llevado de nuevo a la cárcel asturiana.

Fuentes penitenciarias aseguran que, en el caso de que la Junta de Tratamiento del centro penitenciario acuerde la propuesta de su traslado de prisión, una medida que sopesa actualmente, se elevaría la petición a Instituciones Penitenciarias, en Madrid, donde se adoptaría la decisión última sobre el destino del «violador del estilete».