Los docentes asturianos quieren un año sabático remunerado

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

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PILAR CANICOBA

La Junta Docente aprueba la petición por unanimidad, con el modelo que ya tienen Castilla y León o Aragón. Solicita además un carnet del maestro

30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Síndrome de Burnout o síndrome del profesor quemado. Los docentes asturianos llevan años alertando del recrudecimiento de sus condiciones laborales y también del desprestigio de su profesión y de cómo afecta esto a su rutina diaria. Se quejan de que la Ley Wert supuso un incremento exponencial de la burocracia y de que el número de bajas se ha incrementado. Ahora proponen medidas concretas para combatir esta situación. A su constante reivindicación de las reducción de la carga lectiva de 23 horas semanales a 18, suman ahora un curso sabático parcialmente remunerado. Es algo totalmente novedoso en el Principado pero no en España. Comunidades como Castilla y León, Murcia o Aragón ya lo tienen regulado. La Junta de Personal Docente no Universitario ha aprobado por unanimidad una moción en la que reclaman a la Consejería de Educación la ampliación de los permisos ya existentes y la regulación de ese año sabático.

Este es uno de los puntos aprobados esta misma semana por la Junta de Personal, junto con otra serie de peticiones que tienen como objetivo una mejora de las condiciones socioeconómicas de la plantilla. Solicita, por ejemplo, el carné docente, un documento acreditativo de su profesión que permitiría a los profesionales en activo el acceso gratuito a museos y a los servicios de bibliotecas, para así promover la formación continúa; o el fin del abuso de las medias jornadas entre las plazas que se ofrecen a los interinos y su regulación.  

Qué piden

Los sindicatos proponen modelos basados en experiencias previas. El sistema que ven con mejores ojos es el que se organiza en ciclos de cinco años. El docente que pretenda solicitar un curso sabático retribuido se pasa los cuatro previos trabajando una jornada completa pero percibiendo una retribución parcial que se mantendrá el quinto año, el que no estará en activo. En resumen, lo que solicitan es que el sueldo de cuatro ejercicios se reparta en cinco, para tener asegurados los ingresos en ese quinto que pasarán lejos de las aulas, «permitiendo una oxigenación frente al agotamiento emocional».

La Junta de Personal Docente dispone de datos de Castilla y León que demuestran que ha sido un éxito. En las 11 convocatorias que se han completado hasta el momento -su normativa salió publicada en mayo del año 2006- se han concedido 986 permisos sabáticos, 654 a profsores y 332 a maestros. Casi un centenar de profesionales ya ha tenido tiempo incluso a repetir.  En este caso, se articuló mediante un acuerdo de mejora de las condiciones laborales y profesionales del personal docente. El año sabático de Murcia también data del 2006. Formó parto del Pacto Social por la Educación en la Región de Murcia, que se aprobó como la forma legal de una orden, en agosto de 2006. La de Aragón salió adelante dos años después, con una orden del 3 de abril de 2008, del departamento de Educación, Cultura y Deporte.

Los sindicatos no han mostrado discrepancias en este caso. La petición ha salido adelante por unanimidad. La resolución del pleno de la Junta de Personal incluye una exigencia y una reclamación. La exigencia consiste en que la consejería amplía los permisos existentes, para dar cabida a los permisos parcialmente retribuidos para los funcionarios. La reclamación es la apertura del proceso de negociación para establecer cómo será el año sabático parcialmente retribuido en Asturias.

Medias jornadas

Los sindicatos llevan varios cursos denunciando el considerable aumento de las plazas a media jornada que se ofrecen al profesorado interino. Las cifras parecen confirman esa queja. Si en el año 2011 se adjudicaron 471 en esas condiciones, este curso se dispararon a 1.135. Porcentualmente, el incremento es del de 241%. Esto supone, en sus palabras, «un crecimiento del empleo precario» generado por la propia administración. A los bajos salarios que perciben se suman otros condicionantes negativos. Las 15 horas lectivas de permanencía en el centro que, por ejemplo, tienen que cumplir en Primaria, se distribuyen a lo largo de toda la semana, como mejor cuadre en los horarios de los centros, por lo que un docente en esas condiciones puede tener que pasar prácticamente los cinco días en la escuela o en el colegio. No se les computa la vigilancia en los recreos o tampoco las guardias.

 La resolución aprobada por unanimidad por los sindicatos insta a la consejería a que «ponga fin al inaceptable incremento de las medias jornadas» y a que vuelva a asignar horarios de a jornada completa. Pero como las medias jornadas van a seguir existiendo, también reclaman una regulación específica para ellas, cuando sean inevitables. Reclaman que dentro de las circulares de inicio de curso que se remiten a los centros se incluyan una serie de recomendaciones, para mejorar la organización y las condiciones laborales de esos interinos. La principal demanda es que esas horas se organicen en el menor número de días posibles. Para velar por su cumplimiento, reclama que se involucre a la inspección educativa.