Así justifica el HUCA un año de retraso en una patología mamaria

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Pacientes en la sala de espera del HUCA
Pacientes en la sala de espera del HUCA

El servicio de Radiodiagnóstico remite una explicación «surrealista» a una paciente que ha presentado una queja por escrito

25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos bajas por embarazo, una jubilación y una bolsa de especialistas facultativos agotada. Es decir, que no hay médicos. Ese es en resumen el argumento con el que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) justifica demoras de casi un año en las revisiones de patologías mamarias dentro del área de Radiodiagnóstico. A este servicio le corresponde, entre otras funciones, el seguimiento de las pacientes con cáncer de mama. La usuaria se quedó perpleja cuando leyó los argumentos con los que la Administración sanitaria respondía por escrito a su queja por el retraso en una cita. «Es lo que te dirían en la frutería de la esquina si una de sus empleadas está enferma y hay mucha cola», critica. Esta mujer, que tiene varios fibroadenomas y quistes, lleva años realizando controles y afirma que nunca le había pasado nada parecido. «Es un servicio que siempre funcionó de manera ejemplar. De 10. Y se lo están cargando», denuncia.

Sabe que su caso no es único. Asegura centenares de asturianas están pasando por lo mismo. Lo más grave es la espera. Entre las últimas pruebas que se hizo y las que se hará pasarán más de 20 meses. «Obligan a la gente a estar con el corazón en un puño meses y meses», lamenta. Si no hay novedades, no podrá pasar por consulta hasta finales de enero de 2019.

Las citas

Esta paciente lleva años realizando controles. El procedimiento que sigue siempre es el mismo. Dos o tres meses antes de que cumpla el año de la última revisión, acude a su médico de cabecera, que le tramita el volante para el especialista. Mes arriba o mes abajo, siempre tiene consulta sobre mayo. En este 2018, volvió a repetir el proceso. Pero en este caso la cita se la han concedido para finales de enero de 2019. Esto supone más de 10 meses después de la fecha considerada como recomendable para el seguimiento de casos como el suyo, de fibroadenomas y quistes.

Con la citación en la mano, preguntó en el mostrador del servicio para ver qué pasada. Le reconocieron que había demoras. Después se acercó al área de Atención al Paciente, le dijeron que había más quejas y que la causa eran una serie de bajas en el personal. Pero no se conformó y presentó por escrito una reclamación. En su carta, explica que de manera anual se somete a mamografías, tomografías y ecografías, siguiendo la pauta prescrita para su diagnóstico. Expone su sorpresa cuando este año, en lugar de citarla para mayo o junio, lo retrasan a enero de 2019. Denuncia que es algo «inadmisible» y pide explicaciones. En tono irónico, señala que supone que será «un error administrativo» que espera se corrija y se le asigne una fecha acorde con su situación.

Si la demora de 10 meses le causó sorpresa, la respuesta del HUCA le produjo una indignación mayor. En apenas 12 líneas el jefe de servicio le cuenta todas las penurias de personal que está pasando. Le confirma, por supuesto, que no se trata de un error y resume en un párrafo revelador las verdaderas causas: «El motivo es la ausencia de facultativos especialistas de Radiodiagnóstico del HUCA, concretamente (aunque esto es un problema de régimen interno) la ausencia se debe a la baja laboral de dos radiólogas por embarazo, así como la jubilación de otra especialista, adscritas todas las sección de radiología en patología mamaria. Estas tres ausencias no pueden ser sustituidas aún por no existir en la bolsa de demanda de empleo ningún empleo con especialidad de radiodiagnóstico». Le pide, por último comprensión: «Comprenderá que el trabajo que desarrollaban cinco especialistas no puede ser asumido en el mismo tiempo por solo dos personas».

La falta de médicos ya parece estar pasando factura al HUCA. Esta paciente denuncia la falta de previsión del Sespa y que las pésimas políticas de gestión de personal hayan alejado a los especialistas de Asturias. «La explicación que me han mandado es surrealista», apostilla.