«Tuvo que sacarnos la Policía después de que agredieran a la directora de la clínica»

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

La clínica IDental en Gijón
La clínica IDental en Gijón

Esta es el relato de una odontóloga de iDental en Gijón y a la que la empresa adeuda más de 6.000 euros en impagos y retrasos

16 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como en muchas empresas españolas a lo largo de la crisis, en un momento la protagonista empezó a cobrar con retrasos, demoras mayores, y un momento en que se deja de cobrar el salario. Los materiales no renuevan, no hay pagos a servicios contratados y, pero en esta historia en un momento determinado, la escalada de tensión es tan elevada que hay una agresión a una persona al cargo y los empleados tienen que abandonar el lugar escoltados por la Policía. Es lo que ocurrió a comienzos de julio en la clínica iDental de Gijón cuando la furia de los pacientes se desbocó y la dirección decidió cerrar la nave que tiene a las afueras de la ciudad.

Desde entonces María (nombre ficticio), que era odontóloga en la la clínica no hay vuelto a trabajar, y dice que prefiere mantenerse en el anonimato porque tiene la esperanza de volver a hacerlo y sabe que los dentistas «no quieren a nadie que haya pasado por allí». En su caso le adeudan más de 6.000 euros entre retrasos e impagos. Su recuerdo es el de «meses de atrasos en los pagos, y que dejara de llegar material pero no había nadie que nos advirtiera de que iban a quebrar, pensamos que sería una situación similar a los retrasos anteriores».

La falta de material y de recursos llegó a afectar a un laboratorio externo con el que la clínica de iDental contrataba diversos trabajos. El laboratorio quedó «en bancarrota» por las deudas al empezar a asumir encargos por lo que nadie abonaba nada. «Se hizo una bola muy grande y al final «entiendo la frustación de los pacientes pero es que también hubo amenazas y el día antes de cerrar le pegaron a la directora y tuvo que venir la Policía a sacarnos».

Su caso lo lleva el abogado Francisco Javier Calvo González, que también representa a otra trabajadora de la clínica de Gijón. «A las reducciones salariales a a los meses sin cobrar nos encontramos ahora que los responsables de la empresa, los actuales administradores, no acuden a los actos de conciliación» y se dispone a emprender nuevas acciones en los tribunales.

María cuenta que «lo que hicieron fue vergonzoso, porque nos dejaron a todos totalmente desprotegidos». Asegura que conoce los casos de afectados en España que han contraído la hepatitis B por el uso de material reutilizado en sus intervenciones pero afirma que no se dio en Gijón «y teníamos retrasos precisamente por acumular pacientes porque no se renovaba el material pero todo lo que se utilizaba estaba esterilizado» .

Hay varios centenares de afectados en Asturias, ya antes de que se cerraran las clínicas se contaban casi unas cien denuncias en los servicios de consumo del Principado y el Ayuntamiento de Gijón. En ocasiones tiene que ver con una deuda acumulada por el sistema de pagos por crédito, en otros son mas graves y responden a una mala praxis profesional. María destaca la desidia de la empresa a la hora de señalar que los documentos que se entregaron a los pacientes para que reclamaran sus historias clínicas fueron repartidos por el colegio profesional sin comunicación alguna por parte de la compañía.

A finales de junio, antes de reunirse con la administración del Principado, el portavoz de la plataforma de afectados en Asturias Javier Quiroga, señaló que esperaba que el número de pacientes llegara a rondar los 900 en la comunidad y que el coste de las deudas por este «timo» asciende a casi 3 millones de euros.

La mayoría de los afectados pagaron los tratamientos «al contado», aunque ha habido casos en los que se ha financiado el crédito con entidades bancarias. Sin embargo, con el cierre de las clínicas muchos de ellos se han quedado con el tratamiento «a medias» o incluso sin haber empezado, con los daños «físicos y psicológicos» que ello conlleva, apuntó.