«Profesores machistas: se acabó la impunidad»

Natasha Martín REDACCIÓN

ASTURIAS

Estudiantes de la Universidad de Oviedo se manifiestan contra la sanción impuesta al profesor de Psicología que acosaba a sus alumnas e instan a un efecto llamada

13 sep 2018 . Actualizado a las 20:03 h.

Las alumnas de la facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo han conseguido un hecho histórico. La sanción impuesta a un profesor que profería todo tipo de comentarios indecentes a sus estudiantes es el primer paso para desatar un efecto llamada que «acabe con el machismo en las aulas». Es la primera vez que se expedimenta a un docente universitario por tales hechos pero, tal como auguran las representantes de la Asamblea Abierta de Estudiantes de Psicología y Logopedia (AAEPL) de la Universidad de Oviedo, no será la última.

La primera chispa se ha vivido frente a la propia facultad de Psicología, donde ha tenido lugar una manifestación con un objetivo claro: conseguir que aquellas alumnas que se hayan visto afectadas alguna vez por una situación similar pierdan el miedo a denunciar. A través de consignas feministas, han conducido la concentración hacia el Claustro de la institución académica donde, además, se estaba celebrando un evento con miembros de la misma. «A ver si así nos escuchan», apunta Lidia Freire, una de las portavoces.

Centenares de estudiantes han acudido a la cita para escuchar los porqués de la indignación que incendia a las alumnas de Psicología. Las primeras palabras van dirigidas al decanato de la facultad, que «se ha mostrado incompetente e insensible ante el conflicto», afirma Freire. A continuación, se ha dirigido a Santiago García Granda, el rector, que, «pese a tener en su mano hacer justicia ha optado por la sanción mínima estipulada». El profesor en cuestión, que todavía tiene el derecho a dar clase mientras el proceso de alegaciones siga en curso, ha sido apartado de la docencia durante seis meses, cuando el reglamento estipula que para hechos graves como los señalados podría estar sancionado hasta tres años. 

«Esto es un precedente», señala la portavoz de la Asamblea. Con estas palabras animaba a las alumnas que temen represalias a hablar.«Hay muchas facultades en las que los profesores utilizan su puesto para ejercer poder sobre las alumnas. No vamos a tolerar estas actitudes. No estáis solas y no vamos a parar aquí», sostiene Freire.

 Comentarios que se conocen desde hace décadas

Nada de lo que este profesor dijo a sus alumnas durante el curso pasado fue nuevo. Los hechos se sabían desde hace años pero, con el auge de movimientos feministas como el #MeToo, las alumnas se han sentido más fuertes para hablar. Así lo asegura una de las 20 denunciantes, que prefiere no dar su nombre. «Ya podíais venir a clase tal y como os vestís los sábados», «si volvéis a repetir, os violo», o «para venir a una revisión tenéis que venir maquilladas y con escote, si fuera necesario os tendríais que sacar una teta» son solo algunos de los comentarios que el docente profería sin razón alguna. La denunciante cuenta cómo, cuando ella escuchaba la historia de boca de antiguas alumnas «pensaba que seguro diría algo». Si bien, cuando le llegó el momento en el aula, las palabras no salieron de su boca. «Te ves ahí y no sabes cómo reacciónar. Te sientes humillada y no sabes qué hacer», mantiene.

Asimismo, asegura que, tras tres años de denuncias, esta vez sí que ha salido adelante «por toda la fuerza que nos estamos dando, pese a que tiene el apoyo de otros profesores, y porque se está perdiendo el miedo». En cuanto a su opinión respecto a que el profesor siga impartiendo clase, asegura que es una «vergüenza», que no debería estar en la universidad y que se trata de una sanción «inaceptable». En la misma línea, Lidia Freire respeta su derecho a presentar recursos pero sostiene que «es una broma que esté dando clase» y que «no debería presentarse en las aulas como si no pasase nada».