Educación niega a los opositores ver su examen en la revisión

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Miguel Souto

Los interinos denuncian que tienen menos derechos que sus alumnos. Critican las diferencias entre tribunales y la indefensión que generan

17 jul 2018 . Actualizado a las 22:11 h.

Tienen menos derechos que sus alumnos. Los interinos docentes del Principado han denunciado una serie de incidencias en el proceso de oposiciones que generan indefensión y que bajan la proporción de aprobados. Denuncian que los criterios de corrección no se conocen hasta cuatro días antes de los exámenes, que cada tribunal actúa de manera diferente o que algunos dicen que tienen prohibido enseñarles sus propios exámenes cuando presentan una reclamación. La Asociación de Interinos Docentes de Asturias (Adia) reclama a la Consejería de Educación que modifique el proceso y que establezca unos más «justo y transparente». Esto es algo que otras plataformas de similares características también están reclamando en Murcia, Andalucía o Baleares.

Adia reconoce que los procesos selectivos no pueden contentar a todos, que siempre va a haber aprobados y suspensos y que siempre habrá gente que se queden el camino aunque sean profesionales válidos. Sin embargo, también considera que el sistema de acceso puede ser francamente mejorable. Ha recabado las quejas de muchos opositores que han participado en los exámenes que justo acaban de concluir. El listado de agravios es extenso.

Una de las quejas más consistentes que es que los criterios de calificación no se publican hasta cuatro días antes de los exámenes, cuando ya todos han estado preparándose a ciegas. Los profesores tienen que sacar en el mes de octubre los criterios generales de evaluación de sus alumnos, pero la administración no se los da a ellos hasta el último momento. Y cuando, por fin, los tienen son «generales y subjetivos». Aseguran que se premian cosas como «la originalidad, profundización, el lenguaje no verbal en la lectura y la dicción». Demandan que sean más concretos y que se sepan desde el principio, como sucede en los colegios en los que trabajan y también en la Universidad de Oviedo.

Otro de los motivos de crítica son las diferencias detectadas entre tribunales de una misma especialidad. «Unos te dejan utilizar tu programación para defenderla, otros no, contraviniendo flagrantemente lo establecido en la convocatoria de oposiciones; unos te permiten mostrar materiales en dicha defensa, otros no; unos permiten público en las lecturas y defensas, otros no; en unas sedes, ponen a tu disposición ordenadores, cañones y demás material del centro, en otros debemos llevar hasta la tiza,...».

El comportamiento de los tribunales también es muy dispar. Unos les reciben u otros no. Unos firman las reclamaciones y otros no. Adia señala que no tienen la oportunidad de solicitar una revisión del examen y una explicación sobre los criterios de calificación. Esto es especialmente grave, a su juicio, cuando para pasar a la segunda parte tienen que aprobar la primera. Esto tampoco les gusta. Creen que al ser un proceso eliminatorio «no permite a los opositores demostrar por completo su aptitud para la docencia».

También critican el elevado número de suspensos. Ponen el ejemplo de Matemáticas que de 302 presentados solo pasaron 40. «¿Cómo puede ser que tanto licenciado con años de experiencia en la docencia de pronto se haya olvidado de todo lo aprendido? ¿Es posible que vayamos a firmar?», se pregunta Adia. El colectivo cree, más bien, que los tribunales reciben presiones de la consejería para terminar pronto todo el proceso y que «solo deben pasar a la popularmente conocida como encerrona cinco personas por plaza, por lo que todo los demás serán calificados con un 4,9 hacia abajo». 

La plataforma reclama que se ponga coto a todo este desbarajuste y que se introduzcan más mejoras, como el anonimato en la prueba escrita. Para este año ya no va a ser posible pero en los próximos cursos saldrá un auténtico alud de plazas, así que hay margen para arreglarlo.