«Un problema de salud» del conductor, principal hipótesis sobre la causa del siniestro de Avilés

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

La delegada del Gobierno, a falta de los informes médicos, descarta que se trate de un despiste o de un «adormilamiento». Los agentes han realizado las primeras reconstrucciones de la trayectoria del autobús siniestrado

04 sep 2018 . Actualizado a las 17:18 h.

«Un problema de salud» del conductor. Esa es la principal hipótesis de la investigación que se sigue para esclarece las causas del accidente de autobús registrado en la variante de Avilés. Así lo ha confirmado la delegada del Gobierno, Delia Losa, al término del minuto de silencio celebrado al mediodía en la ciudad. Ha apuntado que sobre la calzada no hay rodadas ni huellas que indiquen el conductor hubiera reaccionado antes de impactar contra el pilar. No obstante, para avalar esta teoría serán fundamentales los informes que puedan presentar los médicos que atienden al conductor que se encuentra ingresado en la UCI del Hospital Universitario Central (HUCA) en estado crítico. Losa ha recordado que él también es una víctima del siniestro.

Losa, con datos de primera mano, explica que no hay rondadas ni signos de reacción. «Si hubiera sido un despiste o un adormilamiento el ruido de los pivotes que había antes le hubieran alertado», ha explicado. Así que la idea con la que trabajan es que «haya sufrido un problema que le hizo perder el control del vehículos». La delegada del Gobierno ha pedido respeto para el conductor, que se encuentra en estado grave y que podría sufrir «graves secuelas» de por vida.

El Sector de Tráfico de la Guardia Civil ha asumido la investigación del accidente del autobús de Alsa, ayer en Avilés, y dirige su principal objetivo a determinar si el conductor pudo haber sufrido una indisposición que le impidiera controlar el vehículo antes de empotrarse contra el pilar del paso elevado.

La ausencia de frenada en la calzada, la trayectoria que siguió el autobús, con una salida de vía por el carril derecho e invasión del izquierdo para continuar en línea recta antes de arrollar los conos que delimitaban la zona de obras son las «claves» en las que el Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias centra las investigaciones. Estos elementos son «básicos» para los investigadores porque aportan pistas para determinar si el conductor del autobús, O.L.M., de 40 años, pudo haber sufrido una indisposición al volante, según han explicado fuentes del caso a EFE.

En un principio, la hipótesis de trabajo que más fuerza cobra, en las últimas horas, sigue siendo la posibilidad de que el chófer hubiera padecido un desvanecimiento, mareo, bajada de glucosa o infarto, como ya se había planteado en un primer momento.

Aunque el lugar donde se produjo el siniestro, en la AI-81 de acceso a Avilés, tiene una limitación de 70 kilómetros por hora y las primeras averiguaciones apuntan a que el autobús siniestrado circulaba entre 80 y 90 kilómetros por hora, la tesis del exceso de velocidad no es inicialmente la principal línea de trabajo, según han indicado las mismas fuentes.

Los agentes han realizado las primeras reconstrucciones de la trayectoria del autobús siniestrado, con recogida de muestras, y han revisado las mediciones del tacógrafo; datos considerados como fundamentales para llegar «hasta el fondo» sobre las causas «reales» del accidente.