Zapatero espera que el PSOE «vaya mejorando en la cultura de primarias»

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Barbón agradece al expresidente «lo que estás haciendo por la unidad» y elogia los avances de igualdad en su mandato

25 abr 2018 . Actualizado a las 17:24 h.

El premio Pura Tomás de la AMSO, un galardón destinado a reconocer aportaciones en materia de igualdad, le fue concedido a José Luis Rodríguez Zapatero en 2016, pero no fue hasta dos años después cuando pudo acudir a recogerlo en mano. En esos dos años la situación del partido ha sufrido muchos vaivenes que no han terminado de asentarse, por eso, y porque la situación interna de la FSA se encuentra en vísperas de una nueva contienda con las primarias para la elección al candidato a la presidencia del Principado, a la hora de recibirle en la agrupación de Oviedo, el secretario general del partido en Asturias, Adrián Barbón, le agradeció «lo que estás haciendo por la unidad del partido, porque hay un momento para decidir y otro para remar juntos». Barbón también recordó el papel que jugó Pura Tomás en la Transición para convencer a dirigentes socialistas en el exilio para que «votaran por el cambio» que dio el control del PSOE a Felipe González. 

Hubo un tiempo en que en los mítines y actos públicos del PSOE no se reivindicaba a Zapatero precisamente; en plena crisis y poco después de que terminara su mandato, fueron pocos dirigentes socialistas los que hicieron valer su legado por la cercanía de la debacle económica. De los pocos que lo hicieron, uno de ellos fue el exalcalde de Oviedo, Antonio Masip (presente en el acto) y a quien Zapatero reconoció como «de los más hooligans míos, completamente inasequible que me defendió en las cosas más indefendibles», señaló en tono jocoso. Pero la herencia destacada de Zapatero, y por la que se le reconoció en el premio de la AMSO, fueron sus políticas y leyes a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, la ley de Dependencia y el matrimonio homosexual. Barbón le definió como «el presidente de la igualdad» y añadió que «siempre tendrás las puertas de la FSA abiertas porque estamos orgullosos de tu trabajo».

En su intervención, Zapatero indicó que el PSOE se apasionaba en sus debates internos y más si había un proceso de primarias, «es normal» y apeló al «deber de la unidad del partido» y que las primarias «sean un ejemplo, porque llevamos pocas e iremos mejorando en su cultura, más que en las normas». 

El expresidente reivindicó los días en los que se aprobó el matrimonio gay, y que le hicieron descubrir «cuántos obispos había, cuando los vimos manifestarse». Esas medidas, junto a la ley de plazos de la interrupción voluntaria del embarazo, le llevaron a destacar que «España es el país más feminista de los países desarrollados» y también «el más tolerante para que cada cual ame a quien quiera y viva con quien quiera». Todo ello tiene que ver, según destacó, con unas políticas progresistas «y porque defendimos esas causas con total convicción y sin pedir disculpas ni poner excusas».

En este sentido, Zapatero reclamó de cara a las nuevas elecciones el partido asuma la misma disposición «y sepamos conectar con las aspiraciones de la sociedad, que no son las mismas que en 2004 ni en 1982». Añadió que hay «un renacimiento de la memoria histórica» y que su partido puede reivindicar ambas «porque no tenemos problema ni con la memoria ni con la historia». También destacó su deseo de que se revaliden los mandatos socialistas tanto en la alcaldía de Oviedo para hacer la capital una ciudad «abierta, dinámica y cultural», como en el Principado para que sirvan de precedente «para afrontar el máximo deber que tenemos, que es ganar después las generales».