El rector lamenta que el debate por la sede de Deportes se esté «frivolizando»

efe REDACCIÓN

ASTURIAS

El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda.El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda
El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda

García Granda asegura que la implantación de una carrera es un tema serio que requiere de trámites previos antes de hablar de la ubicación

03 may 2018 . Actualizado a las 11:27 h.

El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, ha afirmado que está «encantado» con el interés que muestra la sociedad asturiana sobre la implantación del Grado de Deporte en la región, aunque ha lamentado la «frivolidad» con la que se está tratando un tema «muy complejo». En declaraciones a los medios, previas al XIII Encuentro de la Asociación de Oficinas de Congresos de las Universidades y Fundaciones Universitarias (OCUE), ha hecho hincapié en que este grado «no va a solucionar los problemas de la Universidad ni de Asturias» y ha reclamado «sensatez, prudencia y respeto» con los planes de la institución académica en torno a este grado.

García Granda ha recordado que la implantación del Grado de Deporte no es algo definitivo, ya que tiene que pasar «varios trámites previos», por lo que considera que el debate que se está generando en torno a él es «estéril». En este sentido, ha insistido en que su implantación partiría de cero, ya que la Universidad tendría que crear nuevas áreas de conocimiento y destinar «al menos 500.000 euros» para la contratación de profesorado en una primera fase.

Acerca de estado del proceso, ha explicado que una Comisión está realizando la memoria de la posible implantación del Grado, basada en el conocimiento que tiene la Universidad para hacerlo «atractivo y diferente» a lo que se oferta en las comunidades limítrofes. Una vez finalizada esta fase, ha indicado que la Universidad estudiará las instalaciones y recursos que tenga y que mejor se adapten a las necesidades del grado.

Sobre las presiones externas, ha reconocido que «pueden llegar a influir», ya que la institución «no está aislada de la sociedad», aunque ha defendido la autonomía y capacidad de decisión propia de la Universidad para decidir su posible ubicación