Naturaleza en estado puro en el suroccidente de Asturias

Claudia Granda REDACCION

ASTURIAS

Osos pardos
Osos pardos J. Morrosco

El Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias abre las puertas a un paraje único con el roble y el oso pardo como protagonistas

01 abr 2019 . Actualizado a las 10:43 h.

El occidente asturiano, ese gran desconocido fuera de los límites de la región, guarda un centenar de secretos que no tienen nada que envidiar a las montañas y paisajes del oriente. Uno de estos parajes mágicos que esconden el lado más puro de Asturias es, sin duda, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Con más de 47.000 hectáreas de terreno, esta Reserva de la Biosfera ofrece infinitas experiencias con el roble y el oso pardo como protagonistas.

Esta extensión verde de 555 kilómetros cuadrados cuenta con una de las naturalezas más ricas del Cantábrico y en él se esconde uno de los parajes de mayor interés: la Reserva Integral Natural de Muniellos. Este bosque, objeto de leyendas y mitología astur, comprende tres montes: el monte de Muniellos, La Viliella y el monte de Valdebois, y protege el mayor robledal de España y uno de los mejores conservados de Europa. Las visitas están restringidas para preservar intacta su naturaleza excepcional.

Lo mejor para disfrutar de la naturaleza de este parque es, sin duda, recorrerlo a pie a través de las infinitas rutas que ofrece. Desde paseos cortos, como Los refugios del oso pardo en el entorno de Muniellos o la Ruta del vino en Cangas del Narcea, hasta el Gran Recorrido 203 «Por donde camina el oso», donde disfrutar al máximo de todos los rincones de los tres concejos protagonistas a través de 11 intensas etapas.

Bosque de Moal
Bosque de Moal Alejandro Badia

Fuentes del Narcea también es gastronomía. No hay nada como acudir a Cangas y llevarse bajo el brazo un buen pan de leña, de los de toda la vida. Su elaboración artesanal con centeno aportan a este producto un sabor, un aroma y una textura inigualables. La miel es otro de los manjares que no debes olvidar probar. Sabores genuinos que se obtienen a través de métodos también tradicionales. Las colmenas, los arbustos y los árboles frutales que pueblan los montes y las eras de la Comarca son el origen de una miel con un particular sabor a monte. Tampoco hay que olvidarse del Vino de Cangas. Realizar enoturismo visitando sus bodegas y viñedos o, incluso, disfrutar de una visita al Museo del vino de Cangas. Su vino, peculiar y único es elaborado de manera tradicional incorporando procesos innovadores que aseguran un producto de calidad. Un vino que atesora los colores, aromas y sabores de la tierra que los ve nacer.

Descubre la fauna y la flora

El animal más representativo de la fauna del Parque es, sin duda, el oso pardo cantábrico. Sus extensos bosques, así como las áreas de refugio poco accesibles lo convierten en un lugar excelente para su desarrollo y superviviencia. También el lobo ibérico mantiene una población destacada, con áreas estables de cría y de grupos familiares de relativa importancia. Y, en las grandes extensiones de bosques y matorrales encontramos numerosos corzos y rebecos. Entre las aves cabe destacar al urogallo, animal en peligro de extinción, que encuentra su hábitat en los bosques de Hermo, Degaña y Muniellos. En la mayor parte de los ríos, en cuyas aguas abundan truchas y salmones, se puede observar la presencia protegida de la nutria.

Para conocer cómo viven estos animales, son muchas las actividades de observación de la fauna e interpretación de la naturaleza. Disfrutar de la montaña, del bosque y del avistamiento de la vida salvaje en un mismo día es algo que no puede llevarse a cabo en muchos lugares del mundo. Aquí solo necesitas unos buenos prismáticos y un guía que te acompañe. Si agudizas tus sentidos, tendrás la oportunidad de ver a los plantígrados, sus rastros, indicios, biología y costumbres. También existen rutas disponibles en torno a las costumbres y rastros lobo ibérico: cómo es, sus costumbres y de qué se alimenta.

Observación oso pardo
Observación oso pardo Alfonso Polvorinos

La vegetación del Parque se caracteriza por su gran extensión de robledales y hayedos. El más importante de estos últimos, por su tamaño y estado de conservación, es el hayedo del valle del Hermo, que ocupa 10 kilómetros de laderaLos robledales se distribuyen por toda la zona, siendo el máximo exponente de roble albar el bosque de Muniellos. Por Degaña, en la cuenca alta del Naviego o en la subida al puerto del Connio abundan los abedules. En la alta montaña, la vegetación está constituida por matorrales de enebros, brecinas y arándanos, siendo muy característicos los del Cueto de Arbás.

 

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