El primer beso de Soraya

Juan M. Arribas REDACCIÓN

ASTURIAS

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya de Sáenz de Santamaría (2i), y el presidente del Principado, Javier Fernández (i), entre otras autoridades, asistieron hoy a la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Asturias, Mariano Marín (3i).
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya de Sáenz de Santamaría (2i), y el presidente del Principado, Javier Fernández (i), entre otras autoridades, asistieron hoy a la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Asturias, Mariano Marín (3i). JLCereijido

10 abr 2018 . Actualizado a las 12:49 h.

Los besos entre políticos son algo más que una declaración de cariño: a veces suponen una declaración de principios. La toma de posesión de Mariano Marín como nuevo delegado del Gobierno reunió a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría con una nutrida representación de la cúpula del PP regional. Soraya entró cuando la mayoría ya habían tomado sus asientos y el primer saludo, el primer beso, no fue ni para la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, ni tampoco para ninguno de los miembros de su equipo o de sus diputados autonómicos. El elegido fue el senador Ovidio Sánchez, que no suele prodigarse por Asturias y que mantiene una actividad de perfil bajo en la cámara alta allá en Madrid. Sánchez, que dirigió el PP asturiano durante años, fue tocado tangencialmente aunque sin conclusiones claras por el escándalo que afectó a Gustavo de Arístegui y Pedro Gómez de la Serna por una trama para obtener comisiones por parte de empresas españolas que operaban en el extranjero. El asturiano alquiló un despacho en la oficina de De la Serna y participó en una operación por la que iba a interceder para introducir a una empresa láctea en el mercado indio. Pero el asunto apenas le rozó, no dimitió y guardó un largo silencio que, al final, fue premiado con un ósculo.

The Wire en Asturias

Después de que anunciara su proyecto de rodar una serie sobre la Guerra Civil, a David Simon, el laureador creador de «The Wire», le salió un gran número de asesores en tuiter, muchos cuestionando las fuentes a las que pudiera acudir para documentarse como es debido sobre el conflicto español y también sobre si tenía algún conocimiento directo sobre la geografía española. Y claro que lo tiene, sobre Asturias:

Así respondió Simon recordando los días en los que participó en el Festival Celsius de Avilés. Al hilo de su tuit, se le recordó que era en Asturias donde habían sucedido varios episodios importantes no sólo de la guerra sino de la revolución de 1934. Pero el plan de la nueva serie se centra en las andanzas de un grupo de norteamericanos implicados en las Brigadas Internacionales.

Una langreana en el top empresarial

¿Mujeres empresarias en Asturias? Las hay a puñados, a veces sin la visibilidad necesaria. Entre ellas, Ángela Santianes, langreana, presidenta de la compañía DuPont en España y Portugal y que sucedió en el cargo a Enrique Macián. La multinacional ha anunciado una nueva inversión en Asturias de su planta de Nomex. Santianes, con su acento asturanglosajón y su experiencia internacional (en Ginebra vivió varios años), siempre observa en sus intervenciones públicas un detalle que gustará al grandonismo asturiano: cómo muchos de los empleados de DuPont que llegan desde fuera a Asturias quieren seguir viviendo en la región. Por su calidad de vida y por las oportunidades que ofrece el Principado a sus familias. Es también un ejemplo de cómo Asturias, con trabajo y con ingresos, puede ser un paraíso. De las condiciones contrarias (en paro y sin perres) ya habrá ocasión de hablar en Asturias confidencial.

Una calle para Ricardo Pire en Pravia

A Ricardo Pire le recuerdan todavía en Casa Julián, en Niserias, jugando al dominó con Manuel Fraga. Pire, que fue uno de los fundadores de Alianza Popular en Asturias, creó Ifa, la cadena de supermercados y puso en marcha Terpla (hoy Linpac),  la empresa de envases ubicada en Pravia. La suya fue una carrera política de ida y vuelta del PP, con fuga incluida a la URAS de Sergio Marqués. El pasado mes de marzo, a los 84 años, Pire falleció silenciosamente en una residencia de ancianos. Ahora, un grupo de vecinos de Pravia con centenares de firmas le piden una calle en la villa.