Fraga Iribarne cobra vida en San Lorenzo

Juan M. Arribas REDACCION

ASTURIAS

El fotomontaje
El fotomontaje

31 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Fraga ha resucitado en Gijón, con un remojón de órdago. Las manchas con olor a heces aparecidas en San Lorenzo han sido la causa de esta bomba (informativa, no de las otras). Como si de Palomares se tratase, Aurelio Martín, concejal de IU, ha exigido al concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, que se bañe a lo Fraga Iribarne cuando aparezcan estas manchas. Aparicio había acusado a la oposición de ahuyentar el turismo y «dar una patada en el culo a todos los gijoneses». «Las declaraciones del concejal Esteban Aparicio llamando a la censura previa son propias de la etapa predemocrática», se ha quejado el portavoz de IU. La coalición ha aprovechado para ejecutar un montaje fotográfico en el que Fraga Iribarne cobra vida junto a Aparicio, como conmilitones tardofranquistas.  

Cherines se moja por Cospedal

Es hora de cerrar filas y la lealtad se demuestra a las duras y las maduras. Por eso no resulta extraño que la presidenta del PP asturiano Mercedes Fernández haya hecho piña con el conjunto del partido en los últimos días a la hora de abordar la amenaza de moción de censura presentada por el PSOE y que hoy comenzará a debatirse en el congreso. Otra cuestión es el entusiasmo con el que se haga. La crisis de gobierno que ha estallado esta semana tiene su punto de ignición en la demoledora sentencia del caso Gurtel en cuya sentencia se señala al propio PP como conocedor de las irregularidades. Fue esta cuestión la que llevó a la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, ha hacer una encendida defensa del honor perdido del partido en una comisión parlamentaria en la que llegó a poner en duda los hechos probados por el fallo y decir que la opinión de un juez (a la ahora de redactar una sentencia) es algo sin demasiada importancia. Mercedes Fernández expresó con énfasis su respaldo inquebrantable por Cospedal en un mensaje en su cuenta de twitter en el que la define como «valiente, clara y contundente» para añadir que ponía voz a «los valores que representan a quienes cada día dedicamos nuestro tiempo a trabajar por el interés general de España». 

Apenas unas semanas atrás la misma Mercedes Fernández se pasó de frenada en sus halagos a Cristina Cifuentes calificándola de «mujer coraje» cuando tuvo que presentar su dimisión sólo unos días después. Cherines se ha mojado en esta ocasión por Cospedal, está por ver el resultado final.

El castillo perdido de Aller

Ya son 23 el número de elementos del patrimonio asturiano recogidos en la Lista Roja, una organización que recopila bienes históricos  «sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores». La última incorporación asturiana, de este mismo mes de mayo, son los restos del castillo de Soto, en el concejo de Aller, del que apenas queda ya en pie una pared y se encuentra en estado de ruina. Aunque se trata de una construcción en su mayor parte reconstruida sin respetar los elementos antiguos de la torre medieval, se trata de un lugar con mucho peso en la historia de Asturias. Su primer propietario fue Pedro Díaz de Aller, que documenta en los escritos su dominio de la fortaleza en el año 1100, su padre fue Diego conde de Oviedo y en otras nupcias tuvo otra hija llamada Jimena, que llegaría a ser la esposa del Cid. En ese castillo comenzó también el romance del rey Alfonso VII y Gontrodo Pérez, del que nacería una hija ilegítima, Urraca, que llegaría con todo a ser reina dos veces, una al casarse con García, monarca de Navarra y después reina de Asturias que intentó separarse de León. El juego de tronos real y de la época, más allá del muro de la cordillera cantábrica, se jugó en torreones como este.