Así desautorizó Cascos a Coto como presidenta de Foro

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Francisco Álvarez-Cascos, Isidro Martínez Oblanca y Cristina Coto en la presentación de una campaña de promoción de la sidra asturiana.
Francisco Álvarez-Cascos, Isidro Martínez Oblanca y Cristina Coto en la presentación de una campaña de promoción de la sidra asturiana.

El partido estalla con un enfrentamiento directo con el secretario general por la intención de ampliar la jornada de una trabajadora del grupo

09 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Foro afronta la recta final de la legislatura con un enfrentamiento inédito entre su presidenta, Cristina Coto y su secretario general, Francisco Álvarez Cascos, a su vez fundador del partido y voz indiscutida en su seno. Hasta ahora. En el entorno de Coto destacó que la presidenta se había sufrido una «desautorización continua» tanto a la hora de tomar decisiones de ámbito interno en la organización del grupo como en la orientación de determinadas votaciones en la Junta General, y en cuestiones de enjundia. Sin embargo ha sido una cuestión laboral, una «decisión de justicia» según las mismas fuentes las que hay llevado a la ruptura pública y abierta entre las dos principales autoridades de Foro.

La presidenta aprobó reconocer la jornada completa de una de las trabajadoras del grupo en el parlamento, una asesora jurídica, que se ocupaba de la mañana a la noche al igual que su otra compañera pero cuyo contrato es sólo a tiempo parcial. El entorno de Coto reiteró que se trataba de equiparar la remuneración y ocupación de dos personas que trabajan igual tiempo pero que el secretario general se negó en redondo y montó en cólera, «enloqueció porque no se hace su voluntad».

Las mismas fuentes apuntaron que la crisis desatada no tiene relación con la elección de quién vaya a ser la cabeza del cartel electoral de Foro en los próximos comicios. Después de que varias agrupaciones locales, comenzando por la de Siero, llamaran a que se proclamara a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, como candidata a la presidencia del Principado, Coto le dio su apoyo público y respaldo aunque también deslizó que no le habían gustado las formas; una aclamación concejo a concejo en la que quedaban aguadas como un formalismo las primarias por las que debería elegirse la lista electoral.  De hecho, en el comunicado leído el jueves en la Junta General por Cristina Coto, la presidenta y portavoz del grupo parlamentario destacó que «como saben, he trasladado mi ánimo a Carmen Moriyón para que dé el paso de presidir este partido y le he mostrado mi apoyo. Ese ánimo y ese apoyo son reales», calificó de «ficción» que trate de relacionarse la crisis abierta en el partido con querellas internas sobre la candidatura electoral. «Tan solo deseo que, si finalmente toma el mando de Foro tenga, siquiera, un gramo mas de autonomía del que yo he tenido y tengo, porque el tiempo me ha demostrado que algunos necesitan tener siempre en sus vidas un enemigo a batir en la propia casa si comete el error imperdonable de pensar y actuar por sí mismo, aunque sea una sola vez», concluyó.

Las mismas fuentes destacaron que Coto «con el tiempo fue descubriendo que la persona que tenía menos autonomía del partido era la propia presidenta», por un lado con las apelaciones de la formación a respetar la propia autonomía de los grupos municipales, lo que complicaba la coordinación de la acción política general del partido, «y además intervenida por el secretario general».

En su intervención anterior, los otros dos diputados de Foro en la Junta, Pedro Leal y Carmen Fernández sugirieron que en la próxima reunión de la comisión directiva del partido podrían intentar forzar una renuncia y cambio de la portavoz parlamentaria. Pero este cambio, que según el reglamento de la cámara exige la firma de todos los miembros del grupo parlamentario incluida la de la propia Coto, tiene pocos visos de salir adelante. Coto se mantendrá en su escaño «por lealtad a los 44.283 asturiano que votaron a Foro en los momentos más difíciles» (el partido pasó a tener 12 a 3 escaños en las últimas elecciones) y su salida al grupo mixto podría provocar otra situación inédita en el parlamento ya que el mismo grupo de Foro, que se quedaría con dos escaños, tendría que pasar el grupo mixto. Allí los tres diputados tendrían que acordar de nuevo la elección de un portavoz en medio de un enorme desacuerdo. «Se ha desatado un crisis política por una cuestión ámbito laboral».