Las medidas «antiatentado» sobre explosivos en Asturias

Pilar Campo REDACCIÓN

ASTURIAS

GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil aplica un férreo plan de control en explotaciones mineras, canteras, depósitos, talleres de pirotécnica y establecimientos de venta al por menor

29 may 2018 . Actualizado a las 09:29 h.

La Guardia Civil realiza un exhaustivo control y seguimiento de materias explosivas en el Principado de Asturias siguiendo las pautas de un ambicioso plan, que se desarrolla a nivel nacional, y centra sus objetivos en minas, canteras, depósitos, talleres de pirotecnia y establecimientos de venta al por menor.

La falta de control que se detectó en la Mina Conchita, ubicada en la zona occidental asturiana, en el año 2004, propició el robo de la dinamita Goma 2, las puntas y los tornillos que el exminero avilesino Emilio Suárez Trashorras facilitó a la célula islamista que ocasionó la masacre. El atentado del 11-M, en Madrid, que causó la muerte a 192 personas y provocó heridas a otras 1.856, llevó al Ministerio del Interior a reforzar las campañas de inspecciones en minas e industrias que utilizan explosivos para evitar que tragedias como la vivida en España hace ya más de una década pudieran repetirse.

Inspecciones todos los meses

La orden estaba firmada por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y se transmitió a los delegados del Gobierno, a instancias del entonces ministro del Interior, el fallecido José Antonio Alonso, donde se les comunicaba que tenían que informar de aquellas explotaciones en las que se detectaran deficiencias. Junto a las medidas operativas, Interior promovió otros frentes de actuación legislativa para aumentar el control de explosivos: la reforma del Código Penal, con el aumento de las penas impuestas a quienes en la fabricación, manipulación, transporte, tenencia o comercialización de explosivos contravinieran las normas de seguridad y pusieran en peligro la vida e integridad de las personas y la promulgación de una Orden Ministerial, suscrita por los ministros del Interior y de Industria, Turismo y Comercio, que determinaba el contenido y formato de los libros-registro de movimientos de explosivos, desarrollado mediante la reforma del Reglamento de Explosivos y del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera.

En el Principado de Asturias, la Guardia Civil ha establecido la obligación de que todo el depósito de consumo o auxiliar y todo taller sean inspeccionados, «al menos, una vez al mes».

Las actividades de control y vigilancia

En la madrugada del pasado domingo, día 20, una patrulla de la Guardia Civil de Ibias interceptó una furgoneta Ford Transit, en la que viajaban tres ciudadanos rumanos, cuando circulaban por la carretera AS-15, en el municipio de Degaña, con diverso material presuntamente sustraído de las explotaciones de Cerredo. La Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo sostiene que «no tiene constancia» de que exista un incremento de este tipo de incidentes delictivos.

Fuentes oficiales aseguran que en el operativo de control sobre explosivos intervienen «todas las Unidades de la Guardia Civil: Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y Unidades específicas de Intervención de Armas». Entre las actividades de control y vigilancia de explosivos que realizan se enmarcan las inspecciones en fábricas, depósitos industriales y talleres, transportes de explosivos y puntos de consumo de gran volumen de actividad, así como actuaciones complementarias de vigilancia y control, especialmente, en los transportes de explosivos.

Cazadores, agentes y armerías

El Servicio de Intervención de Armas y Explosivos tiene encomendada la totalidad de las tareas de control sobre armas y explosivos en España. Esta tarea tiene múltiples dimensiones, y entre ellas, la totalidad de la gestión administrativa para las autorizaciones de tenencia, uso y consumo, lo que implica elevados trámites administrativos diferentes, como licencias de armas, guías de circulación, homologaciones, licencias de importación, controles de consumo de explosivos, controles de tránsito, inspección de armeros y polvorines que involucran una gran variedad de tareas especializadas.

En su vertiente administrativa, el Servicio de Intervención de Armas y Explosivos se relaciona con una gran variedad de perfiles de usuarios, desde los ciudadanos que disponen de un arma en su poder como cazadores o los miembros de los propios Cuerpos de Seguridad del Estado, pasando por situaciones tan especializadas como el personal veterinario dotado de armas anestésicas, a los fabricantes o importadores de armas y explosivos o los responsables de armerías o canteras.